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Pues me ha llegado un rumor sobre el Chutulu este, de mayor queria jugar en el Madrid.
No creo, quién querría jugar en el Real Madrid o cualquier club europeo de prestigio cuando te puedes hinchar a meter goles y batir records en la liga de Zambia. Habría que estar loco.
No creo, quién querría jugar en el Real Madrid o cualquier club europeo de prestigio cuando te puedes hinchar a meter goles y batir records en la liga de Zambia. Habría que estar loco.
A lo mejor su club había ganado más ligas que el Madrid, con lo cual serían los jugadores madridistas los que de mayores querían jugar en el de Chitalu.
:mad: Cojonudo el partido que se ha marcado el Madrid…
Equipo desordenado.
Falta de alternativas en ataque.
No se abre el campo, jugamos sin bandas y así es IMPOSIBLE. Pretendemos entrar por el centro, entre 8 jugadores más otros 2 presionando el balón. No se les hace correr, colgamos melones al área frontal y así TODA la ventaja es para el central. No se buscan las bandas y centrar balones decentes desde allí, que es desde donde se hace daño.
Con la liga perdida tendrían que haber salido motivados a comerse al Celta y el resultado ha sido unos jugadores andando durante 80 minutos. Incuso perdiendo 1-0, lo daban por bueno. Y encima es que los dos goles del Celta denotan una pasividad y una falta de ganas defensivas alucinante.
Ya no sé qué pensar. Problema físico no es, de lo contrario estos mamarrachos no estarían corriendo con el culo apretao en el minuto 90. Debe ser sencillamente falta de ambición. Este partido deja más preocupación que todas las derrotas anteriores, y me están decepcionando tanto el Mourinho como los jugadores porque no están consiguiendo mantener una regularidad aceptable cuando ya ha transcurrido la mitad de la temporada.
Mourinho será crucificado cuando pierda el apoyo del Madrid piperista. Y a este paso lo va a conseguir.
:mad: Cojonudo el partido que se ha marcado el Madrid…
Equipo desordenado.
Falta de alternativas en ataque.
No se abre el campo, jugamos sin bandas y así es IMPOSIBLE. Pretendemos entrar por el centro, entre 8 jugadores más otros 2 presionando el balón. No se les hace correr, colgamos melones al área frontal y así TODA la ventaja es para el central. No se buscan las bandas y centrar balones decentes desde allí, que es desde donde se hace daño.
Con la liga perdida tendrían que haber salido motivados a comerse al Celta y el resultado ha sido unos jugadores andando durante 80 minutos. Incuso perdiendo 1-0, lo daban por bueno. Y encima es que los dos goles del Celta denotan una pasividad y una falta de ganas defensivas alucinante.
Ya no sé qué pensar. Problema físico no es, de lo contrario estos mamarrachos no estarían corriendo con el culo apretao en el minuto 90. Debe ser sencillamente falta de ambición. Este partido deja más preocupación que todas las derrotas anteriores, y me están decepcionando tanto el Mourinho como los jugadores porque no están consiguiendo mantener una regularidad aceptable cuando ya ha transcurrido la mitad de la temporada.
Mourinho será crucificado cuando pierda el apoyo del Madrid piperista. Y a este paso lo va a conseguir.
Esta es mi principal prueba de que Pepe, en muchos de los casos no es que sea un carnicero despiadado, sino que simplemente es un caballo loco que se mueve y sacude sin considerar que hay gente a su alrededor.
El Only One va a dilapidar el prestigio y la fama de ganador que cree tener de aquí a final de temporada. De Chamartín no sale ileso.
Me quedo con el lado positivo. Desde la próxima temporada volveremos a ser un club en condiciones, sin extravagancias y excesos.
No puedo decir más que es el máximo culpable de la actual situación. Esto no es cuestión de cambios de piezas, esto va más allá. No hay estilo de juego, no hay compenetración, táctica, motivación, ganas... no se ve nada.
Dudaba de que fuera aposta, pero eso de no darse la vuelta a ver qué ha pasado le delata,
No sé, yo, sin querer, le arreo una coz a alguien y voy a interesarme de cómo está.
Acabo de ver en tv la entrada tobillera de CR7 a uno del Celta, tampoco me parece amarilla clara-clara más que nada por como estaba la cancha, pero lo de Pepe pues que quereis que os diga, indigno de hacerse hasta en la tercera regional de Zambia :jpshakehead:
Yo todavía creo que fue sin querer, aunque lo que comenta Patxi (de no girarse al darle a alguien) me hace dudar. Con lo que no tengo dudas es con esto (warning: pixeles gigantes).
En fin, en todo caso no creo que sea problema pasar a la sigueinte ronda, con el Gol de CR7 sólo necesitan ganar en el Bernabeu por uno (dudo que marque el Celta). Todo este rollo de bajón de confianza y esas cosas creo que será bastante pasajero (ahora lo digo en serio, no en plan gafe).
Jorge Martínez
“El madridismo siempre fue ganar en primavera”, explotó no hace mucho el periodista Manuel Jabois. A José Mourinho, al menos, le han traído para eso, para que gane todo a partir de marzo, que es cuando la Champions adquiere el color escarlata de la fruta madura. Ligas tiene el Madrid de sobra y el tema de la Copa quedó zanjado en la primera temporada. Al portugués se le recluta, en definitiva, para que le arranque a Platini la Champions de las manos y la arroje al pueblo, sediento desde el trueno de Zidane. “Tráiganos la Décima, por Dios”, le pudo decir el emisario de Florentino antes de subir a la avioneta durante una noche brumosa en el aeropuerto de Milán.
La Orejuda fue la primera razón; la segunda, aunque ambas son la misma cosa, pararle los pies al Barcelona del triplete. El portugués era entonces (y lo sigue siendo) el antídoto más eficaz contra la tromba de fútbol que desató Guardiola y que ningún dique conseguía frenar. Florentino hizo lo correcto apostando por él. Viendo el panorama, también consideró oportuno poner la institución a sus pies; consecuencias del famoso “estado de excepción” al que con frecuencia se refiere Relaño.
Se fichó con alegría, sin reparar en gastos y sin un proyecto futbolístico definido, pero es que el madridismo necesitaba un golpe de efecto con el que sacudirse hipotéticos complejos, suerte en la que Florentino Pérez es un maestro, capaz de traer encadenado al mismísimo King Kong para la puesta de largo del equipo si la ocasión lo requiere. Tras vaciar en Chamartín un cajón de megaestrellas y quitarse de en medio a Pellegrini, que nunca supo muy bien lo que ocurría, mandaron traer al portugués, ese Señor Lobo, porque la situación era extrema y había poco tiempo. En esa forma de tirar la casa por la ventana late la esencia del equipo merengue. Se sacrifican cien bueyes y se riega todo con vino, y ya veremos qué pasa. Ese punto de fiebre, digan lo que digan, es bonito. También es cierto que se lo pueden permitir.
Florentino ungió al míster con poderes plenipotenciarios, cosa lógica, pues Mourinho vino a cortar un fuego, a practicar un torniquete. Nadie habló de epatar ni de crear escuela. Todo lo más, echarle el lazo a la Décima. Le dieron cuatro temporadas. Por eso, de los palos que le han caído al de Setúbal (muchos, merecidos), el que ataca a su libreto es el más injusto. Se le criticó especialmente por los planteamientos que dispuso durante la guerra de los Clásicos de 2011, obviando que en el primer lance Mou fue a buscar al Barcelona a campo abierto, cuerpo a cuerpo, y le atropelló una estampida. La idea futbolística del Barça se lleva macerando 20 años a través de un proceso artesanal y paciente que un buen día rompió a dar frutos poniéndolo todo perdido de trofeos. Pretender que aquel Madrid de Mourinho, con sólo unos meses de vida, le discutiese al Barcelona con los mismos argumentos era una locura, por mucho que el equipo hubiera costado un dineral. Era tiempo de hacer la guerrilla, asaltar en veredas y poner trampas a fin de ir medrando poco a poco la marcha imperial que llevaban los blaugranas, al menos hasta que el proyecto ganara en peso. ¿Dónde está el problema? No conviene olvidar que los blancos se enfrentaban, a decir de todo el mundo, a uno de los tres o cuatro mejores equipos en la historia del fútbol. A medida que han transcurrido las temporadas, el Madrid ha conseguido empaque y ya enfrenta al Barça sin arrugarse; siendo superior en alguno de los últimos Clásicos. Mourinho tiene un patrón de juego muy definido, que no adapta tanto como la gente cree. Clava una pica, hace las maletas y se marcha. Y en eso anda ahora, mientras despliega todos sus trucos, abre más vías de agua de las que sella y crea el caos a su alrededor. En fin, el sainete que representa allá donde va y que aquí en España nos tomamos demasiado a la tremenda. Si es cierto lo que dicen los medios y esta es la última temporada de José Mourinho como entrenador del Madrid y la relación entre jugadores y míster está de verdad desgastada, el portugués tiene que afinar todavía más su estilo y forma de comprender el fútbol para hacerse con el codiciado botín. Debe ser más Mou que nunca (sin incurrir en fechorías). Poco importa los puntos de ventaja que le saque el Barça en la Liga si consigue abrazar la Décima. “Firmo acabar a 25 del Barcelona y ganar la Décima”, reconoció sin empacho Casillas. Todos parecen tenerlo claro. Da igual que el equipo avance entre complots, traiciones o guerras internas (repito, caso de ser verdad lo que se lee y escucha). Históricamente, el Madrid es un conjunto que puede compaginar sin problemas las crisis institucionales con ganar trofeos. Por eso el escenario que se le abre a Mou ante los ojos es inmejorable, porque nadie funciona como él cercado por la polémica. Alguien apuntó hace poco que al portugués no le afecta el huracán porque es él quien está en el ojo.
El 10 es un número redondo y espectacular, sobre todo si se usa para contar las Champions de un equipo. Es en sí mismo una leyenda y Mou la tiene al alcance de la mano. Conseguirla implicaría, además, vencer a su escurridizo enemigo donde más duele: en Europa.
Es fácil imaginar a Mourinho como un Capitán Ahab, atormentado en su camarote y con la frente llena de truenos mientras apuñala cartas de navegación con el compás, loco por dar caza a ese leviatán futbolístico que es el Barcelona. La pierna apuntada bien podría ser el 5-0, aunque la verdadera obsesión, creo, bebe de su época como miembro del cuerpo técnico culé. Es como si se avergonzase de esas imágenes que hay por ahí de él, cejijunto y enfundado en gabardinas gigantes y raidillas de detective en apuros, cuando en realidad era, pese a su juventud, el brazo derecho de una leyenda como Sir Bobby Robson. Lo último que se le escuchó decir, encaramado al balcón de la Generalitat, fue “hoy, mañana y siempre con el Barça en el corazón”. Sin embargo, cuando regresó a la ciudad condal, ya como entrenador del Chelsea y una Champions en el zurrón, lo hizo soltando espumarajos por la boca, medio histérico. Al punto que logró alterar a ese animalote tranquilo que era Frank Rijkaard, a quien llegaron a sorprender repanchingado en los vestuarios de La Rosaleda, leyendo un libro, después de caer 5-1 y con la directiva decidiendo si lo echaban o no. Ese es el poder de Mourinho para la bueno y para lo malo, su capacidad de poner todo patas arriba, abrir en canal una institución y aprovechar la bulla y confusión, como esas nubes de golpes que se forman en los cómics, para zafarse a última hora de la turba y salir triunfante con la copa. En sus últimos meses aquí (repito por tercera vez, si es verdad lo que publica la prensa) Mou debe seguir avanzando con el Madrid en tropel y algarabía, como los gitanos de Macondo; entregarse a una bacanal desmedida de fin de imperio y quemar todas las naves. El riesgo si no se alcanza el objetivo es notable después de armar tremendo quilombo, algo, por ejemplo, a lo que no se expone el Barça, que flota en una balsa de aceite. Pero es el precio a pagar por querer surcar el océano a bordo del Pequod.
Cuánto daño ha hecho lo dicho esta mañana por Floren, por Twitter corre el rumor de que Antón Meana ha sido "agredido" verbalmente por Mourinho y Louro en un cuarto a base de chillidos.
Cuánto daño ha hecho lo dicho esta mañana por Floren, por Twitter corre el rumor de que Antón Meana ha sido "agredido" verbalmente por Mourinho y Louro en un cuarto a base de chillidos.
Lo han confirmado periodistas de AS y Radio Estadio (Mister Chip) y los de la COPE. Twitter solo ha hecho eco de la noticia que salió en la radio. Dudo que tenga relación con lo de Florentino, porque según dicen, la discusión (en una sala cerrada con los tres nada más) fue a raíz de una publicación del propio Meana acerca de Louro.
Comentarios
No creo, quién querría jugar en el Real Madrid o cualquier club europeo de prestigio cuando te puedes hinchar a meter goles y batir records en la liga de Zambia. Habría que estar loco.
Bah, eso lo dijo su padre en una entrevista
Palabrita del niño Jesus, y de los tres Reyes magos de Marca, As y Punto pelota.
¿Te refieres al Pepe que ha soltado una patada en los cojones a uno del Celta y se ha ido de rositas?
Mourinho vete ya.
Por cierto, enorme actuación del mejor central del mundo en el segundo gol, eh?
Con la liga perdida tendrían que haber salido motivados a comerse al Celta y el resultado ha sido unos jugadores andando durante 80 minutos. Incuso perdiendo 1-0, lo daban por bueno. Y encima es que los dos goles del Celta denotan una pasividad y una falta de ganas defensivas alucinante.
Ya no sé qué pensar. Problema físico no es, de lo contrario estos mamarrachos no estarían corriendo con el culo apretao en el minuto 90. Debe ser sencillamente falta de ambición. Este partido deja más preocupación que todas las derrotas anteriores, y me están decepcionando tanto el Mourinho como los jugadores porque no están consiguiendo mantener una regularidad aceptable cuando ya ha transcurrido la mitad de la temporada.
Mourinho será crucificado cuando pierda el apoyo del Madrid piperista. Y a este paso lo va a conseguir.
NECESITAMOS A CHISLANDLU!!!!
Me quedo con el lado positivo. Desde la próxima temporada volveremos a ser un club en condiciones, sin extravagancias y excesos.
Esta es mi principal prueba de que Pepe, en muchos de los casos no es que sea un carnicero despiadado, sino que simplemente es un caballo loco que se mueve y sacude sin considerar que hay gente a su alrededor.
en fin.
No puedo decir más que es el máximo culpable de la actual situación. Esto no es cuestión de cambios de piezas, esto va más allá. No hay estilo de juego, no hay compenetración, táctica, motivación, ganas... no se ve nada.
No sé, yo, sin querer, le arreo una coz a alguien y voy a interesarme de cómo está.
(Cuándo empieza el espíritu Juanito?)
Ains
Fue sin querer.
Nadie es perfecto.
http://www.dailymotion.com/video/xvv7w7_pepe-vs-defensa-spherachannel_sport
En fin, en todo caso no creo que sea problema pasar a la sigueinte ronda, con el Gol de CR7 sólo necesitan ganar en el Bernabeu por uno (dudo que marque el Celta). Todo este rollo de bajón de confianza y esas cosas creo que será bastante pasajero (ahora lo digo en serio, no en plan gafe).
Floren, en invierno fíchalo. Con el Pipa lesionado y su suplente empanado, nos vendría bien xD
De los mejores artículos que he leído sobre Mou
Jorge Martínez
“El madridismo siempre fue ganar en primavera”, explotó no hace mucho el periodista Manuel Jabois. A José Mourinho, al menos, le han traído para eso, para que gane todo a partir de marzo, que es cuando la Champions adquiere el color escarlata de la fruta madura. Ligas tiene el Madrid de sobra y el tema de la Copa quedó zanjado en la primera temporada. Al portugués se le recluta, en definitiva, para que le arranque a Platini la Champions de las manos y la arroje al pueblo, sediento desde el trueno de Zidane. “Tráiganos la Décima, por Dios”, le pudo decir el emisario de Florentino antes de subir a la avioneta durante una noche brumosa en el aeropuerto de Milán.
La Orejuda fue la primera razón; la segunda, aunque ambas son la misma cosa, pararle los pies al Barcelona del triplete. El portugués era entonces (y lo sigue siendo) el antídoto más eficaz contra la tromba de fútbol que desató Guardiola y que ningún dique conseguía frenar. Florentino hizo lo correcto apostando por él. Viendo el panorama, también consideró oportuno poner la institución a sus pies; consecuencias del famoso “estado de excepción” al que con frecuencia se refiere Relaño.
Se fichó con alegría, sin reparar en gastos y sin un proyecto futbolístico definido, pero es que el madridismo necesitaba un golpe de efecto con el que sacudirse hipotéticos complejos, suerte en la que Florentino Pérez es un maestro, capaz de traer encadenado al mismísimo King Kong para la puesta de largo del equipo si la ocasión lo requiere. Tras vaciar en Chamartín un cajón de megaestrellas y quitarse de en medio a Pellegrini, que nunca supo muy bien lo que ocurría, mandaron traer al portugués, ese Señor Lobo, porque la situación era extrema y había poco tiempo. En esa forma de tirar la casa por la ventana late la esencia del equipo merengue. Se sacrifican cien bueyes y se riega todo con vino, y ya veremos qué pasa. Ese punto de fiebre, digan lo que digan, es bonito. También es cierto que se lo pueden permitir.
Florentino ungió al míster con poderes plenipotenciarios, cosa lógica, pues Mourinho vino a cortar un fuego, a practicar un torniquete. Nadie habló de epatar ni de crear escuela. Todo lo más, echarle el lazo a la Décima. Le dieron cuatro temporadas. Por eso, de los palos que le han caído al de Setúbal (muchos, merecidos), el que ataca a su libreto es el más injusto. Se le criticó especialmente por los planteamientos que dispuso durante la guerra de los Clásicos de 2011, obviando que en el primer lance Mou fue a buscar al Barcelona a campo abierto, cuerpo a cuerpo, y le atropelló una estampida. La idea futbolística del Barça se lleva macerando 20 años a través de un proceso artesanal y paciente que un buen día rompió a dar frutos poniéndolo todo perdido de trofeos. Pretender que aquel Madrid de Mourinho, con sólo unos meses de vida, le discutiese al Barcelona con los mismos argumentos era una locura, por mucho que el equipo hubiera costado un dineral. Era tiempo de hacer la guerrilla, asaltar en veredas y poner trampas a fin de ir medrando poco a poco la marcha imperial que llevaban los blaugranas, al menos hasta que el proyecto ganara en peso. ¿Dónde está el problema? No conviene olvidar que los blancos se enfrentaban, a decir de todo el mundo, a uno de los tres o cuatro mejores equipos en la historia del fútbol. A medida que han transcurrido las temporadas, el Madrid ha conseguido empaque y ya enfrenta al Barça sin arrugarse; siendo superior en alguno de los últimos Clásicos. Mourinho tiene un patrón de juego muy definido, que no adapta tanto como la gente cree. Clava una pica, hace las maletas y se marcha. Y en eso anda ahora, mientras despliega todos sus trucos, abre más vías de agua de las que sella y crea el caos a su alrededor. En fin, el sainete que representa allá donde va y que aquí en España nos tomamos demasiado a la tremenda. Si es cierto lo que dicen los medios y esta es la última temporada de José Mourinho como entrenador del Madrid y la relación entre jugadores y míster está de verdad desgastada, el portugués tiene que afinar todavía más su estilo y forma de comprender el fútbol para hacerse con el codiciado botín. Debe ser más Mou que nunca (sin incurrir en fechorías). Poco importa los puntos de ventaja que le saque el Barça en la Liga si consigue abrazar la Décima. “Firmo acabar a 25 del Barcelona y ganar la Décima”, reconoció sin empacho Casillas. Todos parecen tenerlo claro. Da igual que el equipo avance entre complots, traiciones o guerras internas (repito, caso de ser verdad lo que se lee y escucha). Históricamente, el Madrid es un conjunto que puede compaginar sin problemas las crisis institucionales con ganar trofeos. Por eso el escenario que se le abre a Mou ante los ojos es inmejorable, porque nadie funciona como él cercado por la polémica. Alguien apuntó hace poco que al portugués no le afecta el huracán porque es él quien está en el ojo.
El 10 es un número redondo y espectacular, sobre todo si se usa para contar las Champions de un equipo. Es en sí mismo una leyenda y Mou la tiene al alcance de la mano. Conseguirla implicaría, además, vencer a su escurridizo enemigo donde más duele: en Europa.
Es fácil imaginar a Mourinho como un Capitán Ahab, atormentado en su camarote y con la frente llena de truenos mientras apuñala cartas de navegación con el compás, loco por dar caza a ese leviatán futbolístico que es el Barcelona. La pierna apuntada bien podría ser el 5-0, aunque la verdadera obsesión, creo, bebe de su época como miembro del cuerpo técnico culé. Es como si se avergonzase de esas imágenes que hay por ahí de él, cejijunto y enfundado en gabardinas gigantes y raidillas de detective en apuros, cuando en realidad era, pese a su juventud, el brazo derecho de una leyenda como Sir Bobby Robson. Lo último que se le escuchó decir, encaramado al balcón de la Generalitat, fue “hoy, mañana y siempre con el Barça en el corazón”. Sin embargo, cuando regresó a la ciudad condal, ya como entrenador del Chelsea y una Champions en el zurrón, lo hizo soltando espumarajos por la boca, medio histérico. Al punto que logró alterar a ese animalote tranquilo que era Frank Rijkaard, a quien llegaron a sorprender repanchingado en los vestuarios de La Rosaleda, leyendo un libro, después de caer 5-1 y con la directiva decidiendo si lo echaban o no. Ese es el poder de Mourinho para la bueno y para lo malo, su capacidad de poner todo patas arriba, abrir en canal una institución y aprovechar la bulla y confusión, como esas nubes de golpes que se forman en los cómics, para zafarse a última hora de la turba y salir triunfante con la copa. En sus últimos meses aquí (repito por tercera vez, si es verdad lo que publica la prensa) Mou debe seguir avanzando con el Madrid en tropel y algarabía, como los gitanos de Macondo; entregarse a una bacanal desmedida de fin de imperio y quemar todas las naves. El riesgo si no se alcanza el objetivo es notable después de armar tremendo quilombo, algo, por ejemplo, a lo que no se expone el Barça, que flota en una balsa de aceite. Pero es el precio a pagar por querer surcar el océano a bordo del Pequod.
Lo han confirmado periodistas de AS y Radio Estadio (Mister Chip) y los de la COPE. Twitter solo ha hecho eco de la noticia que salió en la radio. Dudo que tenga relación con lo de Florentino, porque según dicen, la discusión (en una sala cerrada con los tres nada más) fue a raíz de una publicación del propio Meana acerca de Louro.
¿Paco?
Bueno, ese, que ha intentando hablarlo con Meana y que la "verdad" saldrá mañana en Marca :risa: y que hasta entonces no hablará.
Yo lo he leido en la vanguardia por el movil y es la risa todo esto