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Básicamente es eso. Lentamente se les hizo la vida imposible y cuando se lio parda ya quedaban solo testimonialmente algún despistado. En nuestra guerra civil pasó más o menos igual. Campoamor fue la última, creo.
Los partidos liberales eran testimoniales y fueron precisamente los grandes capitalistas, los empresarios (como Krupp) y la gran banca los que auparon a Hitler con entusiasmo junto con conservadores, monárquicos...
Hayek precisamente está explicando porque eran testimoniales.
Y su testimonio será todo lo despistado que me cuentes tú pero, a diferencia del nuestro, es en primera persona
En el otoño de 1931, cuando Friedrich von Hayek y su familia se trasladaron a Londres, Hayek aún pensaba que volvería a Viena. Al cabo de dos años se dio cuenta de que el exilio sería permanente.
Todos sabemos que Hayek sabía menos de la política alemana, que una amante de tiranos comunistas.
Bueno, los socialdemócratas siempre fueron algo débiles contra las extremistas totalitarios comunistas y fascistas. Los mencheviques lo pagaron caro en Rusia, y los SPD con los nazis. Eso cambió un poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se volvieron los mas fuertes adversarios en la democracia de estos extremos. El terror de esos extremistas en España era paradójicamente el PSOE de Felipe González, con su GAL, y en Venezuela Acción Democrática, de Rómulo Betancourt, de hecho, los chavistas odian a los adecos peor que a cualquier nazi, porque fueron duros, muy duros, contra los comunistas en la lucha antiguerrillera cuando estuvieron en el poder los primeros años de la democracia, y sacaron a los comunistas de los sindicatos petroleros que eran los más importantes. Lamentablemente un presidente socialcristiano, Rafael Caldera, un viejo pacificador y conciliador con la extrema izquierda, ya que había "pacificado" el país en la década de los setenta, fue el que indultó a Chávez y le abrió la puerta de la política, algo que los adecos habían rechazado. Otro ingenuo menchevique, pero socialcristiano.
Por cierto, a Hugo Chávez en 1998, lo financió el grupo Cisneros, grandes empresarios de las telecomunicaciones. Hay empresarios estúpidos que creen que estos locos puede ser manejados si son ellos quienes los financian. Pasó con Hitler, y pasó con Lenin, y pasará con el que sea, porque la política siempre es un negocio de oportunidades de inversión.
Pues antes de cerrar, que te explique Hayek, ese gran proponente del capitalismo, incluso dictatorial, cómo en la Alemania de los años 30 los grandes empresarios, industriales, multinacionales y la banca auparon a Hitler.
¡Qué sabrá Marx de marxismo!
Ahora nos traes los referentes básicos del capitalismo que nos mostraste el otro día ¿Recuerdas? El que no aparecía ni en google y el italiano ortodoxo de la escuela neokeynesiana
Lo que no entiendo es cómo tú te traes a un ultracapitalista que dice que Hitler se cargó a los capitalistas si fueron ellos, los mismos capitalistas, los que lo llevaron al poder.
De ahí que Hayek es un cero a la izquierda, como todos sabemos y es la razón por la que "la escuela austriaca" no se estudia en las facultades de economía que quieren mantener cierta seriedad y prestigio.
Si, Hayek fue mucho de auparlos y ni denuncio sus horribles prácticas ni se olió la tostada antes que nadie -sí, antes que Chaplin ya rajaba- y en vez de quitarse de enmedio les ayudó todo lo que pudo y más. No sé ni para que me molesto en traer sus textos.
Hayek es un nobel como Keynes. Puede estar equivocado o no, DA IGUAL, pero en lo suyo no es un referente, es EL REFERENTE. Pero tú le vas a explicar que es el capitalismo y que hizo en la guerra. Sus 130 artículos y 25 libros a la mierda, lo que nos pongas tú aquí es lo que vale.
Hace dos mensajes eran testimoniales. Ahora sin ellos los nazis no hubiesen tocado pelito, en fin. Y no entiendo tu perra con la escuela austríaca, he dicho como mil veces que yo no lo soy pero sigues aplicándome el mismo cliché again and again. La teoría de ciclos es un camelo, haséctalo ya.
Pues para ser premio Nobel bien extraño es que "la escuela austriaca" no se enseñe en las facultades de economía...
Bueno, también es verdad que Obama tiene el premio Nobel de la paz...
Barack Obama, el premio Nobel de la Paz que se convirtió en el primer presidente de EE.UU. en pasar sus dos periodos completos sin un solo día sin guerra
According to Samuel Brittan of the Financial Times, both former Swedish minister of finance, Kjell-Olof Feldt, and Swedish former minister of commerce, Gunnar Myrdal, wanted the Prize in economics in Memory of Nobel abolished, saying, "Myrdal rather less graciously wanted the prize abolished because it had been given to such reactionaries as Hayek (and afterwards Milton Friedman)." Relatedly, it has been noted that several members of the awarding committee have been affiliated with the Mont Pelerin Society
"La coexistencia dentro de la Sociedad Mont Pèlerin de grupos con orientaciones tan distintas era conocida por sus miembros. También era bastante evidente incluso para las incorporaciones. Un buen ejemplo fue Jean-Pierre Hamilius, un joven catedrático de empresa y economía en Luxemburgo, a quien Mises conocía por correspondencia. [...] El joven catedrático de Luxemburgo estuvo tomando notas y discutiendo ansiosamente los planes intervencionistas de diversos miembros que no eran todavía parte de “la vieja guardia”. Así, John van Sickle proponía gravar a los herederos ricos, Wilhelm Röpke estaba a favor de subsidios a los propietarios de viviendas y Otto Veit argumentaba que unos impuestos más duros no impedirían que los empresarios trabajaran."
Jorg Guido Hulsmann
Ah sí, la organización terrorista esa, claro. Y ultraliberal también
No se te olvide que asesoró a Pinochet y a Salazar. A los chinos y a todo el que le quiso escuchar también pero eso no viste ya tanto.
Ahora más en serio, el primer capitulo de una serie sobre la Gran Guerra Patria desde a óptica rusa que explica los apoyos de Hitler justo antes de la SGM (con imágenes muy interesantes):
Colo Vlad, los que acabaron con el antiguo régimen fueron precisamente quienes crees que lo van a volver a instaurar. De izquierdas probablemente no pero si las libertades civiles se las pasaba por el forro de los cojones como antiliberal se puede y debe catalogar el becerro de ridículo bigotito. Tamaño king size el colega, vamos.
Losantos es solo liberal en lo económico pero hasta eso es de oídas y solo de vez en cuando. De teoría es muy cortito y sin sifón.
Adam Smith y los padres de la revolución francesa quemarían al 95% de los que definen como liberales en España.
Afri, lo que era Hitler era un antiliberal supremo. A mi este tipo de libros me da la sensación que sirven para querer desacreditar al colectivismo y a la izquierda en pro de buscar el monopensamiento "liberal" que nos lleva a la implantación de facto del Antiguo Régimen, volver al siglo XIX.
Este tipo de libros son libros de historia, escritos por reputados historiadores y publicados por prestigiosas editoriales, que contribuyen al debate historiográfico. Que no estamos hablando de panfletos publicados por algún grupo extremista. Y es que afortunadamente no existe una única historia oficial y es materia de debate.
En cuanto a tu cacao con los liberales que nos quieren llevar al Antiguo Régimen del siglo XIX pues eso, que menudo cacao.
Yo no tengo nada en contra de los liberales o el liberalismo, tengo en contra de aquellos que se llaman liberales y no lo son. Gente que intenta sustituir a las clases privilegiadas de antaño bajo una falsa idea de libertad acabando con las conquistas del colectivismo en el siglo XX, destruyendo el Estado de Bienestar y creando una sociedad más egoista a la que puedan dominar desde su posición económica dominante.
Se descubre quien es realmente liberal o no, cuando está a favor o en contra de la libre asociación. En el siglo XIX habían prohibiciones de formar asociaciones gremiales, vamos, sindicatos, y mucho menos presionar con huelgas. Si crees en la libertad, debe defender tanto el que no se quiera asociar, como el que sí lo quiere hacer. Así que ese famoso liberalismo del Siglo XIX era uno bastante negador de derechos, por tanto, no era liberalismo propiamente, en el sentido integral del termino.
La ayuda a petición de Lenin para cruzar Alemania fue de refilón cuando ya la revolución estaba en curso y nadie en su sano juicio intenta establecer un enlace entre la ideología de Ludendorff y Lenin. "Lenin derrocará a los patriotas rusos", predijo Ludendorff, "y luego lo estrangularé a él y a todos sus amigos"
Lo de los empresarios alemanes, no sé, creo que no.
Cuando en abril de 1917 el Gobierno germano puso un tren sellado a Lenin y su séquito para que cruzasen tranquilamente Alemania, la revolución que estaba en marcha era la de febrero, no la bolchevique, que la tenían que hacer ellos. Al año siguiente Lenin, ya plenamente instalado en el poder, devolvió el favor a los alemanes con el Tratado de Brest-Litovsk, haciendo la paz con ellos (que pudieron concentrarse en el frente occidental) y entregándoles nada que menos que Finlandia, los países bálticos, Polonia, parte de Bielorrusia, Besarabia y Ucrania.
Empresarios que estuvieron implicados en la trama alemana de ayuda y financiación a los bolcheviques fueron por ejemplo Alexander Parvus y Yakob Fürstenberg.
Pero de refilón.
A nadie se le ocurre por todo ello establecer una similitud ideológica entre el Imperio alemán y los bolcheviques, por supuesto, pero el argumento de que Hitler era de derechas porque contó con el apoyo de los conservadores y los industriales anda que no se repite hasta la saciedad.
Afri, lo que era Hitler era un antiliberal supremo. A mi este tipo de libros me da la sensación que sirven para querer desacreditar al colectivismo y a la izquierda en pro de buscar el monopensamiento "liberal" que nos lleva a la implantación de facto del Antiguo Régimen, volver al siglo XIX.
Este tipo de libros son libros de historia, escritos por reputados historiadores y publicados por prestigiosas editoriales, que contribuyen al debate historiográfico. Que no estamos hablando de panfletos publicados por algún grupo extremista. Y es que afortunadamente no existe una única historia oficial y es materia de debate.
En cuanto a tu cacao con los liberales que nos quieren llevar al Antiguo Régimen del siglo XIX pues eso, que menudo cacao.
Yo no tengo nada en contra de los liberales o el liberalismo, tengo en contra de aquellos que se llaman liberales y no lo son. Gente que intenta sustituir a las clases privilegiadas de antaño bajo una falsa idea de libertad acabando con las conquistas del colectivismo en el siglo XX, destruyendo el Estado de Bienestar y creando una sociedad más egoista a la que puedan dominar desde su posición económica dominante.
Ya, pero te estás yendo por los cerros de Úbeda cosa mala y estás metiendo libros de historia dentro de una conspiración masónico-ultraderechista, en contubernio con la subversión neoliberal-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece. Céntrate, Vlad, que estamos a otra cosa.
Yo entiendo que en un foro básicamente progresista como este, decir que Mussolini y Hitler son productos de la gran familia de la izquierda exalte los ánimos de más de uno, hinche las venas del cuello, haga rechinar los piños y apretar los puños y os den ganas de matarme, pero es que no tengo la culpa de que los historiadores investiguen y publiquen libros contando cosas que no siempre nos tienen que gustar. Así es la vida y los mantras sobre nuestra historia reciente que siempre nos han contado van cayendo irremediablemente uno tras otro. Gracias a eso sabemos que es mentira que Franco torease a Hitler en Hendaya, que las bombas atómicas no fueron tan necesarias para que Japón se rindiese y que el fascismo y el nazismo se originaron en la izquierda.
Que Mussolini fue un destacado socialista es harto sabido, pero volviendo a Hitler, pensad una cosa. A pesar de lo que contara en Mein Kampf, el tipo no fue un acérrimo nacionalista toda su vida. El momento clave en que se transformó en nazi, su camino a Damasco, fue la firma del Tratado de Versalles, en junio de 1919. Aquel documento responsabilizaba a Alemania de la guerra, le arrebataba sus colonias y la obligaba a pagar astrónomicas sumas de dinero a los países vencedores. Fue una tremenda humillación para un país que había sido una gran potencia y un imperio, que se vería sumido en poco tiempo en una gran crisis económica con una hiperinflación de cojones y de hecho sería la excusa perfecta para que los nazis hicieran de las suyas en el futuro. Los países que sometieron a Alemania a semejante vergüenza no eran comunistas, eran muy capitalistas y mucho capitalistas. Hasta aquel momento el comunismo se había sentido como una amenaza, pero los bolcheviques habían firmado la paz con Alemania el año anterior (sacando a Rusia de la guerra) y la República Soviética de Baviera (a la cual había servido Hitler) había sido aplastada. A partir de entonces no pocos ultranacionalistas germanos vieron en las muy democráticas y capitalistas potencias occidentales a los grandes enemigos de Alemania. Por algo en 1922 Alemania y la Rusia soviética volvieron a firmar un tratado, esta vez en Rapallo, que sería un auténtico antecesor del Pacto Ribbentrop-Mólotov, ya que a partir de entonces, entre otras cosas, se inició una estrecha colaboración militar germano-soviética que duraría varios años.
En ese clima, en la cabeza del soldado Adolf Hitler se mezcló su repentino ultranacionalismo, sus vagas ideas republicanas y sus nuevos sentimientos anticapitalistas y antisemitas motivados por el Tratado de Versalles y por influencia de Gottfried Feder, que echaba pestes del "capitalismo judío" (en aquella época los males de un país siempre se achacaban a una conspiración, o varias, que era judías por defecto). Y lógicamente se dejó atraer por un pequeño partido que defendía la idea de un socialismo nacional alemán. El anticomunismo le vendría por influencia del exiliado báltico y feroz antibolchevique Alfred Rosenberg, aunque en esta época Hitler veía en el bolchevismo simplemente una enfermedad que había a dejado Rusia incapacitada para la guerra y minado el esfuerzo bélico alemán. Para él el comunismo y el capitalismo no eran solo caras de una misma moneda, sino que el primero estaba subordinado al segundo: el bolchevismo tenía la función de socavar las economías nacionales de los Estados para que fueran tomadas fácilmente por las fuerzas del capitalismo internacional. Por supuesto todo ello dirigido por los judíos.
La ayuda a petición de Lenin para cruzar Alemania fue de refilón cuando ya la revolución estaba en curso y nadie en su sano juicio intenta establecer un enlace entre la ideología de Ludendorff y Lenin. "Lenin derrocará a los patriotas rusos", predijo Ludendorff, "y luego lo estrangularé a él y a todos sus amigos"
Lo de los empresarios alemanes, no sé, creo que no.
Cuando en abril de 1917 el Gobierno germano puso un tren sellado a Lenin y su séquito para que cruzasen tranquilamente Alemania, la revolución que estaba en marcha era la de febrero, no la bolchevique, que la tenían que hacer ellos. Al año siguiente Lenin, ya plenamente instalado en el poder, devolvió el favor a los alemanes con el Tratado de Brest-Litovsk, haciendo la paz con ellos (que pudieron concentrarse en el frente occidental) y entregándoles nada que menos que Finlandia, los países bálticos, Polonia, parte de Bielorrusia, Besarabia y Ucrania.
Empresarios que estuvieron implicados en la trama alemana de ayuda y financiación a los bolcheviques fueron por ejemplo Alexander Parvus y Yakob Fürstenberg.
Pero de refilón.
A nadie se le ocurre por todo ello establecer una similitud ideológica entre el Imperio alemán y los bolcheviques, por supuesto, pero el argumento de que Hitler era de derechas porque contó con el apoyo de los conservadores y los industriales anda que no se repite hasta la saciedad.
La ayuda fue mínima, como ya he dicho, la revolución ya estaba en curso y cuando Lenin hizo la petición de atravesar el país, Ludendroff se limitó a acceder a esa petición y a sellar el tren (Lenin pagó los billetes) también a petición de Lenin para que no se le pudiese tachar de colaboracionista. Lenin no necesitó hacer ninguna promesa a cambio, Ludendroff ya sabía que los bolches tenían en su programa como eje político principal el sacar a Rusia de la guerra. Recordemos que uno de los pilares de la izquierda era el internacionalismo y el rechazo a la PGM - díselo a Hitler, ese "repentino ultranacionalista" pangermánico y gran izquierdista marxista que en 1914 consiguió por todos los medios alistarse en el ejército alemán rechazando alistarse en el ejército austriaco (austro-húngaro) por ser de "razas mixtas".
Cuando llegaron al poder, los bolches negociaron en Brest-Litovsk precisamente eso: tierras a cambio del armisticio y sobre todo no influir en el gobierno revolucionario porque sabían que el Zar había perdido la guerra y estaban en manos de los alemanes. Los alemanes ya se encontraban en una situación critica y con la entrada reciente de las tropas americanas en la guerra necesitaban concentrar lo antes posible sus esfuerzos en un solo frente.
Respecto a la financiación por parte de empresarios alemanes, Parvus era un bielorruso judío revolucionario Narodnik afincado en Alemania que había participado en la revolución de 1905 y que había hecho fortuna con la venta de armas. Era un doble agente alemán igual que Fürstenberg, otro judío polaco que había hecho dinero con el contrabando. La mayor parte del dinero la pusieron ellos mismos, la mayoría de la financiación bolchevique vino de los contactos de Trotski con los banqueros judíos. Esa es la supuesta financiación por parte de empresarios alemanes.
Afri, lo que era Hitler era un antiliberal supremo. A mi este tipo de libros me da la sensación que sirven para querer desacreditar al colectivismo y a la izquierda en pro de buscar el monopensamiento "liberal" que nos lleva a la implantación de facto del Antiguo Régimen, volver al siglo XIX.
Este tipo de libros son libros de historia, escritos por reputados historiadores y publicados por prestigiosas editoriales, que contribuyen al debate historiográfico. Que no estamos hablando de panfletos publicados por algún grupo extremista. Y es que afortunadamente no existe una única historia oficial y es materia de debate.
En cuanto a tu cacao con los liberales que nos quieren llevar al Antiguo Régimen del siglo XIX pues eso, que menudo cacao.
Yo no tengo nada en contra de los liberales o el liberalismo, tengo en contra de aquellos que se llaman liberales y no lo son. Gente que intenta sustituir a las clases privilegiadas de antaño bajo una falsa idea de libertad acabando con las conquistas del colectivismo en el siglo XX, destruyendo el Estado de Bienestar y creando una sociedad más egoista a la que puedan dominar desde su posición económica dominante.
Ya, pero te estás yendo por los cerros de Úbeda cosa mala y estás metiendo libros de historia dentro de una conspiración masónico-ultraderechista, en contubernio con la subversión neoliberal-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece. Céntrate, Vlad, que estamos a otra cosa.
Yo entiendo que en un foro básicamente progresista como este, decir que Mussolini y Hitler son productos de la gran familia de la izquierda exalte los ánimos de más de uno, hinche las venas del cuello, haga rechinar los piños y apretar los puños y os den ganas de matarme, pero es que no tengo la culpa de que los historiadores investiguen y publiquen libros contando cosas que no siempre nos tienen que gustar. Así es la vida y los mantras sobre nuestra historia reciente que siempre nos han contado van cayendo irremediablemente uno tras otro. Gracias a eso sabemos que es mentira que Franco torease a Hitler en Hendaya, que las bombas atómicas no fueron tan necesarias para que Japón se rindiese y que el fascismo y el nazismo se originaron en la izquierda.
Que Mussolini fue un destacado socialista es harto sabido, pero volviendo a Hitler, pensad una cosa. A pesar de lo que contara en Mein Kampf, el tipo no fue un acérrimo nacionalista toda su vida. El momento clave en que se transformó en nazi, su camino a Damasco, fue la firma del Tratado de Versalles, en junio de 1919. Aquel documento responsabilizaba a Alemania de la guerra, le arrebataba sus colonias y la obligaba a pagar astrónomicas sumas de dinero a los países vencedores. Fue una tremenda humillación para un país que había sido una gran potencia y un imperio, que se vería sumido en poco tiempo en una gran crisis económica con una hiperinflación de cojones y de hecho sería la excusa perfecta para que los nazis hicieran de las suyas en el futuro. Los países que sometieron a Alemania a semejante vergüenza no eran comunistas, eran muy capitalistas y mucho capitalistas. Hasta aquel momento el comunismo se había sentido como una amenaza, pero los bolcheviques habían firmado la paz con Alemania el año anterior (sacando a Rusia de la guerra) y la República Soviética de Baviera (a la cual había servido Hitler) había sido aplastada. A partir de entonces no pocos ultranacionalistas germanos vieron en las muy democráticas y capitalistas potencias occidentales a los grandes enemigos de Alemania. Por algo en 1922 Alemania y la Rusia soviética volvieron a firmar un tratado, esta vez en Rapallo, que sería un auténtico antecesor del Pacto Ribbentrop-Mólotov, ya que a partir de entonces, entre otras cosas, se inició una estrecha colaboración militar germano-soviética que duraría varios años.
En ese clima, en la cabeza del soldado Adolf Hitler se mezcló su repentino ultranacionalismo, sus vagas ideas republicanas y sus nuevos sentimientos anticapitalistas y antisemitas motivados por el Tratado de Versalles y por influencia de Gottfried Feder, que echaba pestes del "capitalismo judío" (en aquella época los males de un país siempre se achacaban a una conspiración, o varias, que era judías por defecto). Y lógicamente se dejó atraer por un pequeño partido que defendía la idea de un socialismo nacional alemán. El anticomunismo le vendría por influencia del exiliado báltico y feroz antibolchevique Alfred Rosenberg, aunque en esta época Hitler veía en el bolchevismo simplemente una enfermedad que había a dejado Rusia incapacitada para la guerra y minado el esfuerzo bélico alemán. Para él el comunismo y el capitalismo no eran solo caras de una misma moneda, sino que el primero estaba subordinado al segundo: el bolchevismo tenía la función de socavar las economías nacionales de los Estados para que fueran tomadas fácilmente por las fuerzas del capitalismo internacional. Por supuesto todo ello dirigido por los judíos.
Y con esto ya estaría.
Una pregunta Afri, ¿por qué Hitler ayudo a Franco y no a la República?.
Mucho le agradezco el sincero enjuiciamiento que me envía de la situación en el Vietnam del Sur y los esfuerzos políticos y diplomáticos que, paralelamente a los militares, los Estados Unidos vienen desarrollando para abrir paso a un arreglo pacífico. Comprendo vuestras responsabilidades como nación rectora en esta hora del mundo y comparto vuestro interés y preocupación, de los que los españoles nos sentimos solidarios en todos los momentos. Comprendo igualmente que un abandono militar de Vietnam por parte de los Estados Unidos afectaría a todo el sistema de seguridad del mundo libre.
Mi experiencia militar y política me permite apreciar las grandes dificultades de la empresa en que os veis empeñados: la guerra de guerrillas en la selva ofrece ventajas a los elementos indígenas subversivos que con muy pocos efectivos pueden mantener en jaque a contingentes de tropas muy superiores; las más potentes armas pierden su eficacia ante la atomización de los objetivos; no existen puntos vitales que destruir para que la guerra termine; las comunicaciones se poseen en precario y su custodia exige cuantiosas fuerzas. Con las armas convencionales se hace muy difícil acabar con la subversión. La guerra en la jungla constituye una aventura sin límites.
Por otra parte, aun reconociendo la insoslayable cuestión de prestigio que el empeño pueda presentar para vuestro país, no se puede prescindir de pesar las consecuencias inmediatas al conflicto. Cuanto más se prolongue la guerra, más empuja al Vietnam a ser fácil presa del imperialismo chino, y aun suponiendo que pueda llegar a quebrantarse la fortaleza del Vietcong, subsistirá por mucho tiempo la acción larvada de las guerrillas, que impondrá la ocupación prolongada del país en que siempre seréis extranjeros. Los resultados, como veis, no parecen estar en relación con los sacrificios.
La subversión en el Vietnam, aunque a primera vista se presente como un problema militar, constituye, a mi juicio, un hondo problema político; está incluido en el destino de los pueblos nuevos. No es muy fácil al Occidente comprender la entraña y la raíz de sus cuestiones. Su lucha por la independencia ha estimulado sus sentimientos nacionalistas; la falta de intereses que conservar y su estado de pobreza les empuja hacia el social-comunismo, que les ofrece mayores posibilidades y esperanzas que el sistema liberal patrocinado por el Occidente, que les recuerda la gran humillación del colonialismo.
Los países se inclinan en general al comunismo, porque, aparte de su poder de captación, es el único camino eficaz que se les deja. El juego de las ayudas comunistas rusa y china viene siendo para ellos una cuestión de oportunidad y de provecho.
Es preciso no perder de vista estos hechos. Las cosas son como son y no como nosotros quisiéramos que fueran. Se necesita trabajar con las realidades del mundo nuevo y no con quimeras. ¿No es Rusia una realidad con la que ha habido que contar? ¿No estaremos en esta hora sacrificando el futuro a aparentes imperativos del presente? A mi juicio, hay que ayudar a estos pueblos a encontrar su camino político, lo mismo que nosotros hemos encontrado el nuestro.
Ante los hechos nuevos, no es posible sostener la rigidez de las viejas posiciones. Una cosa es lo que puedan acordar las grandes naciones en Ginebra y otra es el que tales decisiones agraden a los pueblos. Es difícil de defender en el futuro y ante los ojos del mundo esa división artificial de los países, que si fue conveniencia de momento dejará siempre abierta una aspiración a la unidad.
Comprendo que el problema es muy complejo y que está presidido por el interés americano de defender a las naciones del sudeste asiático de la amenaza comunista; pero siendo ésta de carácter eminentemente político, no es sólo por la fuerza de las armas como esta amenaza puede desaparecer.
Al observar, como hacemos, los sucesos desde esta área europea, cabe que nos equivoquemos. Guardamos, sin embargo, la esperanza de que todo pueda solucionarse, ya que en el fondo, los principales actores aspiran a lo mismo: los Estados Unidos, a que el comunismo chino no invada los territorios del sudeste asiático; los Estados del sudeste asiático, a mantener a China lo más alejada de sus fronteras; Rusia, a su vez, a que su futura rival, China, no se extienda y crezca, y Ho Chi Minh, por su parte, a unir al Vietnam en un Estado fuerte y a que China no lo absorba.
No conozco a Ho Chi Minh, pero por su historia y sus empeños en expulsar a los japoneses, primero, a los chinos después y a los franceses más tarde, hemos de conferirle un crédito de patriota, al que no puede dejar indiferente el aniquilamiento de su país. Y dejando a un lado su reconocido carácter de duro adversario, podría sin duda ser el hombre de esta hora, el que el Vietnam necesita.
En este interés superior de salvar al pueblo vietnamita y a los pueblos del sudeste asiático, creo que vale la pena de que todos sacrifiquen algo.
He deseado, mi querido Presidente, haceros estas reflexiones confidenciales en el lenguaje directo de la amistad. Aunque sé que muchas están en vuestro ánimo, le expongo lealmente mi juicio con el propósito de ayudar al mejor servicio de la paz. y del futuro de los pueblos asiáticos.
Ya, ya lo sabía, pero no era tanto una cuestión de izquierdas o derechas como que Franco consideraba a Ho Chi Minh un buen patriota.
Por cierto, durante la WWII Hoh Chi minh fue el más valioso aliado de los EEUU en el Sudeste Asiático, sólo cuando los yanquis tuvieron que escoger entre vietnamitas o franceses pasó Ho a ser "malo".
La ayuda fue mínima, como ya he dicho, la revolución ya estaba en curso y cuando Lenin hizo la petición de atravesar el país, Ludendroff se limitó a acceder a esa petición y a sellar el tren (Lenin pagó los billetes) también a petición de Lenin para que no se le pudiese tachar de colaboracionista. Lenin no necesitó hacer ninguna promesa a cambio, Ludendroff ya sabía que los bolches tenían en su programa como eje político principal el sacar a Rusia de la guerra.
Estás mintiendo. La propuesta no partió de Lenin, sino del ministro de Exteriores alemán Arthur Zimmermann, muy fan de las conspiraciones, y se realizó a través de Parvus y Fürstenberg. Lenin la aceptó.
Recordemos que uno de los pilares de la izquierda era el internacionalismo y el rechazo a la PGM - díselo a Hitler, ese "repentino ultranacionalista" pangermánico y gran izquierdista marxista que en 1914 consiguió por todos los medios alistarse en el ejército alemán rechazando alistarse en el ejército austriaco (austro-húngaro) por ser de "razas mixtas".
Estás dando por cierto lo que contó Hitler en Mein Kampf y que fue desmentido por los historiadores hace décadas. Hoy sabemos que su radicalización no se produjo antes de la Primera Guerra Mundial o ni siquiera durante la misma, sino después. Hitler mintió sobre su vida. Y por cierto, si no entró en el ejército austrohúngaro fue porque no pasó un examen médico en Salzburgo, en febrero de 1914. Es cierto que durante su estancia en Viena trató de eludir el servicio militar en una época en la que era un ser absolutamente marginal que sobrevivía en un albergue, pero las autoridades austriacas dieron con él cuando ya vivía en Múnich y tuvo que presentarse al reconocimiento médico que no pasó porque estaba hecho un asco debido a su indigente existencia. Paradójicamente, el estallido de la guerra unos meses más tarde le dio la oportunidad de tener una vida.
Afri, lo que era Hitler era un antiliberal supremo. A mi este tipo de libros me da la sensación que sirven para querer desacreditar al colectivismo y a la izquierda en pro de buscar el monopensamiento "liberal" que nos lleva a la implantación de facto del Antiguo Régimen, volver al siglo XIX.
Este tipo de libros son libros de historia, escritos por reputados historiadores y publicados por prestigiosas editoriales, que contribuyen al debate historiográfico. Que no estamos hablando de panfletos publicados por algún grupo extremista. Y es que afortunadamente no existe una única historia oficial y es materia de debate.
En cuanto a tu cacao con los liberales que nos quieren llevar al Antiguo Régimen del siglo XIX pues eso, que menudo cacao.
Yo no tengo nada en contra de los liberales o el liberalismo, tengo en contra de aquellos que se llaman liberales y no lo son. Gente que intenta sustituir a las clases privilegiadas de antaño bajo una falsa idea de libertad acabando con las conquistas del colectivismo en el siglo XX, destruyendo el Estado de Bienestar y creando una sociedad más egoista a la que puedan dominar desde su posición económica dominante.
Ya, pero te estás yendo por los cerros de Úbeda cosa mala y estás metiendo libros de historia dentro de una conspiración masónico-ultraderechista, en contubernio con la subversión neoliberal-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece. Céntrate, Vlad, que estamos a otra cosa.
Yo entiendo que en un foro básicamente progresista como este, decir que Mussolini y Hitler son productos de la gran familia de la izquierda exalte los ánimos de más de uno, hinche las venas del cuello, haga rechinar los piños y apretar los puños y os den ganas de matarme, pero es que no tengo la culpa de que los historiadores investiguen y publiquen libros contando cosas que no siempre nos tienen que gustar. Así es la vida y los mantras sobre nuestra historia reciente que siempre nos han contado van cayendo irremediablemente uno tras otro. Gracias a eso sabemos que es mentira que Franco torease a Hitler en Hendaya, que las bombas atómicas no fueron tan necesarias para que Japón se rindiese y que el fascismo y el nazismo se originaron en la izquierda.
Que Mussolini fue un destacado socialista es harto sabido, pero volviendo a Hitler, pensad una cosa. A pesar de lo que contara en Mein Kampf, el tipo no fue un acérrimo nacionalista toda su vida. El momento clave en que se transformó en nazi, su camino a Damasco, fue la firma del Tratado de Versalles, en junio de 1919. Aquel documento responsabilizaba a Alemania de la guerra, le arrebataba sus colonias y la obligaba a pagar astrónomicas sumas de dinero a los países vencedores. Fue una tremenda humillación para un país que había sido una gran potencia y un imperio, que se vería sumido en poco tiempo en una gran crisis económica con una hiperinflación de cojones y de hecho sería la excusa perfecta para que los nazis hicieran de las suyas en el futuro. Los países que sometieron a Alemania a semejante vergüenza no eran comunistas, eran muy capitalistas y mucho capitalistas. Hasta aquel momento el comunismo se había sentido como una amenaza, pero los bolcheviques habían firmado la paz con Alemania el año anterior (sacando a Rusia de la guerra) y la República Soviética de Baviera (a la cual había servido Hitler) había sido aplastada. A partir de entonces no pocos ultranacionalistas germanos vieron en las muy democráticas y capitalistas potencias occidentales a los grandes enemigos de Alemania. Por algo en 1922 Alemania y la Rusia soviética volvieron a firmar un tratado, esta vez en Rapallo, que sería un auténtico antecesor del Pacto Ribbentrop-Mólotov, ya que a partir de entonces, entre otras cosas, se inició una estrecha colaboración militar germano-soviética que duraría varios años.
En ese clima, en la cabeza del soldado Adolf Hitler se mezcló su repentino ultranacionalismo, sus vagas ideas republicanas y sus nuevos sentimientos anticapitalistas y antisemitas motivados por el Tratado de Versalles y por influencia de Gottfried Feder, que echaba pestes del "capitalismo judío" (en aquella época los males de un país siempre se achacaban a una conspiración, o varias, que era judías por defecto). Y lógicamente se dejó atraer por un pequeño partido que defendía la idea de un socialismo nacional alemán. El anticomunismo le vendría por influencia del exiliado báltico y feroz antibolchevique Alfred Rosenberg, aunque en esta época Hitler veía en el bolchevismo simplemente una enfermedad que había a dejado Rusia incapacitada para la guerra y minado el esfuerzo bélico alemán. Para él el comunismo y el capitalismo no eran solo caras de una misma moneda, sino que el primero estaba subordinado al segundo: el bolchevismo tenía la función de socavar las economías nacionales de los Estados para que fueran tomadas fácilmente por las fuerzas del capitalismo internacional. Por supuesto todo ello dirigido por los judíos.
Y con esto ya estaría.
Una pregunta Afri, ¿por qué Hitler ayudo a Franco y no a la República?.
Porque le convenía que en un país europeo como España se instaurase un régimen fascista en lugar de lo que había, una república democrática afín a Francia.
La ayuda fue mínima, como ya he dicho, la revolución ya estaba en curso y cuando Lenin hizo la petición de atravesar el país, Ludendroff se limitó a acceder a esa petición y a sellar el tren (Lenin pagó los billetes) también a petición de Lenin para que no se le pudiese tachar de colaboracionista. Lenin no necesitó hacer ninguna promesa a cambio, Ludendroff ya sabía que los bolches tenían en su programa como eje político principal el sacar a Rusia de la guerra.
Estás mintiendo. La propuesta no partió de Lenin, sino del ministro de Exteriores alemán Arthur Zimmermann, muy fan de las conspiraciones, y se realizó a través de Parvus y Fürstenberg. Lenin la aceptó.
Falso, lo propuso Lenin a través de un político suizo, Fritz Platten, secretario del Partido Socialdemócrata y este consiguió un acuerdo con Ludendorff para que Lenin y sus compañeros pudieran atravesar Alemania.
Recordemos que uno de los pilares de la izquierda era el internacionalismo y el rechazo a la PGM - díselo a Hitler, ese "repentino ultranacionalista" pangermánico y gran izquierdista marxista que en 1914 consiguió por todos los medios alistarse en el ejército alemán rechazando alistarse en el ejército austriaco (austro-húngaro) por ser de "razas mixtas".
Estás dando por cierto lo que contó Hitler en Mein Kampf y que fue desmentido por los historiadores hace décadas. Hoy sabemos que su radicalización no se produjo antes de la Primera Guerra Mundial o ni siquiera durante la misma, sino después. Hitler mintió sobre su vida. Y por cierto, si no entró en el ejército austrohúngaro fue porque no pasó un examen médico en Salzburgo, en febrero de 1914. Es cierto que durante su estancia en Viena trató de eludir el servicio militar en una época en la que era un ser absolutamente marginal que sobrevivía en un albergue, pero las autoridades austriacas dieron con él cuando ya vivía en Múnich y tuvo que presentarse al reconocimiento médico que no pasó porque estaba hecho un asco debido a su indigente existencia. Paradójicamente, el estallido de la guerra unos meses más tarde le dio la oportunidad de tener una vida.
Existen documentos y testimonios que confirman que Hitler, ya en 1913 era nacionalista pangermánico, militarista y su amigo Kubizek asegura que ya era un exacerbado antisemita en Linz.
Quiso esquivar el servicio militar en Austria pero le localizaron en Munich y tuvo que viajar a Salzburgo para presentarse a filas si no quería perder los derechos a su herencia. Su estado deplorable por malvivir y probablemente su éxito en fingir alguna enfermedad lo declararon no apto.
Sin embargo cuando estalló la PGM decidió incorporarse a filas en Munich e hizo todo lo posible para alistarse, presentándose voluntario para incorporarse al ejército bávaro, lo que le sirvió de salvoconducto para permitir ser incorporado a filas en agosto 1914.
Todo muy de izquierdas antimilitarista internacionalista marxista, efectivamente.
No sé si mientes -como Hitler- o es que no tienes ni puta idea, pero lo que estás diciendo es una mezcla de falsedades y rollos desmentidos hace mucho.
Para quien le interese, con respecto al tren de Lenin recomiendo el libro homónimo de Catherine Merridale.
Comentarios
Los partidos liberales eran testimoniales y fueron precisamente los grandes capitalistas, los empresarios (como Krupp) y la gran banca los que auparon a Hitler con entusiasmo junto con conservadores, monárquicos...
El Hayek andaba un poco despistado...
Y su testimonio será todo lo despistado que me cuentes tú pero, a diferencia del nuestro, es en primera persona
Pero qué sabrá él
Los ultracapitalistas no dejáis de asombrar.
PS: a Hayek no le caían mal los dictadores.
Todos sabemos que Hayek sabía menos de la política alemana, que una amante de tiranos comunistas.
Bueno, los socialdemócratas siempre fueron algo débiles contra las extremistas totalitarios comunistas y fascistas. Los mencheviques lo pagaron caro en Rusia, y los SPD con los nazis. Eso cambió un poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se volvieron los mas fuertes adversarios en la democracia de estos extremos. El terror de esos extremistas en España era paradójicamente el PSOE de Felipe González, con su GAL, y en Venezuela Acción Democrática, de Rómulo Betancourt, de hecho, los chavistas odian a los adecos peor que a cualquier nazi, porque fueron duros, muy duros, contra los comunistas en la lucha antiguerrillera cuando estuvieron en el poder los primeros años de la democracia, y sacaron a los comunistas de los sindicatos petroleros que eran los más importantes. Lamentablemente un presidente socialcristiano, Rafael Caldera, un viejo pacificador y conciliador con la extrema izquierda, ya que había "pacificado" el país en la década de los setenta, fue el que indultó a Chávez y le abrió la puerta de la política, algo que los adecos habían rechazado. Otro ingenuo menchevique, pero socialcristiano.
Por cierto, a Hugo Chávez en 1998, lo financió el grupo Cisneros, grandes empresarios de las telecomunicaciones. Hay empresarios estúpidos que creen que estos locos puede ser manejados si son ellos quienes los financian. Pasó con Hitler, y pasó con Lenin, y pasará con el que sea, porque la política siempre es un negocio de oportunidades de inversión.
Ahora nos traes los referentes básicos del capitalismo que nos mostraste el otro día ¿Recuerdas? El que no aparecía ni en google y el italiano ortodoxo de la escuela neokeynesiana
Lo que no entiendo es cómo tú te traes a un ultracapitalista que dice que Hitler se cargó a los capitalistas si fueron ellos, los mismos capitalistas, los que lo llevaron al poder.
De ahí que Hayek es un cero a la izquierda, como todos sabemos y es la razón por la que "la escuela austriaca" no se estudia en las facultades de economía que quieren mantener cierta seriedad y prestigio.
Hayek es un nobel como Keynes. Puede estar equivocado o no, DA IGUAL, pero en lo suyo no es un referente, es EL REFERENTE. Pero tú le vas a explicar que es el capitalismo y que hizo en la guerra. Sus 130 artículos y 25 libros a la mierda, lo que nos pongas tú aquí es lo que vale.
Hace dos mensajes eran testimoniales. Ahora sin ellos los nazis no hubiesen tocado pelito, en fin. Y no entiendo tu perra con la escuela austríaca, he dicho como mil veces que yo no lo soy pero sigues aplicándome el mismo cliché again and again. La teoría de ciclos es un camelo, haséctalo ya.
Bueno, también es verdad que Obama tiene el premio Nobel de la paz...
Ah sí, la organización terrorista esa, claro. Y ultraliberal también
No se te olvide que asesoró a Pinochet y a Salazar. A los chinos y a todo el que le quiso escuchar también pero eso no viste ya tanto.
A Hayek también le iba la marcha de Pinochet...
Adam Smith y los padres de la revolución francesa quemarían al 95% de los que definen como liberales en España.
Yo no tengo nada en contra de los liberales o el liberalismo, tengo en contra de aquellos que se llaman liberales y no lo son. Gente que intenta sustituir a las clases privilegiadas de antaño bajo una falsa idea de libertad acabando con las conquistas del colectivismo en el siglo XX, destruyendo el Estado de Bienestar y creando una sociedad más egoista a la que puedan dominar desde su posición económica dominante.
Se descubre quien es realmente liberal o no, cuando está a favor o en contra de la libre asociación. En el siglo XIX habían prohibiciones de formar asociaciones gremiales, vamos, sindicatos, y mucho menos presionar con huelgas. Si crees en la libertad, debe defender tanto el que no se quiera asociar, como el que sí lo quiere hacer. Así que ese famoso liberalismo del Siglo XIX era uno bastante negador de derechos, por tanto, no era liberalismo propiamente, en el sentido integral del termino.
Cuando en abril de 1917 el Gobierno germano puso un tren sellado a Lenin y su séquito para que cruzasen tranquilamente Alemania, la revolución que estaba en marcha era la de febrero, no la bolchevique, que la tenían que hacer ellos. Al año siguiente Lenin, ya plenamente instalado en el poder, devolvió el favor a los alemanes con el Tratado de Brest-Litovsk, haciendo la paz con ellos (que pudieron concentrarse en el frente occidental) y entregándoles nada que menos que Finlandia, los países bálticos, Polonia, parte de Bielorrusia, Besarabia y Ucrania.
Empresarios que estuvieron implicados en la trama alemana de ayuda y financiación a los bolcheviques fueron por ejemplo Alexander Parvus y Yakob Fürstenberg.
Pero de refilón.
A nadie se le ocurre por todo ello establecer una similitud ideológica entre el Imperio alemán y los bolcheviques, por supuesto, pero el argumento de que Hitler era de derechas porque contó con el apoyo de los conservadores y los industriales anda que no se repite hasta la saciedad.
Ya, pero te estás yendo por los cerros de Úbeda cosa mala y estás metiendo libros de historia dentro de una conspiración masónico-ultraderechista, en contubernio con la subversión neoliberal-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece. Céntrate, Vlad, que estamos a otra cosa.
Yo entiendo que en un foro básicamente progresista como este, decir que Mussolini y Hitler son productos de la gran familia de la izquierda exalte los ánimos de más de uno, hinche las venas del cuello, haga rechinar los piños y apretar los puños y os den ganas de matarme, pero es que no tengo la culpa de que los historiadores investiguen y publiquen libros contando cosas que no siempre nos tienen que gustar. Así es la vida y los mantras sobre nuestra historia reciente que siempre nos han contado van cayendo irremediablemente uno tras otro. Gracias a eso sabemos que es mentira que Franco torease a Hitler en Hendaya, que las bombas atómicas no fueron tan necesarias para que Japón se rindiese y que el fascismo y el nazismo se originaron en la izquierda.
Que Mussolini fue un destacado socialista es harto sabido, pero volviendo a Hitler, pensad una cosa. A pesar de lo que contara en Mein Kampf, el tipo no fue un acérrimo nacionalista toda su vida. El momento clave en que se transformó en nazi, su camino a Damasco, fue la firma del Tratado de Versalles, en junio de 1919. Aquel documento responsabilizaba a Alemania de la guerra, le arrebataba sus colonias y la obligaba a pagar astrónomicas sumas de dinero a los países vencedores. Fue una tremenda humillación para un país que había sido una gran potencia y un imperio, que se vería sumido en poco tiempo en una gran crisis económica con una hiperinflación de cojones y de hecho sería la excusa perfecta para que los nazis hicieran de las suyas en el futuro. Los países que sometieron a Alemania a semejante vergüenza no eran comunistas, eran muy capitalistas y mucho capitalistas. Hasta aquel momento el comunismo se había sentido como una amenaza, pero los bolcheviques habían firmado la paz con Alemania el año anterior (sacando a Rusia de la guerra) y la República Soviética de Baviera (a la cual había servido Hitler) había sido aplastada. A partir de entonces no pocos ultranacionalistas germanos vieron en las muy democráticas y capitalistas potencias occidentales a los grandes enemigos de Alemania. Por algo en 1922 Alemania y la Rusia soviética volvieron a firmar un tratado, esta vez en Rapallo, que sería un auténtico antecesor del Pacto Ribbentrop-Mólotov, ya que a partir de entonces, entre otras cosas, se inició una estrecha colaboración militar germano-soviética que duraría varios años.
En ese clima, en la cabeza del soldado Adolf Hitler se mezcló su repentino ultranacionalismo, sus vagas ideas republicanas y sus nuevos sentimientos anticapitalistas y antisemitas motivados por el Tratado de Versalles y por influencia de Gottfried Feder, que echaba pestes del "capitalismo judío" (en aquella época los males de un país siempre se achacaban a una conspiración, o varias, que era judías por defecto). Y lógicamente se dejó atraer por un pequeño partido que defendía la idea de un socialismo nacional alemán. El anticomunismo le vendría por influencia del exiliado báltico y feroz antibolchevique Alfred Rosenberg, aunque en esta época Hitler veía en el bolchevismo simplemente una enfermedad que había a dejado Rusia incapacitada para la guerra y minado el esfuerzo bélico alemán. Para él el comunismo y el capitalismo no eran solo caras de una misma moneda, sino que el primero estaba subordinado al segundo: el bolchevismo tenía la función de socavar las economías nacionales de los Estados para que fueran tomadas fácilmente por las fuerzas del capitalismo internacional. Por supuesto todo ello dirigido por los judíos.
Y con esto ya estaría.
La ayuda fue mínima, como ya he dicho, la revolución ya estaba en curso y cuando Lenin hizo la petición de atravesar el país, Ludendroff se limitó a acceder a esa petición y a sellar el tren (Lenin pagó los billetes) también a petición de Lenin para que no se le pudiese tachar de colaboracionista. Lenin no necesitó hacer ninguna promesa a cambio, Ludendroff ya sabía que los bolches tenían en su programa como eje político principal el sacar a Rusia de la guerra. Recordemos que uno de los pilares de la izquierda era el internacionalismo y el rechazo a la PGM - díselo a Hitler, ese "repentino ultranacionalista" pangermánico y gran izquierdista marxista que en 1914 consiguió por todos los medios alistarse en el ejército alemán rechazando alistarse en el ejército austriaco (austro-húngaro) por ser de "razas mixtas".
Cuando llegaron al poder, los bolches negociaron en Brest-Litovsk precisamente eso: tierras a cambio del armisticio y sobre todo no influir en el gobierno revolucionario porque sabían que el Zar había perdido la guerra y estaban en manos de los alemanes. Los alemanes ya se encontraban en una situación critica y con la entrada reciente de las tropas americanas en la guerra necesitaban concentrar lo antes posible sus esfuerzos en un solo frente.
Respecto a la financiación por parte de empresarios alemanes, Parvus era un bielorruso judío revolucionario Narodnik afincado en Alemania que había participado en la revolución de 1905 y que había hecho fortuna con la venta de armas. Era un doble agente alemán igual que Fürstenberg, otro judío polaco que había hecho dinero con el contrabando. La mayor parte del dinero la pusieron ellos mismos, la mayoría de la financiación bolchevique vino de los contactos de Trotski con los banqueros judíos. Esa es la supuesta financiación por parte de empresarios alemanes.
Una pregunta Afri, ¿por qué Hitler ayudo a Franco y no a la República?.
Por cierto, durante la WWII Hoh Chi minh fue el más valioso aliado de los EEUU en el Sudeste Asiático, sólo cuando los yanquis tuvieron que escoger entre vietnamitas o franceses pasó Ho a ser "malo".
Estás mintiendo. La propuesta no partió de Lenin, sino del ministro de Exteriores alemán Arthur Zimmermann, muy fan de las conspiraciones, y se realizó a través de Parvus y Fürstenberg. Lenin la aceptó.
Estás dando por cierto lo que contó Hitler en Mein Kampf y que fue desmentido por los historiadores hace décadas. Hoy sabemos que su radicalización no se produjo antes de la Primera Guerra Mundial o ni siquiera durante la misma, sino después. Hitler mintió sobre su vida. Y por cierto, si no entró en el ejército austrohúngaro fue porque no pasó un examen médico en Salzburgo, en febrero de 1914. Es cierto que durante su estancia en Viena trató de eludir el servicio militar en una época en la que era un ser absolutamente marginal que sobrevivía en un albergue, pero las autoridades austriacas dieron con él cuando ya vivía en Múnich y tuvo que presentarse al reconocimiento médico que no pasó porque estaba hecho un asco debido a su indigente existencia. Paradójicamente, el estallido de la guerra unos meses más tarde le dio la oportunidad de tener una vida.
Porque le convenía que en un país europeo como España se instaurase un régimen fascista en lugar de lo que había, una república democrática afín a Francia.
De todas maneras, los nazis también vendieron armas (y estafaron) a la República.
Falso, lo propuso Lenin a través de un político suizo, Fritz Platten, secretario del Partido Socialdemócrata y este consiguió un acuerdo con Ludendorff para que Lenin y sus compañeros pudieran atravesar Alemania.
Existen documentos y testimonios que confirman que Hitler, ya en 1913 era nacionalista pangermánico, militarista y su amigo Kubizek asegura que ya era un exacerbado antisemita en Linz.
Quiso esquivar el servicio militar en Austria pero le localizaron en Munich y tuvo que viajar a Salzburgo para presentarse a filas si no quería perder los derechos a su herencia. Su estado deplorable por malvivir y probablemente su éxito en fingir alguna enfermedad lo declararon no apto.
Sin embargo cuando estalló la PGM decidió incorporarse a filas en Munich e hizo todo lo posible para alistarse, presentándose voluntario para incorporarse al ejército bávaro, lo que le sirvió de salvoconducto para permitir ser incorporado a filas en agosto 1914.
Todo muy de izquierdas antimilitarista internacionalista marxista, efectivamente.
No sé si mientes -como Hitler- o es que no tienes ni puta idea, pero lo que estás diciendo es una mezcla de falsedades y rollos desmentidos hace mucho.
Para quien le interese, con respecto al tren de Lenin recomiendo el libro homónimo de Catherine Merridale.