Roma, la ciudad eterna

Cyrang

el cairo es increible, la plaza tahrir (que no es mas que una gran rotonda) estaba detras de mi hotel y cruzar cualquiera de sus avenidas era una apuesta con la muerte. ibamos a cruzar, habia un semáforo, el único que vi en toda la ciudad, que se puso en rojo, uno de esos guardias de blanco que cuidan de los turistas, jugandose la vida, salto a la calzada y logro detener a las dos filas de coches que iban por el carril que taponaba y tardo mas de un minuto en lograr parar al resto, repito con el semáforo en rojo y un policía pitando en mitad de la calzada aun pasaban coches. a la vuelta no había policía y casi decidimos dormir en la acera.

Patroclo

Pues nada, que todo genial. Mucha gente, claro, pero con un poco de organización todo sale a las mil maravillas. Para los Museos Vaticanos es fundamental contratar una excursión con entrada preferente, nos dejaron en la Capilla Sixtina 20 minutos, para mí más que suficiente (más tiempo hubiese acabado en una indeseable tortícolis). El Panteón de Agripa (impresionante) hay que visitarlo por la mañana bien pronto, sin gente, porque por la tarde la cola da la vuelta a la plaza. Lo mismo para la Basílica de San Pedro (pasamos de entrar). El mausoleo de Adriano es imprescindible, aunque sea solo por las vistas (ya no digamos si existe interés por la historia). El Altar de la patria es grande y bonito, pero lo mejor es subir arriba y ver las vistas más impresionantes de Roma. Navona, Campo de Fiori, España, Popolo (y sus vistas desde el Pincio), Piazza di Pietra y su majestuoso templo de Adriano, el Campidoglio y Trevi son plazas elegantes, preciosas. El pintoresco barrio del Trastevere es encantador, la zona del gueto judío esconde algunos secretos interesantes, además de albergar emplazamientos y monumentos tan imprescindibles como el Largo di Torre de Argentina, el teatro Marcelo o el Pórtico de Ottavia. Y por supuesto, lo más de Roma son los Foros que, contratando entrada preferente, te incluyen también el Palatino y el Coliseo evitando las interminables colas que se forman desde primera hora. ¡La comida genial! Más caro que en España, pero vale la pena gastarse un poco más en una osteria o restaurante que ir a base de pizza al taglio o Tavola Calda. Se nos quedó en el tintero el Ara Pacis, el Mausoleo de Augusto, las temas de Caracalla, las Termas de Diocleciano, subir al Quirinale o al Gianicolo, la vía Appia y catacumbas... en fin, lo dejamos para otra vez, porque seguro que volvemos.