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La diñó Carrillo. Con 90 y tantos, para que digan que fumar es malo
Santiago Carrillo dará nombre a una vía o espacio singular de Madrid después de que el Pleno de Madrid, con los votos favorables de la oposición y la abstención del PP, haya aprobado la proposición presentada en este sentido por el Grupo Socialista.
Durante la votación de este punto del día los ediles populares no solo se han abstenido sino que hasta una docena abandonaron el hemiciclo. Con esta decisión, la capital honrará la memoria del histórico dirigente del Partido Comunista, que murió el pasado 18 de septiembre en Madrid a los 97 años de edad.
Según informa Europa Press, atrás quedan los rifirrafes a cuenta de los homenajes a personajes históricos, el último con Carrillo como protagonista, cuando la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, dijo que había que tener "grandeza de miras y mirar un poquitín a lo largo". "No nos vamos a guiar por lo que hizo IU no votando a que se diera el nombre de Manuel Fraga a un espacio público", añadió la regidora.
Por su parte, el portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Pérez, contestó a Botella, que tener altura de miras "no es incompatible con la consideración de la historia" y, después de agradecer la predisposición del PP a poner una calle o espacio público a Santiago Carrillo, recordó que eso "no pasó con las propuestas para hacer lo propio con personajes como Dolores Ibárruri o Julián Grimau".
Ya veremos si ofrece alguna novedad, o en cambio alguna noverdad más
Pues al final es lo segundo, claro
El otro día me pillé este librito, recién salido del horno:
Se trata de una especie de memorias póstumas, y tiene un capítulo entero dedicado a Paracuellos que ya me he leído. Se supone que en él Carrillo trata de explicar por fin la verdad sobre la matanza. Y en fin...
Lo que más gracia me ha hecho es que de repente, en la página 119, dice que ha conseguido enterarse de lo que realmente pasó gracias a un libro que se publicó el año pasado:
Sólo después de muchos años, leyendo algunos libros sobre la represión en Madrid y sobre todo El Holocausto español, de Paul Preston, me he convencido de lo que realmente sucedió.
O sea, que el tipo que dirigía la represión en Madrid en aquellos días no se ha enterado de lo que realmente sucedió hasta que no ha leído un libro sobre el tema 75 años después
En fin, el capítulo entero no tiene desperdicio, desde luego. Otra de sus noverdades es que a Carrillo le da por echar la culpa de la matanza al Gobierno de la República. En fin, al que sea menos a él, claro.
Pues nada, sigamos homenajeando a los que no lo merecen.
Se lo merece por su papel durante el franquismo y durante la Transicion, igual que elogiamos a Suarez por la Transicion y no por ser un politico del Movimiento.
Se lo merece por su papel durante el franquismo y durante la Transicion, igual que elogiamos a Suarez por la Transicion y no por ser un politico del Movimiento.
Un saludo
Lo que dice Hiperionn: Suárez no está implicado en una matanza.
Paul Preston ha sacado un libro sobre Carrillo donde lo pone a parir:
EL HISPANISTA DESCRIBE LA VIDA DEL LÍDER COMUNISTA COMO UN FRACASO SAZONADO DE MENTIRAS
Paul Preston ajusta cuentas con Carrillo
Antidemócrata, cacique, mentiroso y maquiavélico. Paul Preston desmonta a Santiago Carrillo sin ambages en la biografía El zorro rojo. La vida de Santiago Carrillo (Debate). En el libro Preston recupera sus investigaciones sobre la vinculación de Carrillo en la mayor atrocidad cometida en territorio republicano durante la Guerra Civil, en Paracuellos. El hispanista explica que Carrillo era el responsable de Orden Público y que él nombró como director de Seguridad a Segundo Serrano, quien “organizó a diario las sacas”. Por eso no concibe que el líder del Partido Comunista no lo supiera.
Pero más allá de esta tesis sostenida en su anterior libro, El Holocausto español. Odio y exterminio en la Guerra Civil y después, Preston afina sus aceradas críticas en el relato de la destrucción de cualquier disidencia y desobediencia que mantuvo el antiguo secretario general del PCE en su propio partido. Explica el historiador que una de las frases que más repetía Carrillo era la que mejor le define: “En la política, el arrepentimiento no existe. Uno se equivoca o acierta, pero no cabe el arrepentimiento”.
Preston acude a las entrevistas y memorias con las que Carrillo derramó y reinventó su biografía para aclarar que “en ninguno de esos libros se advierte nada parecido al arrepentimiento, y sí abundantes falsedades y confusiones deliberadas”. “Se podría llegar a la conclusión de que, si tuviera la posibilidad de vivir otra vez su vida, lo único que cambiaría sería la crónica de sus actos”, prescribe el historiador inglés nacido en Liverpool hace 67 años.
Ambición desmedida
Para Preston, Carrillo ha sido un hombre “tan pagado de sí mismo” que rechazó cualquier necesidad de contrición, pero no justifica “la constante necesidad de reinventar la historia de su vida”. Es precisamente en el capítulo titulado Una ambición sin límites (1930-1950), en el que narra las múltiples traiciones que lleva a cabo en el partido desde el exilio, empezando por su propio padre Wenceslao Carrillo.
“Cuando pides ponerte en comunicación conmigo olvidas que yo soy un comunista y tú un hombre que ha traicionado a su clase, que ha vendido a su pueblo. Entre un comunista y un traidor no puede haber relaciones de ningún género”, escribe con indignación en una carta contra su padre por haber secundado el intento de golpe de Estado de Segismundo Casado, el 5 de marzo de 1939 contra el presidente Negrín, y expresada en una “retórica estalinista absurdamente exagerada”, opina Preston.
Como Wenceslao no da crédito y se niega a creer que sea su hijo el autor de la misiva, piensa más en el dictado de La Pasionaria y Jesús Hernández, aunque inspirada por “el señor Stalin”. La carta del padre termina así: “Yo, Señor Stalin, había educado a mi hijo en el amor a la libertad, ustedes me lo han convertido a la esclavitud. Como le sigo queriendo, a pesar de tan monstruosa carta, procuraré, con el ejemplo, que vuelva al lugar del que no debiera haber salido nunca”. Transcurrieron casi veinte años hasta que Carrillo vio de nuevo a su padre.
La nueva publicación de Preston aparece al poco de Mi testamento político, publicado por Galaxia Gutenberg unos meses después de la muerte del líder comunista, en el que se justificaba y revisaba su evolución personal a partir de las circunstancias que le tocaron vivir. Complaciente consigo mismo, no apunta sus denuncias a los trotskistas, a sus ex compañeros socialistas o incluso a su padre, como señala Preston. El historiador revisa la vida de Carrillo en varias fases, en las que públicamente pasó de ser un agitador revolucionario, líder estalinista y héroe nacional gracias a su contribución al restablecimiento de la democracia.
Un tesoro nacional
Sin embargo, recuerda que sembró su camino de traiciones, además de la mencionada, a “Largo Caballero, Jesús Monzón, Carmen de Pedro, Joan Comorera, Francisco Antón, Fernando Claudín, Jorge Semprún, Javier Pradera y muchos, muchos más”. “Y hubo mentiras: sobre Paracuellos, Val d’Aran, la guerrilla, las diversas variantes de la gran huelga general y su relación con la Unión Soviética”, añade.
Preston acude a los informes de Carrillo a las asambleas sucesivas del Politburó y el Comité Central para mostrar su triunfalismo y falta de visión, en los que declaró que no podía esperarse nada de una monarquía inventada por Franco. “No obstante, a pesar de sus errores, llegado el momento de su muerte, Carrillo se había convertido en un tesoro nacional, ensalzado por destacadas figuras de la derecha”.
Tampoco es indulgente el historiador con la figura del político cuando abandona el partido en 1985, momento en el que Carrillo pasa a ganarse la vida como comentarista en los medios de comunicación y como escritor: “Sus lentas y meditadas aportaciones a programas de radio y televisión potenciaron su imagen de figura nacional reflexiva. Con su voz ronca y fumando un cigarrillo tras otro hasta el último día, su manera de manejarse ante los medios denotaba una honda satisfacción con su carrera”. Preston no tiene ninguna duda, la de Carrillo fue una vida de “fracasos sazonada por un optimismo imperecedero y recordada entre mentiras”.
El zorro rojo es un monumento a la cara menos amable de Santiago Carrillo, en el que Preston se explaya en descubrir el andamiaje de las mentiras con la que el protagonista remodeló su pasado. A pesar de todo, dice el hispanista que lo único que destaca de él es que “desempeñó un papel crucial en la transición a la democracia”, pero que su máxima prioridad fue él mismo y su propio interés. Así traicionó a camaradas y se adueñó de sus ideas. “Su ambición y la rigidez con la que la puso en práctica malbarataron los sacrificios y el heroísmo de las decenas de miles de militantes que sufrieron en la lucha contra Franco”, remata Preston. Si el arrepentimiento no existe, habrá que crearlo a la fuerza.
Una pregunta que dejo en el aire,¿desde cuando los comunistas han sido convencidos demócratas, desde cuando toleran la discrepancia interna, desde cuando no han promovido el culto al lider? creo que Carrillo no sufría otro mal que el que tenía su ideología.
Lo de Paracuellos es repuganantísimo. Pero lo de matar, delatar o purgar a los comunistas que aún quedaban en españa justo después de la guerra me parece incluso peor...
Precisamente la prueba de la diversidad enorme que hay dentro de la gente que se considera "comunista" son las innumerables luchas internas que ha habido a lo largo de la historia.
Pluralidad y diversidad que han sido siempre bien aceptadas por los líderes . El mal del comunismo es que tiende a ser totalitario, lo que convierte al régimen en una colmena dónde las reinas aspirantes al trono tienen que huir.
Es lo que pasa con tanta obsesión por "el líder", que todos quieren serlo y ninguno ser un segundón. Si te fijas, incluso las principales corrientes del comunismo adoptan nombres de sus líderes (leninismo, estalinismo, maoismo ...) Es algo que creo que no pasa con ninguna otra corriente ideológica del Mundo, excepto con el franquismo y el peronismo y excepto con las religiones (en las que tenemos incluso líderes que son directamente dioses ... como en Korea del Norte :risa:)
Además, el hecho de que Carrillo negara a partir de 1974 haber tenido conocimiento sobre los hechos de Paracuellos se contradecía con las felicitaciones que le llovieron en su momento. Entre el 6 y el 8 de marzo de 1937, el PCE celebró una muy publicitada reunión plenaria de su Comité Central en Valencia. Francisco Antón manifestaba: "Es difícil asegurar que en Madrid está aniquilada la Quinta Columna, pero lo que sí es cierto es que allí se han dado los golpes más fuertes... Y esto —hay que proclamarlo, muy alto— se debe a la preocupación del Partido y al trabajo abnegado, constante, de dos camaradas nuevos, pero tan queridos por nosotros como si fueran viejos militantes de nuestro Partido, el camarada Carrillo cuando fue consejero de Orden Público y el camarada Cazorla que lo es ahora. (Grandes aplausos)". Cuando se apagó la ovación, Carrillo se puso en pie y alabó "la gloria de que los combatientes de las JSU luchan con la garantía de una retaguardia cubierta, de una retaguardia limpia y libre de traidores. No es un crimen, no es una maniobra sino un deber exigir tal depuración".
Los comentarios vertidos entonces y después por comunistas españoles como La Pasionaria y Francisco Antón, agentes de la Comintern, Gorev y otros demuestran que se dio por sentado que los prisioneros eran quintacolumnistas y que Carrillo fue encomiado por eliminarlos.
Paul Preston, El zorro rojo: la vida de Santiago Carrillo, p. 89
Y con respecto al tema de Carrillo y Paracuellos, creo que no hace falta disir nada más.
Si, hace falta decir que con respecto al tema de Carrillo y Paracuellos no sabemos absolutamente nada. Si acaso podemos intuir que Carrillo no contó todo lo que sabía, o que sus detractores exageraron, e incluso inventaron aspectos sobre su implicación en el asunto a modo de propaganda anti-PCE. Faltan pruebas, simplemente.
¿Me estás contando que el no hay pruebas de que el jefe las fuerzas de seguridad de Madrid y presidente de la UJC tenga responsabilidad en el hecho de que milicianos de la UJC, actuando en funciones de agentes de seguridad, hicieran sacas entre los presos de una prisión de su jurisdicción y los ejecutaran (o se los entregaran a los milicianos de la CNT encargados de esa ejecución)? ¿Quizá es que era tonto y se enteraba de todo por la prensa? Carrillo ni era tonto ni era un incompetente, lo que sólo nos deja la opción de que fue un asesino.
Si, hace falta decir que con respecto al tema de Carrillo y Paracuellos no sabemos absolutamente nada.
Bueno, habla por ti, que estarás muy mal informado.
Yo sé, por ejemplo, que en marzo de 1937, en Valencia, el PCE en pleno felicitó a Carrillo por haberse cargado a los presos de Madrid. De hecho hasta se autofelicitó él mismo.
Lo que pone arriba, vamos, que no sé si lo has visto y tal.
En definitiva, sólo sabemos que no sabemos nada. Todo son especulaciones, casi todas interesadas.
El documento sobre las felicitaciones a Carrillo en Valencia ya lo publicó Ricardo de la Cierva en 1994. Como su padre fue asesinado en Paracuellos y es muy facha efectivamente lo podemos considerar como parte interesada. Ahora bien, ¿qué oscuro interés puede tener un historiador como Paul Preston -que encima es de izquierdas- en volver a sacar esto a la luz?
¿Lo sabes y das por cierto sin ningún tipo de duda?
Sí, de la misma forma que sé que eres una persona y no un alien, aunque nunca te haya visto el careto
Vaya, sí hay dudas.
¿Y quieres que yo lo sepa? Los mayores detractores de Carrillo estaban entre la propia izquierda española.
Las acusaciones contra ese señor sobre Paracuellos partieron de los franquistas, hasta que el historiador Ian Gibson (que también es de izquierdas, como Preston) publicó hace treinta años un libro muy interesante y muy bueno sobre el tema donde dudaba seriamente de las afirmaciones de Carrillo.
Desde entonces todos los historiadores que han escrito sobre el asunto, de izquierdas y de derechas, se han ido dando cuenta de que lo que siempre ha contado Carrillo al respecto no es más que una sarta de patrañas y que es imposible que no estuviera enterado de lo que hacían sus propios subordinados, y que por tanto él no tuviera alguna responsabilidad en la matanza.
Hoy hay bastante consenso al respecto, aunque tú por lo visto no te hayas enterado.
Y el que ha hablado de "especulaciones interesadas" has sido tú, por eso te preguntaba por el supuesto oscuro interés de Paul Preston en arremeter contra Carrillo.
Eso que describes es una teoría que es probable pero no por ello cierta, ya que no se ha demostrado que Carrillo tomara la decisión de ejecutar a esas personas. La cuestión es qué grado de responsabilidad hay que otorgarle. ¿Asesino? Sí, si firmó las ejecuciones; no, si no tuvo conocimiento, como él afirmó, de que se llevaran a cabo. También cabe la posibilidad de que mirase hacia otro lado, lo que, en tiempos de guerra, tampoco lo convertiría en Satán. En definitiva, sólo sabemos que no sabemos nada. Todo son especulaciones, casi todas interesadas.
No, Diego, no me creo que no tuviera conocimiento. El jefe de la policía de Madrid, cuyos agentes van a una cárcel, sacan a los presos y los ejecutan sólo tiene dos opciones: es un retrasado mental que no sirve para mandar a nadie o es un asesino ... y Carrillo no era ningún retrasado (y es muy lógico que dijera que el no sabía nada ... lo mismo dice desde la infanta hasta casi cualquier persona a la que imputen una acción delictiva). Blanco y en botella no puede ser vino, por mucho que te empeñes.
Y sí, en las guerras siempre hay mucho carnicero de retaguardia, eso no es ninguna disculpa.
Vaya, ahora dices que hay consenso en que probablemente Carrillo tuvo algún tipo de responsabilidad (que no sabemos cuál) sobre lo que hicieron sus subordinados.
Hombre, si no sabes leer mal vamos, porque ya me dirás dónde he dicho yo eso.
Sobre lo que hay consenso es que estuvo al tanto de la matanza (y por tanto siempre ha mentido al respecto) y que tuvo responsabilidad sobre la misma, dado el cargo que tenía. Las diferencias están en que unos lo consideran el principal responsable (cosa con la que no estoy de acuerdo) y otros uno de los principales responsables (cosa en la que sí estoy de acuerdo).
Yo no pongo la mano en el fuego por Carrillo. Veo que vosotros sí que pondríais la mano en el fuego por su culpabilidad y por su condición de asesino. Yo sólo digo que no hay pruebas que demuestren que Carrillo fue un asesino, nada más.
Hay pruebas de sobra de que él fue uno de los principales responsables de la matanza, tanto por su condición de consejero de Orden Público (y en consecuencia responsable de la represión en Madrid durante esas fechas) como por la de secretario general de las JSU, que fue la organización que acordó las sacas con la CNT (y existe un acta de la reunión en la que se decidió a quiénes se iba a fusilar y a quiénes no).
Yo no pongo la mano en el fuego por Carrillo. Veo que vosotros sí que pondríais la mano en el fuego por su culpabilidad y por su condición de asesino. Yo sólo digo que no hay pruebas que demuestren que Carrillo fue un asesino, nada más. No hay rigor jurídico en las especulaciones que puedan circular o en lo que uno u otro crea.
Si la pongo, no me cabe la más mínima duda de que es el responsable de esos asesinatos, aunque no existieran las pruebas que acaba de mencionar Afri (es cierto, eran la JSU, no las UJC :risa:) no veo que haya otra conclusión lógica. No estamos hablando ya del principio de la guerra, de sacas indiscriminadas de los anarquistas, sino de una matanza perfectamente planificada utilizando los medios y personal sobre lo que Carrillo decidía.
Enfrente, tenemos algo así como "yo no he sido". En un tribunal minimamente objetivo el caso dura tres minutos.
Si. Igual que puedo afirmar que la Infanta Cristina es una ladrona por mucho que diga que no sabía de donde venían los dineritos que engrosaban sus cuentas o por mucho que la fiscalía diga que no hay pruebas. No soy una persona mal pensada, pero tampoco estúpida.
Acaba de salir precisamente una biografía de Carrillo escrita por Paul Preston donde se cuenta todo lo que estoy diciendo, Diego. No sé si te has enterado.
En las dos últimas décadas, y dado que además de que no se ha encontrado ninguna orden de Hitler relacionada con el Holocausto, «parece improbable que Hitler diera una orden única y explícita para ejecutar la Solución Final», la historiografía se ha decantado (así, entre otros, Götz Aly en su estudio de 1995) por la idea de que nunca se tomó una decisión única y específica de matar a los judíos de Europa.
En relación a Hitler, cuyo papel principal habría sido el de una especie de árbitro entre los líderes nazis que fueron tomando las decisiones que desembocaron en el genocidio, el historiador Ian Kershaw ha hablado de su «autoridad carismática» como fuente del mecanismo psicológico mediante el cual sus subordinados trabajaban con
la expectativa de que [sus deseos e intenciones] eran las "pautas para la acción", con la certidumbre de que las acciones que estuvieran en consonancia con esos deseos e intenciones merecerían su aprobación y confirmación.
Así las cosas, su papel al respecto es menos evidente de lo que puede parecer a simple vista. Los historiadores no han llegado a ningún acuerdo claro en relación al grado de intervención directa de Hitler para dirigir la política de exterminio, lo que incluye el debate acerca de si hubo por su parte una orden o, incluso, si hubo necesidad de la misma. Las dificultades al respecto radican, al parecer, en el estilo de liderazgo de Hitler, muy poco burocrático y que, desde que comenzó la guerra, fomentó el secretismo y el encubrimiento transmitiendo sus órdenes y deseos solo de forma verbal y en aquellos casos, sobre todo los más sensibles, en que era algo estrictamente necesario.
Pues nada, desde el punto de vista de Diego, como no hay pruebas acerca de la implicación de Hitler en el exterminio de los judíos, no sólo no podemos afirmarla sino que incluso existiría la posibilidad de que el tipo ni se enterase
Pues no. En ambos casos no hay un acuerdo entre los historiadores para establecer exactamente el grado de implicación de los afectados, dado que no existen órdenes firmadas por ellos. En ambos casos hay asesinatos en masa prolongados en el tiempo y llevados a cabo por subordinados de los afectados. Las diferencias son cuantitativas (muchos más muertos y durante bastante más tiempo en el caso del Holocausto), no cualitativas.
De todas formas, cada vez que hay una matanza en masa los principales responsables siempre se intentan quitar luego los muertos de encima diciendo que ellos no sabían lo que estaba pasando, como si vivieran en la inopia, y tratando de echar las culpas a otros. Ha sido así con el genocidio armenio, Paracuellos, el Holocausto, Katyn...
Paul Preston: 'Santiago Carrillo fue el Stalin español'. :ilu:
¿Estás de acuerdo con Preston en este punto?
Eso es un titular de una entrevista a Preston en La Vanguardia, y está sacado de un párrafo en el que no habla de Paracuellos, sino de la Transición. Estás mezclando cosas y sacándolas de contexto:
Hizo cosas que contribuyeron a la transición, pero creo que sus motivaciones no fueron desinteresadas ni patrióticas sino muy calculadas, de mera supervivencia política. Era un hombre pragmático, muy astuto e inteligente. Hasta hace poco yo había aceptado sus argumentos sobre las concesiones que tuvo que hacer como líder de la oposición antifranquista, y de que los compromisos fueron necesarios (e históricamente inevitables) para la entrada de España en el Mercado Común y el desarrollo del capitalismo. Pero he llegado a la conclusión de que cometió muchos errores de bulto en su lectura de lo que pasaba en España, con consecuencias trágicas y nefastas. Su ambición primó por encima de todo, y en aras de ellas mintió y esquivó responsabilidades, impidió todo debate interno dentro del PCE. Insisto, fue el Stalin español, un personaje negativo para la izquierda, que no sólo destrozó al partido comunista, sino que también contribuyó a destruir al PSOE.
La crítica de Preston es la que ha recibido siempre Carrillo desde la izquierda: que como máximo dirigente del PCE desde 1960 su política interna fue autoritaria, a imagen de la de Stalin con el PCUS, y que traicionó al partido con el rollo del eurocomunismo. Y bueno, estalinista ya lo creo que era y nunca dejó de serlo.
Yo no sé nada pero Carrillo siempre se ponía muy nervioso cuando le sacaban el tema.
Con todos los años que se le ha acusado de eso, soy yo y soy inocente y doy una rueda de prensa admitiendo todas las preguntas durante siete horas hasta que esté claro que soy inocente.
Yo no sé nada pero Carrillo siempre se ponía muy nervioso cuando le sacaban el tema.
Con todos los años que se le ha acusado de eso, soy yo y soy inocente y doy una rueda de prensa admitiendo todas las preguntas durante siete horas hasta que esté claro que soy inocente.
Concluyo que es culpable xD
:risa:
A Luis del Olmo, que le preguntó por el tema hace un par de años, le mandó al infierno.
Añado: creo que Carrillo supo evolucionar y adaptarse a los tiempos. Pasó de ser un estalinista entusiasta, el autoritario líder que expulsó a los disidentes Fernando Claudín y Jorge Semprún (dos grandes, por cierto), a condenar la invasión de Checoslovaquia en 1968 e impulsar el eurocomunismo, con el objetivo de distanciarse de Moscú y de alcanzar el socialismo por vías democráticas.
También podemos interpretar que el eurocomunismo, que no era más que una aproximación a la socialdemocracia como estrategia para alcanzar el poder, no fue sino una nueva versión de la política de los frentes populares de los años treinta. Y aquella política fue obra de la Komintern, controlada por Stalin
Por otro lado, la invasión de Checoslovaquia también fue condenada por Pasionaria e incluso por Ceaușescu, y en fin, no vamos a negar que esos dos fueran estalinistas :ilu:
En las condenas de algunos líderes comunistas a aquella invasión tú quizá veas idealismo, yo en cambio veo pragmatismo.
Y volviendo al estalinismo de Carrillo, en sus Memorias elogia a personajes tan demócratas como el propio Ceaușescu (con quien se llevaba muy bien), Kim Il-sung, Erich Honecker o Fidel Castro...
Si por interpretar puedes interpretar lo que quieras, por mí como si interpretas que detrás de la idea del eurocomunismo están los Illuminati, por decir algo. :ilu: Pero tus interpretaciones o teorías conspiranoicas no tienen relación alguna con la verdad.
Siento decepcionarte, pero la interpretación de que el eurocomunismo viene de los frentes populares no es mía, sino de unos cuantos autores comunistas De hecho, ni siquiera he dicho que esté de acuerdo con ella
En fin, que no te enteras, como siempe.
Por cierto, ¿qué dirías de alguien que dijera que Fraga fue el Hitler español?
Comentarios
:applause: :applause: :applause:
Un saludo
Pues al final es lo segundo, claro
El otro día me pillé este librito, recién salido del horno:
Se trata de una especie de memorias póstumas, y tiene un capítulo entero dedicado a Paracuellos que ya me he leído. Se supone que en él Carrillo trata de explicar por fin la verdad sobre la matanza. Y en fin...
Lo que más gracia me ha hecho es que de repente, en la página 119, dice que ha conseguido enterarse de lo que realmente pasó gracias a un libro que se publicó el año pasado:
O sea, que el tipo que dirigía la represión en Madrid en aquellos días no se ha enterado de lo que realmente sucedió hasta que no ha leído un libro sobre el tema 75 años después
Un libro cuyo autor encima ha dicho cosas como estas.
En fin, el capítulo entero no tiene desperdicio, desde luego. Otra de sus noverdades es que a Carrillo le da por echar la culpa de la matanza al Gobierno de la República. En fin, al que sea menos a él, claro.
Bueno, ya comentaré más cosas.
Se lo merece por su papel durante el franquismo y durante la Transicion, igual que elogiamos a Suarez por la Transicion y no por ser un politico del Movimiento.
Un saludo
Lo que dice Hiperionn: Suárez no está implicado en una matanza.
Hombre, la verdad es que nada de esto es una novedad. La única novedad es que el bueno de Preston por fin se ha enterado
Y por todo lo que pone arriba es absurdo que a este tipo se le haya hecho y se le siga haciendo tanto homenaje.
Pluralidad y diversidad que han sido siempre bien aceptadas por los líderes . El mal del comunismo es que tiende a ser totalitario, lo que convierte al régimen en una colmena dónde las reinas aspirantes al trono tienen que huir.
Y con respecto al tema de Carrillo y Paracuellos, creo que no hace falta disir nada más.
¿Me estás contando que el no hay pruebas de que el jefe las fuerzas de seguridad de Madrid y presidente de la UJC tenga responsabilidad en el hecho de que milicianos de la UJC, actuando en funciones de agentes de seguridad, hicieran sacas entre los presos de una prisión de su jurisdicción y los ejecutaran (o se los entregaran a los milicianos de la CNT encargados de esa ejecución)? ¿Quizá es que era tonto y se enteraba de todo por la prensa? Carrillo ni era tonto ni era un incompetente, lo que sólo nos deja la opción de que fue un asesino.
Por mucho menos acabó Barrionuevo en la cárcel.
Bueno, habla por ti, que estarás muy mal informado.
Yo sé, por ejemplo, que en marzo de 1937, en Valencia, el PCE en pleno felicitó a Carrillo por haberse cargado a los presos de Madrid. De hecho hasta se autofelicitó él mismo.
Lo que pone arriba, vamos, que no sé si lo has visto y tal.
El documento sobre las felicitaciones a Carrillo en Valencia ya lo publicó Ricardo de la Cierva en 1994. Como su padre fue asesinado en Paracuellos y es muy facha efectivamente lo podemos considerar como parte interesada. Ahora bien, ¿qué oscuro interés puede tener un historiador como Paul Preston -que encima es de izquierdas- en volver a sacar esto a la luz?
Sí, de la misma forma que sé que eres una persona y no un alien, aunque nunca te haya visto el careto
Las acusaciones contra ese señor sobre Paracuellos partieron de los franquistas, hasta que el historiador Ian Gibson (que también es de izquierdas, como Preston) publicó hace treinta años un libro muy interesante y muy bueno sobre el tema donde dudaba seriamente de las afirmaciones de Carrillo.
Desde entonces todos los historiadores que han escrito sobre el asunto, de izquierdas y de derechas, se han ido dando cuenta de que lo que siempre ha contado Carrillo al respecto no es más que una sarta de patrañas y que es imposible que no estuviera enterado de lo que hacían sus propios subordinados, y que por tanto él no tuviera alguna responsabilidad en la matanza.
Hoy hay bastante consenso al respecto, aunque tú por lo visto no te hayas enterado.
Y el que ha hablado de "especulaciones interesadas" has sido tú, por eso te preguntaba por el supuesto oscuro interés de Paul Preston en arremeter contra Carrillo.
No, Diego, no me creo que no tuviera conocimiento. El jefe de la policía de Madrid, cuyos agentes van a una cárcel, sacan a los presos y los ejecutan sólo tiene dos opciones: es un retrasado mental que no sirve para mandar a nadie o es un asesino ... y Carrillo no era ningún retrasado (y es muy lógico que dijera que el no sabía nada ... lo mismo dice desde la infanta hasta casi cualquier persona a la que imputen una acción delictiva). Blanco y en botella no puede ser vino, por mucho que te empeñes.
Y sí, en las guerras siempre hay mucho carnicero de retaguardia, eso no es ninguna disculpa.
Hombre, si no sabes leer mal vamos, porque ya me dirás dónde he dicho yo eso.
Sobre lo que hay consenso es que estuvo al tanto de la matanza (y por tanto siempre ha mentido al respecto) y que tuvo responsabilidad sobre la misma, dado el cargo que tenía. Las diferencias están en que unos lo consideran el principal responsable (cosa con la que no estoy de acuerdo) y otros uno de los principales responsables (cosa en la que sí estoy de acuerdo).
Hay pruebas de sobra de que él fue uno de los principales responsables de la matanza, tanto por su condición de consejero de Orden Público (y en consecuencia responsable de la represión en Madrid durante esas fechas) como por la de secretario general de las JSU, que fue la organización que acordó las sacas con la CNT (y existe un acta de la reunión en la que se decidió a quiénes se iba a fusilar y a quiénes no).
Si la pongo, no me cabe la más mínima duda de que es el responsable de esos asesinatos, aunque no existieran las pruebas que acaba de mencionar Afri (es cierto, eran la JSU, no las UJC :risa:) no veo que haya otra conclusión lógica. No estamos hablando ya del principio de la guerra, de sacas indiscriminadas de los anarquistas, sino de una matanza perfectamente planificada utilizando los medios y personal sobre lo que Carrillo decidía.
Enfrente, tenemos algo así como "yo no he sido". En un tribunal minimamente objetivo el caso dura tres minutos.
Pues nada, desde el punto de vista de Diego, como no hay pruebas acerca de la implicación de Hitler en el exterminio de los judíos, no sólo no podemos afirmarla sino que incluso existiría la posibilidad de que el tipo ni se enterase
De todas formas, cada vez que hay una matanza en masa los principales responsables siempre se intentan quitar luego los muertos de encima diciendo que ellos no sabían lo que estaba pasando, como si vivieran en la inopia, y tratando de echar las culpas a otros. Ha sido así con el genocidio armenio, Paracuellos, el Holocausto, Katyn...
Y será que no hay pruebas del estalinismo de Carrillo, vamos...
Eso es un titular de una entrevista a Preston en La Vanguardia, y está sacado de un párrafo en el que no habla de Paracuellos, sino de la Transición. Estás mezclando cosas y sacándolas de contexto:
La crítica de Preston es la que ha recibido siempre Carrillo desde la izquierda: que como máximo dirigente del PCE desde 1960 su política interna fue autoritaria, a imagen de la de Stalin con el PCUS, y que traicionó al partido con el rollo del eurocomunismo. Y bueno, estalinista ya lo creo que era y nunca dejó de serlo.
El que tú has metido ahora
Con todos los años que se le ha acusado de eso, soy yo y soy inocente y doy una rueda de prensa admitiendo todas las preguntas durante siete horas hasta que esté claro que soy inocente.
Concluyo que es culpable xD
:risa:
A Luis del Olmo, que le preguntó por el tema hace un par de años, le mandó al infierno.
También podemos interpretar que el eurocomunismo, que no era más que una aproximación a la socialdemocracia como estrategia para alcanzar el poder, no fue sino una nueva versión de la política de los frentes populares de los años treinta. Y aquella política fue obra de la Komintern, controlada por Stalin
Por otro lado, la invasión de Checoslovaquia también fue condenada por Pasionaria e incluso por Ceaușescu, y en fin, no vamos a negar que esos dos fueran estalinistas :ilu:
En las condenas de algunos líderes comunistas a aquella invasión tú quizá veas idealismo, yo en cambio veo pragmatismo.
Y volviendo al estalinismo de Carrillo, en sus Memorias elogia a personajes tan demócratas como el propio Ceaușescu (con quien se llevaba muy bien), Kim Il-sung, Erich Honecker o Fidel Castro...
Siento decepcionarte, pero la interpretación de que el eurocomunismo viene de los frentes populares no es mía, sino de unos cuantos autores comunistas De hecho, ni siquiera he dicho que esté de acuerdo con ella
En fin, que no te enteras, como siempe.
Que no hay pruebas, claro.