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El Antihilo (para eso que no sabes en qué hilo poner)

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Comentarios

  • Mi hipocondría es leve y casi de broma :chis:

    No, en serio, si fuese hipocondriaco estaría en urgencias a la mínima, y normalmente me niego a ir al médico (mi madre quiere que vaya hasta por un resfriado). Lo que pasa es que esto de las molestias en el pecho ya es continuo, no será nada, pero alguna causa tendrá.
  • @Gmork escribió :
    Me han llamado ya cuatro veces, cinco si contamos una en la que han colgado sin decir nada, de Vodafone por el cambio de compañía. Joder que trauma les da que les abandone un cliente... ¡Uno que sólo recargaba 5€ cada 6 meses y no los gastaba!

    Son pesadisimos, a mi también me pasó lo mismo.
  • Los ignobel de este año

    http://www.improbable.com/ig/winners/#ig2014

    ¿Soy yo o los estudios son generalmente brillantísimos? O sin generalmente: lo son todos.
  • Noe funciona el link, pero creo que este año un premio ha ido para alguien de la universidad de la rioja.
  • Pues el médico dice que será algo nervioso lo del dolor recurrente. Ha estado por mandarme hacer una ecocardiografía, pero al final no, que como en las pruebas que ya me han hecho no sale nada de nada, y auscultándome tampoco, descarta que sea el corazón.

    Como me muera me voy a enfadar por no haberme hecho las pruebas pertinentes :chis:
    @Risingson escribió :
    Venga, que sigo para bingo ¡Invasion gitana!
    http://www.elmundo.es/madrid/2014/09/22/541f420bca47411e538b4583.html

    Me hace cierta gracia lo de...

    Los ladrones se pueden sacar hasta 11 euros por cada una de ellas. Si en una noche roban 30 o 50 pueden obtener pingües beneficios.

    ...550 lerus es un dineral, eh.
  • Es periodismo alarmista xenofobo de cajon. Es como lo del calor africano.
  • @Inde escribió :
    Noe funciona el link, pero creo que este año un premio ha ido para alguien de la universidad de la rioja.

    Uno ha sido para el IRTA...
  • Pero es eso, que los premios Ignobel son mas bien premios a "NO ENTIEDNO ESTO DEBERIAN ESTUDIAR ALGO UTIL COMO LA CURA DEL CANCER". Los premios ignobel son una muestra de la estulticia e ignorancia del ciudadano comun.
  • @Gmork escribió :
    No, en serio, si fuese hipocondriaco estaría en urgencias a la mínima, y normalmente me niego a ir al médico

    Los hipocondriacos se dividen en dos grandes grupos: los que acuden al médico a la mínima y los que lo evitan en lo posible. Si te lo cuento es porque yo estoy en el segundo grupo, como creo que tú XD

  • Pero eso es porque no quieren que les encuentren algo, lo mío es por pereza de salas de espera, explicar mis sintomas, que me den cita para otro día... Yo quiero llegar y que me hagan las pruebas, a ver qué sale. Esto es para tener pasta y pedir un chequeo completo, que me lo haría hasta por simple curiosidad.
  • @Risingson escribió :
    Emma Watson ha tenido que ser el personaje público que defienda el feminismo como lo que es, y no como lo opuesto al machismo que se quiere que sea.

    http://www.vanityfair.com/vf-hollywood/2014/09/emma-watson-un-speech-feminism?mbid=social_twitter

    Por cierto, qué monísima es.

    Monísima y cargada de razón. Menos mal que hay gente valiente. Digo valiente porque hay multitud de pedorras famosas que dicen "yo no soy feminista". Feminista debería ser cualquier con dos dedos de frente, lo que pasa es que se le ha querido dar muy mala prensa a la palabra, también porque se esconden tras ella como bandera muchas radicales de las que por este foro llamáis feminazis. Esas no son feministas, ojo.
    @Risingson escribió :
    Also, me puede explicar alguien por que se ha armado la marimorena cuando el Hawking ha dicho que es ateo? Por que es titular de los periodicos? Estamos subnormales?

    Pero si además eso ya se sabía. Yo tengo idea de que no es la primera vez que lo dice.
    @Risingson escribió :
    Venga, que sigo para bingo ¡Invasion gitana!
    http://www.elmundo.es/madrid/2014/09/22/541f420bca47411e538b4583.html

    Pues el artículo será alarmista, pero a mí es que todo esto me parece como para llevarse las manos a la cabeza. Luego dicen que no se han reducido servicios: falta policía, faltan podas en los árboles, falta limpieza en las calles... Y sobra mala gente, que también.

    PD. Por cierto, me quito el sombrero ante algunos Ig Nobel :D
  • editado septiembre 2014 PM
    @Risingson escribió :
    Por cierto, qué monísima es.

    Sobrevalorada, sobre todo por las hordas de de fans virginales de harry potter. Mona y va que chuta.

    Pd.
    anal_249de9_1351431.gif

    Y lo de gmork, un compañero de trabajo estaba igual que tu, le hicieron un puñado de pruebas y nada, estaba perfecto, veredicto: ansiedad.
  • Pues no sé de qué, porque lo más estresante en mi vida es decidir entre ver la tele o quedarme en el PC
  • Y lo llevas bien? porque yo estaría muy angustiado...

    En todo caso, a cuidarse
  • Intelectuales y políticos

    Por Ramón González Férriz
    Agosto 2014


    Michael Ignatieff

    Fuego y cenizas. Éxito y fracaso en política
    Traducción de Francisco Beltrán
    Madrid, Taurus, 2014, 254 pp.

    En 2004, Michael Ignatieff llevaba treinta años fuera de su Canadá natal. Había dado clases sobre asuntos políticos en algunas prestigiosas universidades estadounidenses y británicas, había ejercido el periodismo de guerra y escrito libros sobre Isaiah Berlin, conflictos en la Europa del Este y el nuevo equilibrio político internacional. Era un intelectual respetado cuyas opiniones eran escuchadas por los líderes mundiales y leídas por los miles de lectores de The New York Review of Books, The New Republic o The New York Times Magazine. Y entonces, cuando se encontraba en lo más alto de su carrera, unos desconocidos le pidieron que renunciara a ella y presentara su candidatura a líder del Partido Liberal canadiense –fuera del poder después de muchos años en él y en decadencia– con vistas a ser el siguiente primer ministro de su país. Sabía mucho de política, pero ¿bastaría eso para ser un buen político? ¿Tenía la motivación suficiente? ¿No echaría de menos la plácida vida de intelectual académico? Después de pensarlo mucho y consultarlo largamente con su mujer, decidió intentarlo. Sí, se convertiría en político, intentaría liderar el partido por el que había sentido afinidad desde su adolescencia y con el que tenía vínculos familiares, y trataría de alcanzar el puesto de primer ministro. Sería difícil, pero pensaba que podía lograrlo porque sus ideas eran buenas, su honestidad, indudable, y quería servir a su país. Fuego y cenizas. Éxito y fracaso en política es la narración de todo lo que sucedió entre esa decisión y otra, la de abandonar la política, en 2011, después de una serie de errores y derrotas.

    “Había dado clases sobre Maquiavelo –dice Ignatieff al narrar sus inicios en la política real–, pero no lo había entendido.” En las sucesivas campañas que debían hacerle diputado, más tarde líder del partido –logró ambas cosas– y primer ministro –no lo consiguió–, se topó con lo más feo de la política democrática, algo que tal vez pensó que conocía gracias a su estudio de las ideas políticas y la historia, pero que obviamente le cogió por sorpresa. Sus rivales sacaban de contexto frases de sus libros para hacer creer a los votantes que era partidario de la tortura o racista. El partido en el poder intentaba frenar su ascenso en las encuestas con efectistas acusaciones de ser un aventurero político y haber pasado la mayor parte de su vida adulta fuera del país que ahora quería gobernar. Los votantes a los que se acercaba en agotadoras giras por el país y llamadas puerta a puerta no entendían su lenguaje y le acusaban de formar parte de esa clase política incapaz de resolver sus problemas y solo preocupada por el mantenimiento de sus privilegios. Ciertamente, los jóvenes voluntarios que lo apoyaban en su campaña lo emocionaban y alentaban a seguir adelante, los votantes que creían en un proyecto nacional común independientemente de sus creencias religiosas o su adscripción étnica le hacían pensar que sus visiones de un país unido en la diversidad eran viables. Pero la experiencia de hacer política real –en elecciones o en la vida parlamentaria– lo dejaba extenuado y perplejo. La política, iba comprendiendo y lo cuenta admirablemente, es un juego sucio, muchas veces cruel. Por supuesto, la vida intelectual es también, con frecuencia, un coctel de ambiciones y rencores, pero, como explica Ignatieff, se trata de una niñería comparada con la política: “Si has ejercido toda la vida como escritor, periodista y profesor, nada te prepara para el uso del lenguaje una vez entras en la arena política, porque no se parece a ningún juego de palabras al que hayas jugado con anterioridad [...] Cuando entras en política dejas atrás el mundo amable en el que la gente te concede un cierto margen de error, acaba tus frases por ti y acepta que en realidad no querías decir lo que has dicho, para entrar en un mundo de literalidad hasta extremos impensables en el que solo cuentan las palabras que han salido de tu boca. También dejas atrás el mundo en que los demás perdonan y olvidan, dejan de lado las ofensas y se reconcilian. Estás entrando en el mundo del eterno presente, en el que cada sílaba que hayas podido pronunciar, cada tweet, cada publicación en Facebook, artículo periodístico o fotografía embarazosa permanecen en el ciberespacio para siempre, listos para que tus enemigos los utilicen contra ti.”

    El modo en que Ignatieff cuenta su paso por la política es una suma comprensible de entusiasmo y perplejidad, de autocrítica y resignación. La práctica de la política democrática, la búsqueda de votos y el intento de formar consensos, descubre, difieren enormemente de la manera en que los académicos y los intelectuales piensan en la política desde sus libros y artículos. No solo porque en muchos casos la política sea un asunto más físico –hay que salir bien en la televisión, se duerme poco, hay que estrechar muchas manos y dar discursos en los que uno no cree demasiado– que de ideas, sino también porque el medio en el que se mueven los políticos es el tiempo, no el rigor: “Un intelectual puede estar interesado en las ideas y las políticas en sí mismas, pero el interés de un político reside exclusivamente en si el tiempo para una determinada idea ha llegado o no.” Pero, además de eso, está la idea incontrovertible, que Ignatieff explica con una pesadumbre realista, de que el político no mantiene una relación con la verdad como aquella a la que aspira el filósofo: “Sé sincero si puedes –afirma en referencia a las preguntas de la prensa–, pero sobre todo piensa en términos estratégicos. Toda verdad es buena, dice el proverbio africano, pero no siempre es bueno que se diga toda la verdad. Intenta no mentir nunca, pero tampoco debes contestar a la pregunta que se te ha hecho, sino solo a la que quieres contestar.” ¿Cómo puede ser, se pregunta una y otra vez Ignatieff, que algo tan noble y absolutamente imprescindible para que la sociedad alcance bienes deseables como la política sea con tanta frecuencia indigno?

    Las carreras políticas raramente acaban bien: la naturaleza de esa actividad hace que la sensación de fracaso e insatisfacción, de que los elementos se han conjurado contra los magníficos planes que uno tenía, sea lo más habitual en quienes han estado en política. Pero eso quizá sea aún más cierto en el caso de los intelectuales. Como explica muy bien Ignatieff, las cualidades necesarias para ser un buen intelectual no tienen nada que ver con aquellas que requiere un político si quiere triunfar. Y el brillante género de las memorias de intelectual/político –estas de Ignatieff, pero también las de Mario Vargas Llosa o Jorge Semprún– deja claro hasta qué punto quienes trabajan con ideas pueden sentirse impotentes a la hora de ponerlas en ejercicio. Pero quizá haya aún una noción más incómoda que esta: los intelectuales que se han curtido con la gran tradición literaria y filosófica de Occidente, que se han hecho una idea de la política con Maquiavelo o Berlin, han leído los grandes dramas políticos de Shakespeare, conocen la historia de la política gracias a los libros de Gibbon o de Tocqueville, son cuando entran en política, como muchos de ellos reconocen, unos ingenuos completamente faltos de preparación para lo que les espera y se sorprenden siempre ante la brutalidad del ejercicio del poder. ¿Significa eso que el conocimiento íntimo de la representación artística, filosófica o histórica de la política no sirve de casi nada cuando uno entra en la política real? Es muy posible, pero no es agradable pensarlo. ~

    http://www.letraslibres.com/revista/libros/intelectuales-y-politicos
  • Esta reseña que pegas iría muy bien en el hilo del PSOE.
  • editado septiembre 2014 PM
    Sobre el video, es Marilol.
  • editado septiembre 2014 PM
    why escribió : »
    @Gmork escribió :
    Me han llamado ya cuatro veces, cinco si contamos una en la que han colgado sin decir nada, de Vodafone por el cambio de compañía. Joder que trauma les da que les abandone un cliente... ¡Uno que sólo recargaba 5€ cada 6 meses y no los gastaba!

    Son pesadisimos, a mi también me pasó lo mismo.

    Pues anda que los de Orange, llamamos para dar de baja un pincho de internet porque hemos contratado otro mejor y te lían para que lo mantengas y encima pretenden venderte más servicios. Para rematar, hay que enviar un fax, que sólo por teléfono no se puede, como tampoco es posible en una de sus oficinas, dicho sea de paso. ¿Tan difícil es que dar de baja sea tan simple como dar de alta? Qué coñazo la forma de funcionar las empresas telefónicas.

    Va a ser esto lo que me tiene estresado :chis:
  • @Gmork escribió :
    why escribió : »
    @Gmork escribió :
    Me han llamado ya cuatro veces, cinco si contamos una en la que han colgado sin decir nada, de Vodafone por el cambio de compañía. Joder que trauma les da que les abandone un cliente... ¡Uno que sólo recargaba 5€ cada 6 meses y no los gastaba!

    Son pesadisimos, a mi también me pasó lo mismo.

    Pues anda que los de Orange, llamamos para dar de baja un pincho de internet porque hemos contratado otro mejor y te lían para que lo mantengas y encima pretenden venderte más servicios. Para rematar, hay que enviar un fax, que sólo por teléfono no se puede, como tampoco es posible en una de sus oficinas, dicho sea de paso. ¿Tan difícil es que dar de baja sea tan simple como dar de alta? Qué coñazo la forma de funcionar las empresas telefónicas.

    Va a ser esto lo que me tiene estresado :chis:

    No es que sea fácil o difícil, es que la ley obliga a que los requisitos para darse de baja sean los mismos que para darse de alta. Es decir, si se puede hacer alta por vía telefónica sin necesitar más comunicaciones, la baja ha de poder hacerse por la misma vía...
  • Pues ya te digo yo que no se cumple, porque para dar de alta vas a una oficina y te lo apañan todo, o lo haces por teléfono si quieres. Para dar de baja ninguno de estos dos sirve, en la oficina te dicen que tienes que hacerlo por teléfono, y por este después de marearte te dicen que envíes un fax.
  • Exige que se cumpla la legislación que contempla el supuesto que te he dicho (evidentemente, por el mismo sistema que te diste de alta). Yo lo hice con Movistar después de que me dijeran que no podía hacerlo por teléfono, y me lo acabaron por hacer.

    Y aproveché la misma llamada para cancelar todo lo que no me suponía pérdida de números (que porté), porque no quiero estar en una compañía que intenta estafarme de forma fehaciente. Serán conscientes en las telecos de la cantidad de clientes que pierden por este tipo de cosas?
  • @Ruben escribió :
    ntelectuales y políticos

    Por Ramón González Férriz
    Agosto 2014


    Michael Ignatieff

    Fuego y cenizas. Éxito y fracaso en política
    Traducción de Francisco Beltrán
    Madrid, Taurus, 2014, 254 pp.

    Gran recomendación .
  • He soñado que Maradona me daba una clase particular de piano y me enseñaba el himno argentino (la versión de Charly García) y luego pasaban Demoliendo Hoteles en la radio (aquí es como si estuviéramos en la portería de mi edificio) y le decía: eeeey esta es tuya. Luego en no sé qué canción sonaba parecida a Bancate ese defecto y rápidamente Maradona la sacaba con el piano y entonces la identificábamos. Y yo pensaba, joder, una lección de piano con Maradona no tiene precio por cara que sea, cuánto sabe el tío y qué buen rollo tiene (aquí claramente revivo mis clases de guitarra) y qué cercano es, llegué a pensar que me invitaría a su boda si se vuelve a casar. Luego me enseñaba un acorde del himno argentino que eran cuatro notas y se hacía con tres dedos (piano, señores), y me decía que tocara la canción y al primer Re lo hacía como el culo y se descojonaba y me contagiaba. Aparte me contaba que durante su boda se fue a Londres y después de eso se fue a Parma para "añadir metraje al vídeo de boda" y que pusieron imágenes de Diego con 10 años y que quedó precioso. En otro momento el hijo de puta me dice: la adolescencia es el 50% de la vida y los últimos años de vida no valen nada.

    Eran las 06:36 y he corrido a apuntarlo como si no hubiera mañana.
  • Menuda pesadilla Xd.
  • yo no he tenido un sueño tan interesante en mi vida, me tienes que dar la direccion del guionista.
  • Ya nos están llegando las 7 plagas de la consulta...



    Estación de Ave de Girona tras los 130 litros caídos anoche.
    Parece la estación de carga del Tutuki Splash...
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