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Lo de Rusia y Ucrania

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Comentarios



  • El mensaje del Ministerio de Defensa ruso informando de que había ejecutado una operación de precisión contra tres nodos ferroviarios en el Donbás. Por cierto, lo borraron. Esta es la captura
  • The people of London have gathered in front of the Russian Embassy, bringing things with them that the Russians can take as trophies in exchange for leaving UA alone.
    People brought washing machines, toasters, linen, children's toys and other items that Russians seem to need.
    JAJAJAJAJAJA
  • editado abril 2022 PM
    “First we had the catastrophic injuries from the bombs, then the shooting, next the mines scattered along the roads but worst of all are the stuffed toys filled with explosives.”
    Los vikingos en los asaltos, por muy rudos que fuesen, nunca mostraron tanta crueldad

    Hansteinn asaltó estás playas dos veces en el s.IX. Se llevó como doscientos esclavos que fueron respetados durante toda su vida y no rompieron nada de la ciudad.
    La segunda vez fueron repelidos porque los Omeya estaban prevenidos y eran gente de mucho poderío. Lo intentó inmediatamente con éxito en Sicilia y todavía hay trazas allí de cultura normanda
    Y ese era de los más brutos

    Gengis Khan o los Hombres del Mar ya no sé. Afri, Albur o Capi sabrán mejor que yo. Pero dudo que fuesen así de borricos
  • editado abril 2022 PM


    Comparecencia en el parlamento griego del actor representante del régimen ukronazi tutelado por Victoria Nuland, Blinken, y en su momento Biden (en el 2014 fue uno de los que montó el golpe de estado neonazi del euromaidan bajo Obama).

    En el minuto 15:20 da paso a los dos neonazis de Azov y los parlamentarios atlantistas les aplauden en el minuto 23:05 después del "Slava Ukraniya" banderista al uso.

    Syriza ha criticado la comparecencia de los neonazis y el arco de la izquierda boicoteó la comparecencia.

    En esto se ha convertido Europa, en el atlantismo que blanquea a neonazis que cometen atrocidades y crímenes de guerra.
  • editado abril 2022 PM

    Tiene una borrachera como un piano de cola y justifica la guerra en base a una receta de un postre tradicional WTF
    A ver, seriedad
    Otra vez tengo que volver a la segunda guerra mundial
    Pero es que Hitler humilló y degradó a uno de sus mejores y más leales colaboradores por alcohólico. Un poco de por favor
  • editado abril 2022 PM
    FP2nspjXoAg31NY?format=jpg&name=4096x4096
    Mapa de hoy

    Los avances son mínimos porque ahora el frente está infestado de trincheras
    El 90% de las fuerzas, de los dos bandos, está en un círculo de 50Kms de radio localizado al sur de Jarkov, ahí es donde se van a seguir acumulando tropas y donde será, de producirse, la próxima operación a gran escala
  • editado abril 2022 PM
    No es difícil saber quién miente más y por sistema en esta guerra ¿Qué país lleva 20 años persiguiendo y eliminando físicamente a periodistas?

    5fa3c5db2e6a7.jpeg
    she-is-fast-growing-force-europemarine-le-pen-meets-with-putin-moscow-visit-4.jpg

    En esto quieren convertir algunos a Europa
    El palurdo del Azov es lo mejor que puede poner para contrarrestar los civiles bombardeados, los decapitados, los niños violados y las fosas comunes
    Para lo que has quedao, camella
  • editado abril 2022 PM
    Ukrainian serviceman carrying a child injured by russia's missile strike into a Kramatorsk hospital
    Dame al nazi que expone el pecho para defender a este niño y quédate con el demócrata cobarde
    Eso es lo que hay
    Obras son amores y no buenas razones
  • editado abril 2022 PM
    FP2b30pXEAIPyGl?format=jpg&name=900x900
    Así han dejado los orcos las instalaciones de Chernobil
    Voy a dejar de llamarlos así, los orcos tienen que ser más limpios y civilizados que esto

    Y se han llevado 170 civiles con ellos de los que no se sabe el destino, eso también
  • editado abril 2022 PM
    Sobre la supuesta masacre de Bucha. Un video mucho más completo de la intervención de la policía nacional de Biletsky (otro neonazi en el régimen de Zelensky) el 2 de abril, patrullando a pie y con drones y no se enteran de los cientos de cadáveres tirados por las calles:


    Actualmente, la ciudad emplea combatientes del regimiento de propósito especial establecido de la Policía Nacional SAFARI, que incluye representantes de unidades policiales especiales, combatientes de KORD y Thor, así como especialistas del servicio de explosivos.
    Hoy, 2 de abril, en la ciudad liberada de Bucha, región de Kiev, unidades especiales de la Policía Nacional de Ucrania comenzaron a limpiar el área de saboteadores y cómplices de las tropas rusas. Los especialistas del Servicio de Eliminación de Artefactos Explosivos inspeccionan los sitios de crímenes de guerra de la Federación Rusa y confiscan explosivos y artefactos explosivos sin detonar.
    Los agentes del orden público inspeccionan todos los patios y refugios, se comunican con las personas y brindan asistencia a los residentes locales.
    Los ciudadanos que tuvieron que soportar los horrores de la ocupación están ayudando a la policía tanto como sea posible.
    La policía está haciendo todo lo posible para restaurar la ley y el orden en los territorios liberados para que los residentes locales puedan regresar a su ciudad natal lo antes posible.



    https://en.wikipedia.org/wiki/Andriy_Biletsky
  • editado abril 2022 PM
    FP20aPxWYAMzkKb?format=jpg&name=medium
    FP20aPuWUAIdHR-?format=jpg&name=medium
    FP20aPuXIAoRM4l?format=jpg&name=medium

    Igor Konashenkov acaba de acusar a Ucrania de una provocación y de amenaza de ataque químico desde el polo Khimprom en Jarkov

    Y las fotos son de esa planta. La cual lleva abandonada DIEZ años

    Mienten más que hablan. Desgraciadamente no tardaremos mucho en descubrir una nueva atrocidad. A ver que escusas se sacan de la chistera esta vez para lavarle la cara al aprendiz de Nerón
  • editado abril 2022 PM
    FP2etwtagAIEDNj?format=jpg&name=4096x4096
    Le han pintado el número de identificación para que no se vea
    Pintura desperdiciada. Es el único barco de su clase, crucero de misiles guiados, en todo el puto mar Negro =)

    Igual que en el post anterior. Viven en el siglo pasado y no conciben que hoy se puede observar TODO al instante.

  • En Borodaynka se siguen sacando cuerpos de los escombros porque los ukronazis tienen la fea manía de bombardearse encima
    O algo así
  • editado abril 2022 PM
    Khayman escribió : »
    FPuMXaqXIAEUyh9?format=jpg&name=medium

    Ya encontré la foto.
    Un mono de jardinero, un pasamontañas y unas botas de agua y ya está el tío preparado para colocarse en la primera línea de Mariupol
    ¿Qué puede salir mal?

    Pero al menos son botas katiuskas, hombre :chismoreno:


  • Rendición de ukros en Mariúpol. Después los torturan y los matan, claro.
  • editado abril 2022 PM

    Vídeo de los soldados de la república de Tuva, la más pobre de Rusia
    Atención al autobús en el que parten al frente y a la equipación que presentan

    Si alguien piensa que la segunda ola es tan eficiente como los paracaidistas que mandaron el primer día a Kiev y que fueron masacrados por no contar con refuerzos que se lo haga mirar.
    Los primeros eran genuinas fuerzas de élite modernas, estos son carne de cañón
  • editado abril 2022 PM


    De pronto, la misma izquierda que, con razón, dejó provisionalmente a un lado la sangrienta dictadura de Sadam Hussein para condenar, con más razón, la invasión estadounidense de Iraq, se vuelve ahora casuística y quisquillosa. Hay que saber si Ucrania es y hasta qué punto una democracia, recorrer ojo avizor la biografía de Zelenski, denunciar cada grupúsculo nazi y mostrarse muy sensible –mientras se justifica o se silencia la tiranía del Baaz en Siria– frente a la suspensión, por lo demás injustificable, de partidos políticos en Ucrania. Hay que mostrarse moralmente intolerantes con los imperdonables, pero aislados, crímenes de guerra del ejército ucraniano mientras se consideran “presuntas” las matanzas rusas, los bombardeos rusos y la propia invasión de Ucrania por parte de Rusia.

    (...)

    Como consecuencia de la combinación de estas dos lógicas –el fatalismo geopolítico y el historicismo moral– este sector de la izquierda no espera jamás a los hechos porque no espera jamás que la historia produzca ningún hecho: sabe de antemano qué pueblos actúan de manera espontánea y cuáles están siendo manipulados por la OTAN y EE.UU.; y decide, por tanto, qué pueblos tienen derecho a rebelarse contra una tiranía, nacional o extranjera, y cuáles deben someterse a las necesidades de la lucha contra el imperialismo yanqui. De esta manera, decreta de antemano que los hechos en Ucrania –la matanza de Bucha, por ejemplo– es propaganda ucraniana mientras que la propaganda rusa, en el espejo, es un hecho incontestable. El invasor es la verdadera víctima y no miente; y por eso replicamos y difundimos sus versiones con la fruición mística del que, contra las legañas del “pensamiento dominante”, tiene un acceso directo y privilegiado a la verdad.

    (...)

    Porque hay también mucho elitismo en esta izquierda estalibana a la que le gusta tener razón contra el sentido común y el común de los mortales, atrapados en las tripas del sistema, ciegos y mansos. Ese elitismo es, en espíritu, el mismo que, contra el “sistema”, hemos visto entre los negacionistas y antivacunas durante la pandemia; y no es raro, por tanto, que aquí se mezclen las derechas y las izquierdas, Javier Couso y César Vidal, Iker Jiménez y Beatriz Talegón, terraplanistas y anti-imperialistas. Como he escrito otras veces, allí donde los marcos de credibilidad compartidos, institucionales y mediáticos, se han debilitado, la máxima incredulidad se convierte en el umbral de la máxima credulidad. Cuando ya no se cree en nada se está a punto de creer en cualquier cosa.

    (...)

    Nos ocupamos tanto de la historia y las “estructuras” que derretimos en ella la decisión de Putin de invadir un país soberano y generar miles de muertos y millones de refugiados. Si tuvo algún sentido invocar la legalidad internacional contra la invasión de Iraq, tiene también sentido invocarla contra la invasión de Ucrania; si tiene aún sentido distinguir entre negociaciones, presiones, sanciones y agresiones militares, tiene sentido denunciar a la Rusia de Putin como única responsable de una situación nueva en la que la paz mundial y la supervivencia planetaria, junto a la vida de ucranianos y rusos, está trágicamente en peligro. Toda la razón que pudiera tener Putin contra la OTAN quedó atrás desde el mismo momento en que su ejército cruzó la frontera de Ucrania y, con ella, la línea que separa un movimiento geopolítico de una agresión armada. No hay automatismos en la historia. La OTAN es responsable de haber gestionado mal la victoria en la Guerra Fría, como las potencias europeas gestionaron mal la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial. Pero los ucranianos no son víctimas de la OTAN, como los judíos no fueron víctimas del tratado de Versalles. Aún más: es terrible decirlo, pero Putin ha demostrado que en estos momentos no hay una alternativa a la OTAN. La izquierda europea debería estar pensando en propuestas al respecto para el futuro en lugar de predicar un pacifismo que tiene mucho sentido en Rusia, contra la decisión de su gobierno de hacer la guerra, pero que en Ucrania es sinónimo de sometimiento y rendición. Los ucranianos han decidido no rendirse y nadie, me parece, debería reprochárselo.

    Ucrania y la izquierda

    Un autor de izquierdas publica en un medio de izquierdas un artículo que no es sino una colección de obviedades destinadas a esa parte de la izquierda ciega, sorda y muda ante las barbaridades que cometen quienes consideran de los suyos.

    Y seguramente seguirá sin servir de nada, porque no hay mayor sectario que el que no quiere ver.
  • Stern von Afrika escribió : »

    De pronto, la misma izquierda que, con razón, dejó provisionalmente a un lado la sangrienta dictadura de Sadam Hussein para condenar, con más razón, la invasión estadounidense de Iraq, se vuelve ahora casuística y quisquillosa. Hay que saber si Ucrania es y hasta qué punto una democracia, recorrer ojo avizor la biografía de Zelenski, denunciar cada grupúsculo nazi y mostrarse muy sensible –mientras se justifica o se silencia la tiranía del Baaz en Siria– frente a la suspensión, por lo demás injustificable, de partidos políticos en Ucrania. Hay que mostrarse moralmente intolerantes con los imperdonables, pero aislados, crímenes de guerra del ejército ucraniano mientras se consideran “presuntas” las matanzas rusas, los bombardeos rusos y la propia invasión de Ucrania por parte de Rusia.

    (...)

    Como consecuencia de la combinación de estas dos lógicas –el fatalismo geopolítico y el historicismo moral– este sector de la izquierda no espera jamás a los hechos porque no espera jamás que la historia produzca ningún hecho: sabe de antemano qué pueblos actúan de manera espontánea y cuáles están siendo manipulados por la OTAN y EE.UU.; y decide, por tanto, qué pueblos tienen derecho a rebelarse contra una tiranía, nacional o extranjera, y cuáles deben someterse a las necesidades de la lucha contra el imperialismo yanqui. De esta manera, decreta de antemano que los hechos en Ucrania –la matanza de Bucha, por ejemplo– es propaganda ucraniana mientras que la propaganda rusa, en el espejo, es un hecho incontestable. El invasor es la verdadera víctima y no miente; y por eso replicamos y difundimos sus versiones con la fruición mística del que, contra las legañas del “pensamiento dominante”, tiene un acceso directo y privilegiado a la verdad.

    (...)

    Porque hay también mucho elitismo en esta izquierda estalibana a la que le gusta tener razón contra el sentido común y el común de los mortales, atrapados en las tripas del sistema, ciegos y mansos. Ese elitismo es, en espíritu, el mismo que, contra el “sistema”, hemos visto entre los negacionistas y antivacunas durante la pandemia; y no es raro, por tanto, que aquí se mezclen las derechas y las izquierdas, Javier Couso y César Vidal, Iker Jiménez y Beatriz Talegón, terraplanistas y anti-imperialistas. Como he escrito otras veces, allí donde los marcos de credibilidad compartidos, institucionales y mediáticos, se han debilitado, la máxima incredulidad se convierte en el umbral de la máxima credulidad. Cuando ya no se cree en nada se está a punto de creer en cualquier cosa.

    (...)

    Nos ocupamos tanto de la historia y las “estructuras” que derretimos en ella la decisión de Putin de invadir un país soberano y generar miles de muertos y millones de refugiados. Si tuvo algún sentido invocar la legalidad internacional contra la invasión de Iraq, tiene también sentido invocarla contra la invasión de Ucrania; si tiene aún sentido distinguir entre negociaciones, presiones, sanciones y agresiones militares, tiene sentido denunciar a la Rusia de Putin como única responsable de una situación nueva en la que la paz mundial y la supervivencia planetaria, junto a la vida de ucranianos y rusos, está trágicamente en peligro. Toda la razón que pudiera tener Putin contra la OTAN quedó atrás desde el mismo momento en que su ejército cruzó la frontera de Ucrania y, con ella, la línea que separa un movimiento geopolítico de una agresión armada. No hay automatismos en la historia. La OTAN es responsable de haber gestionado mal la victoria en la Guerra Fría, como las potencias europeas gestionaron mal la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial. Pero los ucranianos no son víctimas de la OTAN, como los judíos no fueron víctimas del tratado de Versalles. Aún más: es terrible decirlo, pero Putin ha demostrado que en estos momentos no hay una alternativa a la OTAN. La izquierda europea debería estar pensando en propuestas al respecto para el futuro en lugar de predicar un pacifismo que tiene mucho sentido en Rusia, contra la decisión de su gobierno de hacer la guerra, pero que en Ucrania es sinónimo de sometimiento y rendición. Los ucranianos han decidido no rendirse y nadie, me parece, debería reprochárselo.

    Ucrania y la izquierda

    Un autor de izquierdas publica en un medio de izquierdas un artículo que no es sino una colección de obviedades destinadas a esa parte de la izquierda ciega, sorda y muda ante las barbaridades que cometen quienes consideran de los suyos.

    Y seguramente seguirá sin servir de nada, porque no hay mayor sectario que el que no quiere ver.

    Acabo de leerlo y es brillante, impecable e implacable, de alguien cuyo compromiso con la libertad no está condicionado por anteojeras ideológicas.
  • More than 100 attacks on health care in #Ukraine verified by WHO since the start of the war on 24 February.
    The attacks so far have claimed 73 lives and injured 51.
    Health workers, health facilities are #NotATarget
    ¡Qué no se está bombardeando ninguna instalación civil, OTANISTA!
  • editado abril 2022 PM
    Stern von Afrika escribió : »

    De pronto, la misma izquierda que, con razón, dejó provisionalmente a un lado la sangrienta dictadura de Sadam Hussein para condenar, con más razón, la invasión estadounidense de Iraq, se vuelve ahora casuística y quisquillosa. Hay que saber si Ucrania es y hasta qué punto una democracia, recorrer ojo avizor la biografía de Zelenski, denunciar cada grupúsculo nazi y mostrarse muy sensible –mientras se justifica o se silencia la tiranía del Baaz en Siria– frente a la suspensión, por lo demás injustificable, de partidos políticos en Ucrania. Hay que mostrarse moralmente intolerantes con los imperdonables, pero aislados, crímenes de guerra del ejército ucraniano mientras se consideran “presuntas” las matanzas rusas, los bombardeos rusos y la propia invasión de Ucrania por parte de Rusia.

    (...)

    Como consecuencia de la combinación de estas dos lógicas –el fatalismo geopolítico y el historicismo moral– este sector de la izquierda no espera jamás a los hechos porque no espera jamás que la historia produzca ningún hecho: sabe de antemano qué pueblos actúan de manera espontánea y cuáles están siendo manipulados por la OTAN y EE.UU.; y decide, por tanto, qué pueblos tienen derecho a rebelarse contra una tiranía, nacional o extranjera, y cuáles deben someterse a las necesidades de la lucha contra el imperialismo yanqui. De esta manera, decreta de antemano que los hechos en Ucrania –la matanza de Bucha, por ejemplo– es propaganda ucraniana mientras que la propaganda rusa, en el espejo, es un hecho incontestable. El invasor es la verdadera víctima y no miente; y por eso replicamos y difundimos sus versiones con la fruición mística del que, contra las legañas del “pensamiento dominante”, tiene un acceso directo y privilegiado a la verdad.

    (...)

    Porque hay también mucho elitismo en esta izquierda estalibana a la que le gusta tener razón contra el sentido común y el común de los mortales, atrapados en las tripas del sistema, ciegos y mansos. Ese elitismo es, en espíritu, el mismo que, contra el “sistema”, hemos visto entre los negacionistas y antivacunas durante la pandemia; y no es raro, por tanto, que aquí se mezclen las derechas y las izquierdas, Javier Couso y César Vidal, Iker Jiménez y Beatriz Talegón, terraplanistas y anti-imperialistas. Como he escrito otras veces, allí donde los marcos de credibilidad compartidos, institucionales y mediáticos, se han debilitado, la máxima incredulidad se convierte en el umbral de la máxima credulidad. Cuando ya no se cree en nada se está a punto de creer en cualquier cosa.

    (...)

    Nos ocupamos tanto de la historia y las “estructuras” que derretimos en ella la decisión de Putin de invadir un país soberano y generar miles de muertos y millones de refugiados. Si tuvo algún sentido invocar la legalidad internacional contra la invasión de Iraq, tiene también sentido invocarla contra la invasión de Ucrania; si tiene aún sentido distinguir entre negociaciones, presiones, sanciones y agresiones militares, tiene sentido denunciar a la Rusia de Putin como única responsable de una situación nueva en la que la paz mundial y la supervivencia planetaria, junto a la vida de ucranianos y rusos, está trágicamente en peligro. Toda la razón que pudiera tener Putin contra la OTAN quedó atrás desde el mismo momento en que su ejército cruzó la frontera de Ucrania y, con ella, la línea que separa un movimiento geopolítico de una agresión armada. No hay automatismos en la historia. La OTAN es responsable de haber gestionado mal la victoria en la Guerra Fría, como las potencias europeas gestionaron mal la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial. Pero los ucranianos no son víctimas de la OTAN, como los judíos no fueron víctimas del tratado de Versalles. Aún más: es terrible decirlo, pero Putin ha demostrado que en estos momentos no hay una alternativa a la OTAN. La izquierda europea debería estar pensando en propuestas al respecto para el futuro en lugar de predicar un pacifismo que tiene mucho sentido en Rusia, contra la decisión de su gobierno de hacer la guerra, pero que en Ucrania es sinónimo de sometimiento y rendición. Los ucranianos han decidido no rendirse y nadie, me parece, debería reprochárselo.

    Ucrania y la izquierda

    Un autor de izquierdas publica en un medio de izquierdas un artículo que no es sino una colección de obviedades destinadas a esa parte de la izquierda ciega, sorda y muda ante las barbaridades que cometen quienes consideran de los suyos.

    Y seguramente seguirá sin servir de nada, porque no hay mayor sectario que el que no quiere ver.

    Una golondrina no hace verano. Un nazi que no sea racista no elimina el racismo en el nazismo. No se necesita ser un genio estadístico, para saber que ese autor escogió mal a sus compañeros de viaje. Basta con simplemente consultar las redes sociales, para saber que tan representativo del activismo de izquierda es ese autor.

  • editado abril 2022 PM

    El Fiscal del Tribunal Penal Internacional lleva trabajando en Ucrania (solo en la zona que controla Ucrania) desde hace semanas
    No lo ha vetado Reino Unido dos veces, se le ha negado la entrada a lo controlado por Rusia el día 17, y está recogiendo pruebas y testimonios de manera MA-SI-VA

    Lo que vale es lo que digan las pruebas documentales, los informes forenses y los testigos. Tanto las víctimas que entrevisten como las declaraciones de los verdugos en las redes sociales

    En lo que no se van a fijar es en teorías conspiranoicas de youtubers random
  • editado abril 2022 PM
    In the Ukrainian village of Novyi Bykiv, the Russians set up their base in the local school. The whole place is totally wrecked now, just two years after it was renovated.
    But the messages they left behind and the way they behaved are quite revealing. Thread:
    HILO

    Todos esos datos y nombres, todos esos mensajes que han dejado a los niños
    Todo eso está siendo investigado
  • editado abril 2022 PM
    BULO de @liusivaya
    . "La estación de trenes de Kramatorsk repleta de gente ha recibido el impacto de un Tochka-U... Únicamente los utiliza el ejército ucraniano".
    FALSO: Un vídeo del 30 de marzo demuestra que el ejército ruso está utilizando los Tochka-U en Ucrania.
    Además de el del propio lanzamiento ese es el más reciente pero hay decenas de vídeos rulando desde el primer día

    La estrategia es tan simple como burda y ya la hemos explicado un montón de veces. No se contraargumenta, se sueltan unas payasadas y se intenta sembrar la duda. Cesar Vidal, Bea Talegón o la camella pueden cambiar su versión cuatro veces en menos de cuatro horas sin pestañear.

    Pero, al igual que la plana mayor rusa, siguen anclados al siglo pasado y no comprenden como funciona hoy día la información.

    Perder miles de vidas para solo intentar desarmar a Ucrania y entra en la OTAN Finlandia y Suecia y te sanciona hasta las Islas Bermudas

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  • Diony escribió : »
    Stern von Afrika escribió : »

    De pronto, la misma izquierda que, con razón, dejó provisionalmente a un lado la sangrienta dictadura de Sadam Hussein para condenar, con más razón, la invasión estadounidense de Iraq, se vuelve ahora casuística y quisquillosa. Hay que saber si Ucrania es y hasta qué punto una democracia, recorrer ojo avizor la biografía de Zelenski, denunciar cada grupúsculo nazi y mostrarse muy sensible –mientras se justifica o se silencia la tiranía del Baaz en Siria– frente a la suspensión, por lo demás injustificable, de partidos políticos en Ucrania. Hay que mostrarse moralmente intolerantes con los imperdonables, pero aislados, crímenes de guerra del ejército ucraniano mientras se consideran “presuntas” las matanzas rusas, los bombardeos rusos y la propia invasión de Ucrania por parte de Rusia.

    (...)

    Como consecuencia de la combinación de estas dos lógicas –el fatalismo geopolítico y el historicismo moral– este sector de la izquierda no espera jamás a los hechos porque no espera jamás que la historia produzca ningún hecho: sabe de antemano qué pueblos actúan de manera espontánea y cuáles están siendo manipulados por la OTAN y EE.UU.; y decide, por tanto, qué pueblos tienen derecho a rebelarse contra una tiranía, nacional o extranjera, y cuáles deben someterse a las necesidades de la lucha contra el imperialismo yanqui. De esta manera, decreta de antemano que los hechos en Ucrania –la matanza de Bucha, por ejemplo– es propaganda ucraniana mientras que la propaganda rusa, en el espejo, es un hecho incontestable. El invasor es la verdadera víctima y no miente; y por eso replicamos y difundimos sus versiones con la fruición mística del que, contra las legañas del “pensamiento dominante”, tiene un acceso directo y privilegiado a la verdad.

    (...)

    Porque hay también mucho elitismo en esta izquierda estalibana a la que le gusta tener razón contra el sentido común y el común de los mortales, atrapados en las tripas del sistema, ciegos y mansos. Ese elitismo es, en espíritu, el mismo que, contra el “sistema”, hemos visto entre los negacionistas y antivacunas durante la pandemia; y no es raro, por tanto, que aquí se mezclen las derechas y las izquierdas, Javier Couso y César Vidal, Iker Jiménez y Beatriz Talegón, terraplanistas y anti-imperialistas. Como he escrito otras veces, allí donde los marcos de credibilidad compartidos, institucionales y mediáticos, se han debilitado, la máxima incredulidad se convierte en el umbral de la máxima credulidad. Cuando ya no se cree en nada se está a punto de creer en cualquier cosa.

    (...)

    Nos ocupamos tanto de la historia y las “estructuras” que derretimos en ella la decisión de Putin de invadir un país soberano y generar miles de muertos y millones de refugiados. Si tuvo algún sentido invocar la legalidad internacional contra la invasión de Iraq, tiene también sentido invocarla contra la invasión de Ucrania; si tiene aún sentido distinguir entre negociaciones, presiones, sanciones y agresiones militares, tiene sentido denunciar a la Rusia de Putin como única responsable de una situación nueva en la que la paz mundial y la supervivencia planetaria, junto a la vida de ucranianos y rusos, está trágicamente en peligro. Toda la razón que pudiera tener Putin contra la OTAN quedó atrás desde el mismo momento en que su ejército cruzó la frontera de Ucrania y, con ella, la línea que separa un movimiento geopolítico de una agresión armada. No hay automatismos en la historia. La OTAN es responsable de haber gestionado mal la victoria en la Guerra Fría, como las potencias europeas gestionaron mal la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial. Pero los ucranianos no son víctimas de la OTAN, como los judíos no fueron víctimas del tratado de Versalles. Aún más: es terrible decirlo, pero Putin ha demostrado que en estos momentos no hay una alternativa a la OTAN. La izquierda europea debería estar pensando en propuestas al respecto para el futuro en lugar de predicar un pacifismo que tiene mucho sentido en Rusia, contra la decisión de su gobierno de hacer la guerra, pero que en Ucrania es sinónimo de sometimiento y rendición. Los ucranianos han decidido no rendirse y nadie, me parece, debería reprochárselo.

    Ucrania y la izquierda

    Un autor de izquierdas publica en un medio de izquierdas un artículo que no es sino una colección de obviedades destinadas a esa parte de la izquierda ciega, sorda y muda ante las barbaridades que cometen quienes consideran de los suyos.

    Y seguramente seguirá sin servir de nada, porque no hay mayor sectario que el que no quiere ver.

    Una golondrina no hace verano. Un nazi que no sea racista no elimina el racismo en el nazismo. No se necesita ser un genio estadístico, para saber que ese autor escogió mal a sus compañeros de viaje. Basta con simplemente consultar las redes sociales, para saber que tan representativo del activismo de izquierda es ese autor.

    Un nazi que no se racista no es nazi, tan simple como eso.

    Y gente de izquierdas en redes sociales criticando a Putin y su invasión hay a patadas, también los hay proPutin, como hay derechistas proPutin, como César Vidal.
  • @amnesty confirma que las fuerzas rusas llevaron a cabo ejecuciones extrajudiciales de civiles en posibles crímenes de guerra cometidos al oeste de Kiev y más. Llevan recabando pruebas desde hace *semanas*.

    Las narrativas prorrusas se desmontan.
    ¿Los de Amnistía Internacional no saben que el alcalde de Bucha se rascó una oreja en un vídeo?
  • editado abril 2022 PM

    Pues reto a cualquiera, a que busque en las redes sociales, las noticias sobre Ucrania de los principales medios de comunicación internacionales, y vea las respuestas de los usurarios que reciben, y verifique los perfiles. Sólo eso.


  • 78-year-old writer Yevhen Bal died near Mariupol after being tortured by Russians.
    They found the photo with Ukrainian soldiers in his house and were beating him for three days.
    Source: Pavlo Kushch, a representative of the National Union of Writers of Ukraine
    ¿Torturar a un anciano escritor hasta matarlo?
    También se está investigando por el fiscal Karim Khan y la última palabra al respecto no la tendrá ni RT ni Sputnik
  • editado abril 2022 PM
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    Me repito pero es que esto es muy grande
    Que balbucea desde Moscú esta señora que apenas puede mantenerse en pie por el vodka que se debe destruir el país porque han registrado internacionalmente como propia una sopa tradicional ucraniana, que está muy rica y que menuda inyustisia
    https://es.wikipedia.org/wiki/Borsch
  • Stern von Afrika escribió : »

    De pronto, la misma izquierda que, con razón, dejó provisionalmente a un lado la sangrienta dictadura de Sadam Hussein para condenar, con más razón, la invasión estadounidense de Iraq, se vuelve ahora casuística y quisquillosa. Hay que saber si Ucrania es y hasta qué punto una democracia, recorrer ojo avizor la biografía de Zelenski, denunciar cada grupúsculo nazi y mostrarse muy sensible –mientras se justifica o se silencia la tiranía del Baaz en Siria– frente a la suspensión, por lo demás injustificable, de partidos políticos en Ucrania. Hay que mostrarse moralmente intolerantes con los imperdonables, pero aislados, crímenes de guerra del ejército ucraniano mientras se consideran “presuntas” las matanzas rusas, los bombardeos rusos y la propia invasión de Ucrania por parte de Rusia.

    (...)

    Como consecuencia de la combinación de estas dos lógicas –el fatalismo geopolítico y el historicismo moral– este sector de la izquierda no espera jamás a los hechos porque no espera jamás que la historia produzca ningún hecho: sabe de antemano qué pueblos actúan de manera espontánea y cuáles están siendo manipulados por la OTAN y EE.UU.; y decide, por tanto, qué pueblos tienen derecho a rebelarse contra una tiranía, nacional o extranjera, y cuáles deben someterse a las necesidades de la lucha contra el imperialismo yanqui. De esta manera, decreta de antemano que los hechos en Ucrania –la matanza de Bucha, por ejemplo– es propaganda ucraniana mientras que la propaganda rusa, en el espejo, es un hecho incontestable. El invasor es la verdadera víctima y no miente; y por eso replicamos y difundimos sus versiones con la fruición mística del que, contra las legañas del “pensamiento dominante”, tiene un acceso directo y privilegiado a la verdad.

    (...)

    Porque hay también mucho elitismo en esta izquierda estalibana a la que le gusta tener razón contra el sentido común y el común de los mortales, atrapados en las tripas del sistema, ciegos y mansos. Ese elitismo es, en espíritu, el mismo que, contra el “sistema”, hemos visto entre los negacionistas y antivacunas durante la pandemia; y no es raro, por tanto, que aquí se mezclen las derechas y las izquierdas, Javier Couso y César Vidal, Iker Jiménez y Beatriz Talegón, terraplanistas y anti-imperialistas. Como he escrito otras veces, allí donde los marcos de credibilidad compartidos, institucionales y mediáticos, se han debilitado, la máxima incredulidad se convierte en el umbral de la máxima credulidad. Cuando ya no se cree en nada se está a punto de creer en cualquier cosa.

    (...)

    Nos ocupamos tanto de la historia y las “estructuras” que derretimos en ella la decisión de Putin de invadir un país soberano y generar miles de muertos y millones de refugiados. Si tuvo algún sentido invocar la legalidad internacional contra la invasión de Iraq, tiene también sentido invocarla contra la invasión de Ucrania; si tiene aún sentido distinguir entre negociaciones, presiones, sanciones y agresiones militares, tiene sentido denunciar a la Rusia de Putin como única responsable de una situación nueva en la que la paz mundial y la supervivencia planetaria, junto a la vida de ucranianos y rusos, está trágicamente en peligro. Toda la razón que pudiera tener Putin contra la OTAN quedó atrás desde el mismo momento en que su ejército cruzó la frontera de Ucrania y, con ella, la línea que separa un movimiento geopolítico de una agresión armada. No hay automatismos en la historia. La OTAN es responsable de haber gestionado mal la victoria en la Guerra Fría, como las potencias europeas gestionaron mal la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial. Pero los ucranianos no son víctimas de la OTAN, como los judíos no fueron víctimas del tratado de Versalles. Aún más: es terrible decirlo, pero Putin ha demostrado que en estos momentos no hay una alternativa a la OTAN. La izquierda europea debería estar pensando en propuestas al respecto para el futuro en lugar de predicar un pacifismo que tiene mucho sentido en Rusia, contra la decisión de su gobierno de hacer la guerra, pero que en Ucrania es sinónimo de sometimiento y rendición. Los ucranianos han decidido no rendirse y nadie, me parece, debería reprochárselo.

    Ucrania y la izquierda

    Un autor de izquierdas publica en un medio de izquierdas un artículo que no es sino una colección de obviedades destinadas a esa parte de la izquierda ciega, sorda y muda ante las barbaridades que cometen quienes consideran de los suyos.

    Y seguramente seguirá sin servir de nada, porque no hay mayor sectario que el que no quiere ver.

    Inapelable
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