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Los treinta y los niños
Quien mas o quien menos, llegados a la treintena y sin hijos, tienen ese momento de duda, de que se te pasa el arroz, de que a lo mejor deberías de haber tenido hijos antes.
Y mas en estos tiempos, donde ves en facebook incontables fotos simpáticas de tus amigos con sus hijos, o incluso alguna ex que sube una foto de su barriguita y te hace imaginar por un momento que podría haber sido tuyo..
Entonces sales del trabajo y te montas en el metro. Como hace buen tiempo, el vagón esta medio vacío, te pones a leer el libro que llevas en la mochila tranquilamente. En la siguiente parada ves un grupo numeroso de chavales, de unos 10 años, todos con uniforme, parece que vuelven de excursión.
Y piensas en aquella novia con la que terminaste porque ella quería ser madre pero tu todavía pensabas que tenias muchas cosas que hacer antes de ser padre.
Los niños empiezan a entrar en el vagón, son pura vitalidad, pura alegría. Llenan tu vagón y el que viene detrás, con los profesores asegurándose que están todos.
Tardas menos de una parada en disipar todas las dudas que te habían surgido últimamente, el vagón parece un infierno donde una turba de prepúberes taladran tu cerebro a base de gritos mientras los desesperados profesores tratan te controlar el caos, como si fuese posible, pobres...
En la siguiente parada guardas el libro, es imposible concentrarse. Te pones los cascos y subes el volumen con la esperanza de aislarte de un griterío que parece que va subiendo de nivel a cada segundo que pasa.
Tres paradas después el asesinato en masa no parece tan horrible e inhumano como hace diez minutos, y diferentes métodos de exterminio cruzan tu mente a gran velocidad. Apenas puedes escuchar la música. Hitler era una nenaza.
Dos paradas mas, el deseo de poseer adherido al cuerpo un chaleco lleno de explosivos te invade, tus fantasías mas oscuras se disparan, tu ya estas condenado, no ha salvación, así que al menos intenta llevarte contigo cuantos mas miniseres del averno como puedas. Tu cabeza está a punto de reventar. El Mulá Omar es tu nuevo modelo a seguir.
Por fin, es tu parada, sales al andén y mirando de reojo ves aliviado que las hordas de Satán no te siguen. Por tu cabeza todavía pasan a toda velocidad escenas de dolor y mutilación que podrías llevar a cabo con una cuchara. Battle Royale debería ser real y obligatorio en todas las escuelas.
Empiezas a subir las escaleras y una chica con un vestido diminuto te recuerda del buen día que hace. El vaivén de su falda al andar te hipnotiza y tus deseos de sangre son poco a poco substituidos por otros deseos mejores.
Llegas a casa, entras en Facebook y ves una foto de un amigo con sus tres churumbeles.
Un escalofrío recorre tu espalda.
Ese podrías ser tu.
Y mas en estos tiempos, donde ves en facebook incontables fotos simpáticas de tus amigos con sus hijos, o incluso alguna ex que sube una foto de su barriguita y te hace imaginar por un momento que podría haber sido tuyo..
Entonces sales del trabajo y te montas en el metro. Como hace buen tiempo, el vagón esta medio vacío, te pones a leer el libro que llevas en la mochila tranquilamente. En la siguiente parada ves un grupo numeroso de chavales, de unos 10 años, todos con uniforme, parece que vuelven de excursión.
Y piensas en aquella novia con la que terminaste porque ella quería ser madre pero tu todavía pensabas que tenias muchas cosas que hacer antes de ser padre.
Los niños empiezan a entrar en el vagón, son pura vitalidad, pura alegría. Llenan tu vagón y el que viene detrás, con los profesores asegurándose que están todos.
Tardas menos de una parada en disipar todas las dudas que te habían surgido últimamente, el vagón parece un infierno donde una turba de prepúberes taladran tu cerebro a base de gritos mientras los desesperados profesores tratan te controlar el caos, como si fuese posible, pobres...
En la siguiente parada guardas el libro, es imposible concentrarse. Te pones los cascos y subes el volumen con la esperanza de aislarte de un griterío que parece que va subiendo de nivel a cada segundo que pasa.
Tres paradas después el asesinato en masa no parece tan horrible e inhumano como hace diez minutos, y diferentes métodos de exterminio cruzan tu mente a gran velocidad. Apenas puedes escuchar la música. Hitler era una nenaza.
Dos paradas mas, el deseo de poseer adherido al cuerpo un chaleco lleno de explosivos te invade, tus fantasías mas oscuras se disparan, tu ya estas condenado, no ha salvación, así que al menos intenta llevarte contigo cuantos mas miniseres del averno como puedas. Tu cabeza está a punto de reventar. El Mulá Omar es tu nuevo modelo a seguir.
Por fin, es tu parada, sales al andén y mirando de reojo ves aliviado que las hordas de Satán no te siguen. Por tu cabeza todavía pasan a toda velocidad escenas de dolor y mutilación que podrías llevar a cabo con una cuchara. Battle Royale debería ser real y obligatorio en todas las escuelas.
Empiezas a subir las escaleras y una chica con un vestido diminuto te recuerda del buen día que hace. El vaivén de su falda al andar te hipnotiza y tus deseos de sangre son poco a poco substituidos por otros deseos mejores.
Llegas a casa, entras en Facebook y ves una foto de un amigo con sus tres churumbeles.
Un escalofrío recorre tu espalda.
Ese podrías ser tu.
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Comentarios
Pues eso, que yo nunca he tenido mucho instinto maternal y si alguna vez lo tuve tenía ventipocos y duraba instantes y pensaba en un futuro lejano. Año tras año siempre digo que me veo demasiado joven para tenerlos y que aún me queda mucho por hacer, así que me resulta obvio que si alguna vez llega el día en que sienta que ya he hecho lo que deseo con mi vida y me veo asentada y tal, será demasiado tarde para tenerlos vía natural. La adopción es algo que podría solucionarlo, lo sé, pero es que tampoco me quita el sueño.
Y no es que no me gusten los críos, puesto me planteo dar clases en un futuro cercano, pero creo que tener hijos es una gran responsabilidad y no me apetece aceptarla. Entiéndaseme que ya me cuesta hacerme responsable de mí misma y me siento desbordada a veces, como para ser responsable de la crianza de un bebé cuya vida va a depender directamente del ambiente y las enseñanzas que yo le procure (por cariño no tendría problema alguno).
Bueno, aunque he intentado explicar cómo me siento ante la perspectiva de la maternidad, creo que no lo he conseguido del todo y que no os haréis idea de lo que realmente pasa por mi cabeza.
PD. Luego el tema económico actual mejor ni lo menciono. Ya tienen bastante mis padres con ayudar a la "loca" (dicho con todo el cariño del mundo, podría poner irreflexiva con alguna connotación en su lugar). Al final la única y por tanto última responsable soy yo. Algún día igual doy más pistas sobre el tema pero no me apetece mucho contar problemas de otros, aunque acaben afectándome a mí.
Yo es que creo que quien piense que los niños son una carga no debería tenerlos (y no lo digo por mí). La vida con hijos es diferente, tiene cosas que no tiene la vida sin ellos y viceversa. Eso no quiere decir que sean una carga. Son una responsabilidad, eso sin duda alguna, pero una carga no, a no ser que veas vivir per se como una carga, entonces sí, son otra carga más, como lo es tu propia supervivencia.
Soy la rehostia, lo sé, pero anoche debía tener más sueño del que pensaba, porque iba a poner la "loca" de mi hermana (que si no parece que me estoy refiriendo a mí y yo de irreflexiva tengo precisamente entre nada y menos, joer...
Qué adorable es la inocencia, a veces xD
Mejor un gato, o mejor aun, un sobrino, entre 3 y 8 años, dos horas a la semana.
Un saludo
en mi caso hace un par de años nos planteamos tener otro, era el momento adecuado y no hubiera estado mal, pero es simple, no estaba la economía como para tener otro hijo, no nos lo podiamos permitir.
Un saludo
Tuvisteis suerte, el Mundo no estaba preparado para un vástago de semejantes progenitores
Edito: por cierto, tenía entonces 32 o 33 primaveras, ahora tendría un monstruito en plena adolescencia.
En mi caso nunca me lo planteé por mi naturaleza de bon vivant. Pero una vez nacidos te das cuenta que eso de "es lo más bonito que me ha pasado jamás" NO es un tópico.
Menos mal que la panda de salvajes de ayer me hicieron reafirmarme en mi vida sin descendencia.
Quien sabe, a lo mejor un día aflora en mi un instinto paternal de la hostia, pero de momento nada...
Dicho esto, Sabor Fresa, tener hijos es una carga, en especial los primeros años. Es un trabajo a tiempo completo a añadir a todo lo demás. Depende mucho de la ayuda familiar (o en forma de asistentas y canguros) de la que se disponga, pero tiempo libre más bien poco, y en su mayor parte en casa. Otra cosa es que luego el niño te sonría como loco al verte y todo el trabajo merezca la pena, pero difiícilmente puede uno incorporar hacer purés y poner lavadoras a las cosas que le hacen disfrutar de la vida.
A mí siempre me ha atraído la paternidad, me parece un reto complicadísimo, pero apasionante a la vez. Tengo ya 33 y va tocando, ahora que ya tengo una casa en condiciones, que me caso.. ejem ejem. Ahora, tengo clarísimo que durante muchos años me va a limitar, pues claro que sí. Creo que hay que tener una mezcla de ingenuidad y egoísmo para pensar lo contrario. Yo viajo a lugares como Camboya, Perú, Guatemala... y ni se me ocurriría llevar ahí a un niño pequeño. Sé que durante unos años me tendré que conformar con viajar por Europa y a un ritmo mucho más tranquilo y adaptado a críos. Lo disfrutaré de otro modo, pero desde luego que tienes que cambiar cosas. Hay puntos medios claro, que a mí la gente que dice "desde que nació mi hijo no soy persona, me he desconectado de todo, no tengo amigos, etc." no les entiendo tampoco.
No creas. Hoy en día cualquiera con suficientes amigos tiene ejemplos de una cosa y la contraria y mi mujer y yo tenemos bastante claro el modelo a seguir :P
De verdad me dices que crees que no tendrás que privarte de nada si tienes hijos? Pues o tus aficiones son bastante mierder, o lo dudo mucho
Hombre, de novia a mujer, enhorabuena.
Será que mis aficiones son bastante mierder.
Gracias
Pues desgraciadamente el hombre lo tiene más complicado gracias a su biología.
Una mujer si quiere un hijo lo tiene muy fácil.
Que se lo digan a Boris Becker...