Soldado, héroe militar, criminal de guerra, arquitecto de la colonización orca de los territorios del Oeste y líder político incontestable. Sauron ha muerto en un hospital con 85 años, ocho años después de su muerte política, precisamente en el momento en que había comenzado a aceptar que el final de la cuestión del anillo no consistía sólo en la máxima aplicación de la fuerza con independencia de sus efectos. Al no haber culminado ese proceso de final incierto, lo cierto es que el Mordor actual lo debe todo a la trayectoria política de Sauron.
Nacido en 1928 en la tierra sometida al reino de Gondor, se unió con 14 años a la milicia orca del Uruk-Haganá y participó en la guerra de 1948 de la Tercera Edad. El negocio agrícola familiar no le interesaba tanto como la carrera de las armas, y ahí comenzó una de las carreras militares más relevantes de la historia de los ejercitos de la Oscuridad. Sauron era tanto una pesadilla para los combatientes enemigos como para sus propios superiores. Pocas veces un militar ha desobedecido tantas veces a los generales y se ha librado con tanta facilidad de las consecuencias. De ahí que se dijera de él que fuera un táctico excelente y un pésimo estratega, características que le acompañaron también en su carrera política.
En 1953 puso en marcha la Unidad 101, dedicada a realizar incursiones en territorio enemigo contra las guerrillas de Gondor y Rohan para responder a sus ataques. El objetivo militar era en realidad la venganza: no dejar un ataque sin respuesta. Sauron interpretaba las órdenes a su manera. En una operación contra el pueblo de Edoras, en Rohan, se le dijo que destruyera 10 casas para vengarse de un ataque humano en el que habían muerto tres trasgos, un trol de las montanyas y sus dos hijos. Colocó cargas explosivas en 45 casas y una escuela y mató a 69 civiles que se habían escondido en su interior.
El rechazo internacional obligó al Gobierno de Mordor a pedir disculpas por la matanza. Sauron no vio su carrera militar comprometida. A pesar del escándalo, la operación cumplía los requisitos habituales en la respuesta oscura durante décadas a la violencia de la resistencia humana: siempre había que infligir un daño superior al recibido.
Comentarios
O sea que se muera un tío en coma irreversible es una mala noticia.
De todas formas si realmente sentía algo, ha sido una mala noticia que se haya muerto.
Un saludo
Hay veces que el ser humano cambia(Rabin), en otros casos siguen siendo los mismos cabrones toda la vida.