1. En la Baja Navarra:
Las cuevas de Isturitz-Oxocelhaya.
Son "chulis". Probablemente no son las más bonitas en cuanto a formaciones calcáreas (lo de las estalactitas y estalagmitas). Probablemente, tampoco son las mejores en cuanto a grabados del hombre prehistórico. Pero no están mal en cuanto a lo primero y tienen algo (a mí me parece que poco, pero tener, tienen) respecto a lo segundo.
En cualquier caso, una visita interesante en la Navarra francesa. Cerca de Hasparren. Para comer, en Osses:
La Ferme Gourmande
Maison Landaburua
64780-Osses
Coordenadas:
Lat: 43º 15' 32.7348" N
Lon: 1º 15' 43.1238" W
Tf. 33 (0) 559.377.732
http://www.restaurant-fermegourmande.com/
Una referencia de las que hay que guardar para cuando se pase por allí. Super-recomendable.
2. Viila Arnaga, en Cambo-les-Bains (Lapurdi, País vasco-francés).
La villa donde vivió Rostand, el autor francés que trajo al mundo a Cirano de Bergerac. Una mansión curiosa, unos jardines muy cuidados.... La visita guiada merece la pena (en francés), dura como una hora. En cada sala hay unas fichas en inglés, español y francés contando cada estancia. Es decir, que lo de la visita guiada puedes pasar, aunque si te manejas en francés, es más interesante que hacerlo por libre. 7 euros la entrada.
¿Para comer?
Yo comí en el restaurante del hotel Les Tilleuls (Hasparren)
http://www.hotellestilleuls-hasparren.com/
Tienen menús de 25 y 30 euros, a elegir. Todo "compris", casi hasta el puro de después de la comida. Una carne de las mejores que he probado desde hace mucho tiempo. Y el magret... de rechupete. ¿La estética? Correcta, sin grandes pretensiones. Y en la comida, un francés que está sentado frente a nosotros, entiende español y se mete en la conversación (eso sí, correctísimo). Nacido y criado en París, aunque de familia vasco-francesa de Bayonne, ingeniero, trabaja en Brasil y hablamos de lo divino y lo humano. Nos habla de lo incomprensible que resulta para él la mentalidad nacionalista, por su espíritu excluyente y reduccionista a los límites de la aldea, contrapone lo individualista del espíritu de aldea español frente al supuesto espíritu solidario e integrador entre las regiones francesas, hablamos de Europa y de lo importante que es avanzar hacia la integración europea. Su mujer, irlandesa. Al niño pequeño que tienen, ella lo habla en inglés y él en francés. En definitiva, una conversación imprevista e interesante. De ETA nos cuenta que le resulta incomprensible casi todo.
En fin, quedaros con la referencia de Arnaga y el restaurante Les Tilleuls.
3. En Zizurkil, cerca de Tolosa:
Restaurante Abeletxe:
http://www.abeletxe.com/es/hasiera
No es barato, pero tampoco es una exageración. El entorno, idílico. Con una terraza, que si el tiempo acompaña (ahora mismo, por ejemplo, está lloviendo en San Sebastián), es una gozada comer por las vistas que tiene: todo verde, todo monte, todo vacas...
Eso sí, el camino para llegar hasta el restaurante... hay que cruzar los dedos para no encontrarse con ningún coche de frente. Porque no hay espacio para los dos.
La comida, de calidad muy alta. Con suerte, ves por allí a Edurne Pasabán.
En fin, seguiremos informando. Espero.
Comentarios
El clásico de los clásicos en Vitoria. Un buen decorado. Ocupa la que se considera la casa más antigua de Vitoria (siglo XIV). El exterior del restaurante, la entrada y el comedor forman un conjunto precioso. En el comedor, todo recuerda épocas pasadas: el suelo, las vigas vistas... Muy bonito.
Sobre la comida... ahí flojeó Parece que le pesaran los años. Los platos de cuchara, exquisitos. Unas lentejas con chorizo como las de casa, unas alubias sabrosísimas. Eso sí, cuando pides platos un poco más elaborados... patina un poco. Ahí, la calidad baja. Unas manitas de cerdo crujientes rellenas de foie que no llamaron especialmente la atención, un foie a la plancha también bastante mediocre... En definitiva, se come bien, pero te quedas con la sensación de que no llega al nivel que debería, teniendo en cuenta el escenario y los precios de la carta.
¿El servicio?
Mejorable. Un detalle. A la hora de pedir el vino de la comida, le pedí consejo a la camarera. Había pensado en un Contino Reserva, pero me atraía también la opción de un Valserrano Mazuelo 2004. El Contino Reserva es un valor seguro, siempre aciertas con él, pero por aquello de probar algo diferente, le pido a la camarera que nos toma la nora su opinión sobre el Valserrano. Me dice que no tiene ni idea de los vinos. Que sólo me puede decir que sus clientes piden más veces Contino que Valserrano y de ahí no sale. Como paree que tampoco hay un sumiller en el restaurante, al final decido probar el Valserrano y soy yo el que le informa a la camarera sobre los vinos que tiene en carta, para que se haga una idea y sepa qué les puede decir a otros clientes que le pregunten lo mismo. En definitiva, un fallo como ese es inadmisible en un restaurante con pretensiones. Por lo demás, un servicio normalito. Ni fu ni fa.
En definitiva, si yo tuviera otras opciones, eligiría otros restarantes. Quizá El Clarete, quizá Ikea (nada que ver con la tienda sueca de muebles de casa, aunque hay que reconocer que el nombre que han elegido no es muy original).
Lo estético (decoración, comedor, etc.); 5/5
La mesa: 3/5
El servicio: 3/5
El precio: Alto.
Ah, y el Sagartoki como opción barata y rápida: tienen un "pack" de 4 pinchos más otro pincho de postre, con bebida incluida a 10'30 euros (¿o eran 10'80 euros? (no recuerdo exactamente si 10'30 ó 10'80). Pichos riquísimos. Ya no funciona como restaurante, ojo. Sólo pinchos en la barra o para llevar.
Y mirando hacia atrás, apunto algunas cosas sobre el restaurante La Ferme Gourmande de Osses, que en el anterior comentario quizá fui muy escueto:
Está situado en un alto, un tanto apartado de la civilización (por eso dejé las coordenadas). Tiene unas mesas al exterior y también tiene comedor dentro. La mayoría de la gente (todos franceses) eligieron fuera, pero yo preferí dentro porque hacía un poco de bochorno. En cualquier caso, las vistas desde la terraza exterior son espectaculares. Abren todo el año. El comedor interior, normalito.
Sobre la carta, tienen una carta corta. Tres menús, uno de treinta euros, otro de cuarenta y el menú degustación, que costaba alrededor de 60 euros (bebidas aparte). Yo elegí el de treinta euros. La diferencia con el de cuarenta es que en el de 40 euros te sirven dos platos principales: uno de carne y otro de pescado. Como tenía claro que prefería carne, me quedé con el de 30 euros, que incluía un entrante, el plato principal, un postre de quesos y otro postre dulce.
Sobre la calidad, la elaboración, etc. es buena. Tampoco es que sea espectacular, pero sí muy aceptable. La carne estaba muy jugosa y en su punto exacto. El entrante y el postre dulce (casero) bien elaborados y con una presentación correcta. Los quesos, también muy ricos, aunque a este apartado no le doy tanta importancia porque eran industriales, es decir, no elaborados por ellos.
El servicio, correcto sin más.
En definitiva, mis nota serían:
Lo estético (decoración, comedor, etc.); 5/5 (por las vistas; si fuera por el comedor de dentro: 2/5)
La mesa: 3/5
El servicio: 3/5
El precio: Medio-Alto (contando vino y café, entre 40-50 euros/pax)
Unas calificaciones muy similares a las de El Portalón, es verdad. La diferencia que yo haría entre ambos es que de El Portalón esperaba mucho más y en este restaurante de Osses esperaba mucho menos. Con El Portalón fue una mini-decepción y con La Ferme Gourmande fue una sorpresa en positivo. Supongo que casi todos dirían, con razón probablemente, que es más restaurante El Portalón, pero...
Y otra cosa. Si vais por la zona, además de las grutas de Isturitz que comenté el otro día, si os gusta el queso, no dejéis de pasar por la fábrica de quesos Onetik, en Macaye, un pequeño pueblo de esta zona.
http://www.onetik.com/
Coordenadas (para el GPS):
Lat: 43º 20' 0.4488" N
Lon: 1º 18' 18.324" W
Un catálogo de quesos, de esas veces que te llevas todos.
Saludos.
Buena época esta del invierno para acercarse a Albiztur (al lado de Tolosa) a comer una alubiada.
Según entras en el pueblo desde la autovía, lo primero que ves, a la derecha, es otro restaurante, el Ugarte. Ahí sirven también alubias, pero sin "sacramentos". Si lo que quieres es un "completo", mejor entrar en el Elane. Lo mejor es aparcar frente al Ugarte. El Elane está un pelín más arriba, como a 50 metros, en la misma acera, pero se encuentra en mitad de una curva y es complicado aparcar ahí.
Sobre el local:
Desde la entrada, el restaurante hace una forma parecida a esta: _¡ (una especie de letra "L" girada)
La entrada estaría en el vértice de las dos líneas. La primera impresión sobre el local es positiva. Tiene eso que ahora llaman "con encanto". La decoración es sencilla, sin nada estridente. La televisión estaba puesta, pero sin molestar, y un niño (supongo que la hija de la dueña o encargada) estaba por el comedor.
La entrada la haces por el vértice donde se juntan las dos líneas que te he dibujado más arriba. A la izquierda, al final de la línea horizontal hay una chimenea encendida. Como estaban vacías las mesas próximas a la chimenea, pensé que nos situarían por allí. Pero no tuvimos suerte. Nos dieron una mesa ubicada justo al final de la línea vertical. No me gustó. La mesa estaba justo a la entrada de los aseos y, con tantas mesas libres como había, supongo que lo lógico es dejar esas mesas las últimas en ser ocupadas. No quise comentarle nada a la chica que nos atendió, quizá por timidez.
Sí es verdad, en cualquier caso, que la chimenea debía estar con un fuego muy bajo porque la sensación que había en el comedor era un poco desapacible, con una temperatura más bien baja y no conseguías tener esa sensación de confort que tienes cuando la temperatura es agradable. Incluso, por algunos gestos de la encargada, me dí cuenta que ella también tenía un poco de frío.
Al final, cuando salimos después de comer, creo que había 3 mesas ocupadas, sin contar la nuestra.
Sobre el servicio:
La persona que atendía el comedor era una chica de unos 35-40 años. No era especialmente simpática. Digamos que te hacía las "gracias" justas. De las tres personas que íbamos (mi mujer, mi hija y yo), mi hija y yo teníamos claro que íbamos a comer alubias, pero mi mujer tenía dudas. Por eso le pidió que si le podía traer la carta para ver qué otras alternativas había, además de las alubias. No había carta (en mi opinión, un fallo). Y cuando te dicen de voz las alternativas que hay, normalmente nunca te dicen el precio de cada cosa, así que al final, para evitarse sorpresas, mi mujer decidió apuntarse también a las alubias.
Sobre lo que comimos:
Nos trajeron una perola con alubias para los tres y para que nos sirviésemos a nuestro gusto. En otra fuente nos trajeron los "sacramentos": chorizo, morcilla y costillas. Reconozco que no soy un experto en alubias. Pero sé lo que me gusta y lo que no. Y estas alubias del Elane estaban "ricas, ricas". El caldo, quizá, algo espeso, pero el plato que me puse con las alubias, un poco de chorizo, otro poco de morcilla y las costillas estaba de chuparse los dedos. Mi hija no quiso probar los sacramentos y mi mujer simplemente los probó para ver qué tal estaban. Con eso quiero decir que la fuente de los "añadidos" casi me la comí yo solo. Súmale a eso que repetí alubias dos o tres veces... salí con un empacho...
Para beber pedimos el vino de la casa. Una marca que desconocía (Ibañez Bujanda, de Rioja). No me lo he apuntado como uno de mis favoritos precisamente.
De postre, cuajadas caseras. También muy ricas.
Al final de la comida, mi mujer le comentó a la encargada que si conocía algún sitio donde se pudiesen comprar alubias y la misma encargada nos vendió los dos kilos que le pedimos. A 11 euros/Kg., que creo que es un buen precio.
Sobre el precio:
El menú para tres, con la botella de vino, una botella de agua para mi hija, postres y un café solo (ahora mismo no recuerdo si mi mujer pidió un té) nos salió por 56'56 euros. Si lo divides entre tres, sale a 18'85 euros por persona.
Las alubias que compramos las cocinamos el pasado fin de semana. Im-pre-sio-nan-tes.
http://www.albiztur.com/es/html/1/1745.shtml
SIDRERÍA TXOPINONDO (ASCAIN O AZKAINE, IPARRALDE -PAÍS VASCO-FRANCÉS, JUNTO A SAN JUAN DE LUZ):
Era un día especial porque abrían la temporada de sidra y habían organizado una cena con un grupo de música tradicional en vivo. El comedor estaba prácticamente lleno, prácticamente todos franceses. Un ambiente muy muy agradable, la gente cantaba las canciones del grupo de música, algunos salían a bailar, hubo también gaita (es la primera vez que veo en Euskadi la gaita en grupos de música tradicional vasca). ¿Quién dijo que los franceses no tienen marcha y que son muy sosos? En fin, un sitio para volver. El dueño (Dominique) es un tipo muy jatorra, muy simpático, y es el que iba anunciando lo de "txotx" cada vez que abría una kupela.
El menú era un menú cerrado a un precio de 33 euros. Quedamos encantados. La tortilla de bacalao con perejil estaba de muerte, la carne tierna (no se hacía en absoluto bola intragable en la boca) y cocinada en su punto...
En fin, una gran noche. Se me olvidaba deciros que Txopinondo es de las sidrerías que abren, no sólo la temporada propiamente dicha, sino todo el año, supongo que para aprovechar el tirón turístico de San Juan de Luz en verano. Merece la pena. Y si es alguno de esos días en los que Dominique organiza alguna fiesta... más todavía.
La sidrería tiene página web:
http://www.txopinondo.com/