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El PP ante el abismo
En esta entrada voy a presentar una tesis: que el Partido Popular (y con él el gobierno) está tocado de ala y enfrenta una crisis existencial que puede desembocar en su desintegración. No es wishful thinking, tampoco es el escenario más probable, pero es un escenario posible sobre el que conviene reflexionar.
Enumero pues las causas de la debacle. Vamos a ello:
Señas de identidad puestas en cuestión
El Partido Popular tiene unas señas de identidad muy claras. Es el partido español más parecido a los grandes partidos de masas de los años 30 del Siglo XX, muy ideologizados y con vocación de permear todas las capas de la sociedad. Pero algo está fallando: su promesa es cada vez menos creíble. ¿Por qué?
En primer lugar, una parte importante del prestigio del PP proviene de su fama de buen gestor. La visión idealizada del aznarato, de los años del milagro económico, el desempleo menguante y la entrada en el euro, es usada recurrentemente por el partido. Pero la sociedad ya no se lo cree. Por un lado se empieza a revisar retrospectivamente ese periodo, en el que se gestó la burbuja inmobiliaria gracias a la Ley del Suelo y comenzó el despilfarro en infraestructuras que todos vemos claro ahora. El crecimiento de aquellos años se percibe como artificial y viciado, difícilmente reivindicable. El golpe de gracia a esa visión idealizada del pasado ha sido la caída en desgracia del gran hacedor, Rodrigo Rato, convertido él mismo en activo tóxico. Pero el golpe definitivo ha sido la incapacidad del actual Gobierno para solucionar la crisis. El PP alimentó unas expectativas irrealizables en la última campaña electoral apelando a su buen hacer pasado, y ha fracasado miserablemente a la hora de materializarlas. La fama de buenos gestores se ha volatilizado, decepcionando por el camino a una parte importante de las bases del partido.
Otra seña de identidad del PP era su defensa de la Constitución y de la unidad de España. En este flanco observamos cómo el desprestigio de las instituciones alumbradas en el 78 y la sensación generalizada de cambio de ciclo han hecho perder lustre a esa defensa inconmovible del statu quo constitucional. No es lo mismo parapetarse tras la Constitución en los años de bonanaza de los primeros dos miles, cuando todo parecía ir bien, que en una coyuntura en la que el cambio se presenta como una necesidad. Respecto a la unidad de España, cada vez más gente se da cuenta de que las políticas y actitudes del PP son una fábrica de generar independentistas. Por supuesto mucha gente cree aún que es necesario un partido nacional fuerte que ponga coto a las reivindicaciones desleales del nacionalismo, pero el órdago catalán, que sólo puede resolverse con diálogo y concesiones, pone al PP entre la espada y la pared: o lleva la situación al punto de ruptura o decepciona a los propios. En ambos casos el coste político es elevado.
Siguiendo en esta línea, otro de los estandartes del PP era su firmeza frente al terrorismo y su defensa de las víctimas. Pero en realidad el PP es el partido que de forma más descarada y repugnante ha utilizado a las víctimas con fines políticos (manifestaciones durante la etapa de Zapatero contra el "proceso de paz"), las ha dividido en buenas y malas (Pilar Manjón y la asociación 11M) e incluso las ha coaccionado cuando no se han plegado a sus intereses (¿recordáis la asociación de ecuatorianos a la que la Comunidad de Madrid amenazó con retirar ayudas por apoyar la manifestación equivocada tras el atentado de la T4?). Quitando esto, que muchos incondicionales se negarán a aceptar, la realidad es que afortunadamente ETA ya no mata, el terrorismo ha casi desaparecido de la lista de preocupaciones ciudadanas del CIS y por lo tanto el PP ya no puede jugar políticamente esta baza.
Otra de las virtudes más cacareadas del PP era su supuesta unidad de discurso (el partido que dice lo mismo en toda España, el partido que defiende la igualdad de los españoles) y su patriotismo. En realidad lo de que dicen lo mismo en toda España es mentira. Respecto al patriotismo, el PP es el partido que más descaradamente ha puesto las instituciones, empezando por la Justicia, al servicio de sus intereses; ha ejercido la labor de oposición con una notable irresponsabilidad (votar en contra de los recortes del 10 de Mayo de Zapatero dejando al país a un paso del abismo) y ha seguido haciendo lo mismo en el Gobierno (retrasar los presupuestos en función de una cita electoral en Andalucía en un momento más que delicado no es pensar en el interés general precisamente).
En realidad todo lo que vende el PP es mentira. No son buenos gestores, no son patriotas pues ponen el interés del partido por delante del de país, han violado a las víctimas del terrorismo a su antojo y son los mayores enemigos de la unidad de España. Que algunas de estas cosas se vean claras es cuestión de tiempo, o de que surja una oposición que las sepa explotar, pero aunque aún no se vean son los pies de barro del PP, y no van a aguantar para siempre.
Crisis económica
Este punto es fácil. El PP esperaba una primera mitad de legislatura difícil y un final con recuperación económica que no va a llegar. La economía no va a salvar al PP, lo va a condenar. Ni más ni menos.
Corrupción
La madre del cordero. ¿Recordáis el adagio PSOE=Paro y corrupción de la última legislatura de González? El PP lo va a sufrir en carne propia. El caso Bárcenas va a seguir dando titulares durante lo que queda de legislatura (los ritmos de la justicia son así en España) y acabará salpicando al mismísimo Rajoy. Por no mencionar el resto de mierda y evitar una entrada excesivamente larga sólo diré que lo más parecido que tiene el PP ahora a un dirigente de importancia libre de sospechas de corrupción es un tipo que se hizo fotos en un yate con un narco. Todo lo demás, desde Sánchez Camacho hasta el vertedero valenciano, pasando por las mil ramificaciones de Gurtel y los sobres, huele a podrido.
Feudos en jaque
Los graneros de voto del PP son Madrid y Valencia. Valencia es una comunidad donde la identidad corrupción=paro ha calado más hondo, y el blaverismo pepero, una de sus grandes bazas, hace aguas. Las encuestas huelen a muerto. En Madrid tenemos a unos primeros espadas que no ha elegido nadie y que caen mal (Botella y González), una legión de médicos soliviantando a los abueletes de la comunidad contra el PP y sobretodo tenemos a UPD. El PP no va a pasar a la irrlevancia, quizá incluso siga siendo primera fuerza en ambas comunidades, pero se puede ir olvidando del maná de escaños de los últimos años.
Prensa no tan afín
Seguro que os habéis dado cuenta de que la prensa de derechas, antes monolítica, está rota. La Razón y los últimos de Filipinas intentan achicar aguas como pueden mientras Pedro J va a la suya. Y ojo con el [img=http://politikon.es/2013/02/03/corrupcion-castigo-electoral-y-el-papel-de-la-independencia-de-los-medios/]http://papel de los medios[/img] y la dinámica de guerra de trincheras a la hora de movilizar y mantener cohesionada a la base de votantes.
División interna
Ya vemos conatos de revuelta, y no serán los últimos. La derecha española ha tendido históricamente a mostrarse monolítica debido al escarmiento histórico que supusieron las disensiones en el seno de la UCD y su traducción en una hegemonía socialista que duró década y media. No creo que la disciplina se mantenga ahora.
El factor timonel
Quizá el argumento más persuasivo de todos. Independientemente del grado, creo que todos estaremos de acuerdo en que el PP atraviesa momentos difíciles. Y el tipo al mando es Mariano Rajoy. ¿Alguien de aquí da dos duros porque Mariano Rajoy sepa reconducir la situación? Yo tampoco.
Enumero pues las causas de la debacle. Vamos a ello:
Señas de identidad puestas en cuestión
El Partido Popular tiene unas señas de identidad muy claras. Es el partido español más parecido a los grandes partidos de masas de los años 30 del Siglo XX, muy ideologizados y con vocación de permear todas las capas de la sociedad. Pero algo está fallando: su promesa es cada vez menos creíble. ¿Por qué?
En primer lugar, una parte importante del prestigio del PP proviene de su fama de buen gestor. La visión idealizada del aznarato, de los años del milagro económico, el desempleo menguante y la entrada en el euro, es usada recurrentemente por el partido. Pero la sociedad ya no se lo cree. Por un lado se empieza a revisar retrospectivamente ese periodo, en el que se gestó la burbuja inmobiliaria gracias a la Ley del Suelo y comenzó el despilfarro en infraestructuras que todos vemos claro ahora. El crecimiento de aquellos años se percibe como artificial y viciado, difícilmente reivindicable. El golpe de gracia a esa visión idealizada del pasado ha sido la caída en desgracia del gran hacedor, Rodrigo Rato, convertido él mismo en activo tóxico. Pero el golpe definitivo ha sido la incapacidad del actual Gobierno para solucionar la crisis. El PP alimentó unas expectativas irrealizables en la última campaña electoral apelando a su buen hacer pasado, y ha fracasado miserablemente a la hora de materializarlas. La fama de buenos gestores se ha volatilizado, decepcionando por el camino a una parte importante de las bases del partido.
Otra seña de identidad del PP era su defensa de la Constitución y de la unidad de España. En este flanco observamos cómo el desprestigio de las instituciones alumbradas en el 78 y la sensación generalizada de cambio de ciclo han hecho perder lustre a esa defensa inconmovible del statu quo constitucional. No es lo mismo parapetarse tras la Constitución en los años de bonanaza de los primeros dos miles, cuando todo parecía ir bien, que en una coyuntura en la que el cambio se presenta como una necesidad. Respecto a la unidad de España, cada vez más gente se da cuenta de que las políticas y actitudes del PP son una fábrica de generar independentistas. Por supuesto mucha gente cree aún que es necesario un partido nacional fuerte que ponga coto a las reivindicaciones desleales del nacionalismo, pero el órdago catalán, que sólo puede resolverse con diálogo y concesiones, pone al PP entre la espada y la pared: o lleva la situación al punto de ruptura o decepciona a los propios. En ambos casos el coste político es elevado.
Siguiendo en esta línea, otro de los estandartes del PP era su firmeza frente al terrorismo y su defensa de las víctimas. Pero en realidad el PP es el partido que de forma más descarada y repugnante ha utilizado a las víctimas con fines políticos (manifestaciones durante la etapa de Zapatero contra el "proceso de paz"), las ha dividido en buenas y malas (Pilar Manjón y la asociación 11M) e incluso las ha coaccionado cuando no se han plegado a sus intereses (¿recordáis la asociación de ecuatorianos a la que la Comunidad de Madrid amenazó con retirar ayudas por apoyar la manifestación equivocada tras el atentado de la T4?). Quitando esto, que muchos incondicionales se negarán a aceptar, la realidad es que afortunadamente ETA ya no mata, el terrorismo ha casi desaparecido de la lista de preocupaciones ciudadanas del CIS y por lo tanto el PP ya no puede jugar políticamente esta baza.
Otra de las virtudes más cacareadas del PP era su supuesta unidad de discurso (el partido que dice lo mismo en toda España, el partido que defiende la igualdad de los españoles) y su patriotismo. En realidad lo de que dicen lo mismo en toda España es mentira. Respecto al patriotismo, el PP es el partido que más descaradamente ha puesto las instituciones, empezando por la Justicia, al servicio de sus intereses; ha ejercido la labor de oposición con una notable irresponsabilidad (votar en contra de los recortes del 10 de Mayo de Zapatero dejando al país a un paso del abismo) y ha seguido haciendo lo mismo en el Gobierno (retrasar los presupuestos en función de una cita electoral en Andalucía en un momento más que delicado no es pensar en el interés general precisamente).
En realidad todo lo que vende el PP es mentira. No son buenos gestores, no son patriotas pues ponen el interés del partido por delante del de país, han violado a las víctimas del terrorismo a su antojo y son los mayores enemigos de la unidad de España. Que algunas de estas cosas se vean claras es cuestión de tiempo, o de que surja una oposición que las sepa explotar, pero aunque aún no se vean son los pies de barro del PP, y no van a aguantar para siempre.
Crisis económica
Este punto es fácil. El PP esperaba una primera mitad de legislatura difícil y un final con recuperación económica que no va a llegar. La economía no va a salvar al PP, lo va a condenar. Ni más ni menos.
Corrupción
La madre del cordero. ¿Recordáis el adagio PSOE=Paro y corrupción de la última legislatura de González? El PP lo va a sufrir en carne propia. El caso Bárcenas va a seguir dando titulares durante lo que queda de legislatura (los ritmos de la justicia son así en España) y acabará salpicando al mismísimo Rajoy. Por no mencionar el resto de mierda y evitar una entrada excesivamente larga sólo diré que lo más parecido que tiene el PP ahora a un dirigente de importancia libre de sospechas de corrupción es un tipo que se hizo fotos en un yate con un narco. Todo lo demás, desde Sánchez Camacho hasta el vertedero valenciano, pasando por las mil ramificaciones de Gurtel y los sobres, huele a podrido.
Feudos en jaque
Los graneros de voto del PP son Madrid y Valencia. Valencia es una comunidad donde la identidad corrupción=paro ha calado más hondo, y el blaverismo pepero, una de sus grandes bazas, hace aguas. Las encuestas huelen a muerto. En Madrid tenemos a unos primeros espadas que no ha elegido nadie y que caen mal (Botella y González), una legión de médicos soliviantando a los abueletes de la comunidad contra el PP y sobretodo tenemos a UPD. El PP no va a pasar a la irrlevancia, quizá incluso siga siendo primera fuerza en ambas comunidades, pero se puede ir olvidando del maná de escaños de los últimos años.
Prensa no tan afín
Seguro que os habéis dado cuenta de que la prensa de derechas, antes monolítica, está rota. La Razón y los últimos de Filipinas intentan achicar aguas como pueden mientras Pedro J va a la suya. Y ojo con el [img=http://politikon.es/2013/02/03/corrupcion-castigo-electoral-y-el-papel-de-la-independencia-de-los-medios/]http://papel de los medios[/img] y la dinámica de guerra de trincheras a la hora de movilizar y mantener cohesionada a la base de votantes.
División interna
Ya vemos conatos de revuelta, y no serán los últimos. La derecha española ha tendido históricamente a mostrarse monolítica debido al escarmiento histórico que supusieron las disensiones en el seno de la UCD y su traducción en una hegemonía socialista que duró década y media. No creo que la disciplina se mantenga ahora.
El factor timonel
Quizá el argumento más persuasivo de todos. Independientemente del grado, creo que todos estaremos de acuerdo en que el PP atraviesa momentos difíciles. Y el tipo al mando es Mariano Rajoy. ¿Alguien de aquí da dos duros porque Mariano Rajoy sepa reconducir la situación? Yo tampoco.
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Comentarios
1. Cualquier persona con una leve perspectiva de análisis ve que la época de Aznar fue una ilusión creada gracias a la Burbuja.
2. Hombre, si el PP quiere crear un conflicto de imposible solución y que Cataluña se independice .........
3. Mientras tengamos estos niveles de paro y salarios bajos el tema de la corrupción va a escocer mucho.
4. En 10 años al PP se le van a morir o a alceizmerificar el 25% de sus votos. Mientras toda la gente joven que vaya surgiendo va a ser anti PPSOE a muerte.
Puede que sea con Cataluña o puede que sea con algún colectivo al que previamente se le cuelgue la etiqueta de "privilegiado".
Es bien conocido que cuando a un líder le flaquea la Auctoritas (El saber socialmente reconocido), tiende a compensar ejerciendo de manera desmedida y arbitraria la Potestas (El poder socialmente reconocido).
Salu2
En las actuales condiciones creo que la inmesa mayoria es, somos, marxistas, la economica lo es todo, si en el 2015 estamos creciendo bien y creando empleo el PP volvera a ganar y muy probablemente por mayoria absoluta, si pasa lo que tu dices se hundira por debajo de los 100 diputados.
A riesgo de hundimiento karmiko
Un saludo
Joder, si hasta aquí en UK están acojonados.
Un saludo
El Madrid gana la liga,
Tu y tus predicciones
Yo me baso en las predicciones del FMI. El FMI predice actualmente que en 2014 España tendrá un crecimiento CERO:
El FMI quita a España la previsión de crecimiento en 2014
Ya han empezado con las rebajas para 2014 y todavía estamos a mediados de 2013. Para cuando lleguemos a 2014, las previsiones serán incluso peores.
Bueno, las ventajas de las previsiones economicas es que mas pronto que tarde se saben si son acertadas o no, desde luego si llegamos al 2015 con crecimiento 0 o similar el PP perderia las elecciones, claro.
Un saludo
El mal siempre triunfa
Comentaba ebludt que mucha gente no sabe dónde nació la burbuja, contestando a mi afirmación de que la imagen de buen gestor del PP estaba tocada. Es cierto, pero lo importante es que no puedes venderte como un buen gestor si no lo estás haciendo bien ahora. Y reivindicar el pasado, algo de todas formas anacrónico e intrascendente, se hace difícil cuando la cara más visible de aquellos años es Rodrigo Rato. Que haya algunas (pocas) personas que sepan que todo emepezó con la Ley del Suelo es sólo un plus.
De todas formas sería interesante ver alguna encuesta en la que se preguntara a la gente a qué partido considera responsable de la crisis económica, estoy seguro de que muchos no se limitarían a echar la culpa a Zapatero, algo que se pensaba mayoritariamente antes de las últimas generales y que el PP repitió machaconamente.
Respecto a la corrupción es interesante leer el artículo que enlacé en el primer post sobre cómo influyen los medios en su percepción, y por qué es importante que ahora voces consideradas afines vayan a degüello. También es muy interesante este otro artículo corto sobre por qué la la corrupción va a pasar factura esta vez. En resumen dice que:
Y con esto enlazo con el tema de la economía y las cuestiones que planteaba Vlish, ya que es cierto que ahora mismo la economía es mucho más determinante que la corrupción.
La verdad es que prefiero no mojarme con previsiones económicas. Es verdad que después de un ajuste intenso hay un rebote, pero también hay salidas en L y décadas perdidas, sobretodo en crisis de deuda. No se pueden descartar nuevos episodios de inestabilidad financiera, no se sabe si algún país va a abandonar el Euro ni qué pasaría, no se sabe qué pasará tras las elecciones alemanas... Olvidad las previsiones, hay demasiada incertidumbre. Lo que sí veo es que cabe la posibilidad de un adelanto electoral y sobretodo creo que el indicador que hay que mirar no es el PIB, es el paro. Y hay muchas, muchas posibilidades de que si el Gobierno aguanta hasta 2015 el paro siga por encima del que había cuando llegó. Incluso en el escenario más favorable no habría una reducción del paro perceptible para esa fecha (el empleo es un indicador retrasado), así que salvo milagro la economía no salvará al PP. Y esto me recuerda una cosa que dijo Felipe González tras perder en el '96: que Clinton había tenido la suerte de llegar a las elecciones cuando el ciclo se había dado la vuelta pero la gente aún no lo percibía, pudiendo explotar la sensación de malestar para disfrutar a continuación de un mandato con el viento a favor, y que a él le había pasado lo contrario. Yo creo que esto mismo le puede pasar al PP y, repito, ese es el escenario favorable.
Aparte señalaría otros tres temas: (a) El reparto de la carga de la crisis no está siendo equitativo, incluso viendo la luz al final del túnel es posible que esto pase factura, o que popularmente se crea que los beneficios de la recuperación van a los bolsillos de los de siempre, etc. (b) El deterioro de los servicios públicos va a ser bien visible. y (c) En 2015 llevaremos a cuestas 7 años de crisis. Hace unos días leía a un periodista americano en Twitter que decía que paseando por España no se tiene la sensación de decadencia que se tiene en Italia, y que esa era la diferencia entre una crisis profunda pero reciente y una década larga de estancamiento. En 2015 habrá sensación de decadencia en las ciudades, en las infraestructuras y en la vida cotidiana de mucha gente que ya no tendrá ahorros, ni subsidios, ni familiares con pensión.
Y respecto al tema de Cataluña, la situación es que el Estado enfrenta un órdago. Si el gobierno y el PP optan por la confrontación habrá mucho cateto que les aplauda, pero una parte importante de la sociedad española se va a movilizar porque el riesgo de ruptura del Estado va a ser cierto y eso va a asustar a mucha gente. Si Rajoy consigue que la desaparición literal del Estado Español sea una posibilidad real, si nos lleva al borde del abismo, se va a asustar él, su partido, Europa y el mundo. Van a correr ríos de tinta y personalidades de todos los ámbitos, de Cataluña y del resto de España, con mucho más prestigio y credibilidad que él, se le van a echar encima y se lo van a comer vivo. A él y a la prensa cateta que le siga.
Si por contra opta por el diálogo puede superar la crisis bien, pero es poco probable que se pueda beneficiar políticamente. Podrá vender las cesiones como algo neutro, igual que hizo Aznar en el '96 cuando pactó con CiU, pero no podrá sacar pecho. E inevitablemente decepcionará a la catetada.
El quid de este "argumento catalán" es que una de las cosas que definen al PP es su supuesto papel de muro de contención frente a pretensiones nacionalistas desleales, liberticidas, egoístas, etc. Esto funciona bien en épocas normales, pero cuando te echan un órdago sólo puedes hacer dos cosas: o tiras pa'lante con las consignas y pones al Estado al borde de la ruptura o te bajas de la burra. Si haces lo primero el PP deja de ser el garante de la unidad de España para convertirse en su enemigo número uno (y la gente lo va a ver claro aunque no abra los ojos hasta estar al borde del precipicio), si haces lo segundo olvídate de seguir vendiendo la moto que llevas 20 años vendiendo.
Y sin embargo haces una prevision economica
Un saludo
Un saludo
Interesante. Yo también pienso que la situación de crisis y corrupción se va a llevar por delante al gobierno de Rajoy pero no al PP, que podría volver a ganar las elecciones facilmente. Y no descartemos que lo haga con algún peligroso "salvapatrias" al frente.
Ah, y su disposición a someterse a ruedas de prensa sin censuras ni filtrado previo de preguntas, como se ha demostrado hoy mismo cuando un periodista rumano ha preguntado una tontería. Eso sólo demuestra que este gobierno es un firme defensor de la libertad de prensa. Ah, y que no cede ante chantajes, que se me olvidaba.
"Pos" eso. Que ola para Mariano y que dios (con minúsculas) nos lo conserve muchos años más, que este país se lo merece.