Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!
http://blogs.elpais.com/apuntes-cientificos-mit/2013/04/per%C3%ADodo-refractario-y-hombres-que-mantienen-la-erecci%C3%B3n-tras-eyacular.html
Período refractario y hombres que mantienen la erección tras eyacular.
Si pones una rata macho en una celda con cuatro hembras en celo, copulará con todas ellas hasta quedarse exhausto sin ganas de más. Las hembras pasarán por delante de él y le irán mostrando su espalda arqueada, pero durante un tiempo el saciado macho no les hará ni caso.
Sin embargo, si de repente introduces una hembra nueva en la caja, se tirará de golpe sobre ella. Esta renovación instantánea de interés sexual se denomina Coolidge effect, y es el efecto de que el período refractario (tiempo necesario para sentir excitación sexual y tener una erección tras eyacular) se acorta ante la aparición de parejas nuevas. Una rata macho prefiere copular con dos hembras diferentes que dos veces con la misma, y observaciones de comportamiento animal indican que es muy frecuente en otras especies. Ningún comité de ética ha aprobado experimentos parecidos en humanos, pero estudios indirectos indican que el Coolidge effect puede mantenerse.
Significado evolutivo del Coolidge effect.
El nombre de Cooldige effect proviene de una anécdota muy graciosa: cuentan que a finales de los años veinte la esposa del entonces presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge, estaba paseando por los jardines de su casa de campo, y cuando vio a una pareja de gansos en plena acción preguntó al granjero que la acompañaba: “¿Cuántas veces al día se aparean?”. “Docenas!”, respondió el granjero, a lo que la sorprendida Sra. Coolidge interpeló “¿Ah sí? ¿Podría ir a informar de este hecho al Sr. Coolidge por favor?”. Cuando el granjero se lo comunicó al presidente éste le preguntó “¿Siempre copulan con la misma hembra?”. “No señor; van cambiando”. “¿Ah, sí?… ¿Podría ir a informar de este hecho a la Sra Coolidge, por favor?”, replicó con sorna el presidente.
Desde entonces se denomina Coolidge effect a esta disminución del período refractario ante la presencia de nuevas parejas sexuales, que tiene mucho sentido evolutivo. Se especula que evolutivamente la pérdida de interés sexual y erección tras la eyaculación masculina es un mecanismo para evitar gastar energías y reservas espermáticas con una hembra con la que acabas de copular. Para maximizar las posibilidades de reproducción es “mejor” tener período refractario, pero al mismo tiempo, que se acorte de inmediato si aparece una nueva hembra en celo. Evolutivamente tiene mucha lógica, las observaciones de etología animal lo confirman, y los científicos están buscando mecanismos para explicarlo.
Hombres sin período refractario.
Sin duda las hormonas deben estar implicadas. Sabiendo que los antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina disminuyen la excitación sexual y extienden el tiempo requerido para llegar al orgasmo, los investigadores disminuyen los niveles de serotonina en ratas y ven cómo se acorta el período refractario.
También sabemos que la adrenalina excita de manera general el organismo, y que la dopamina (hormona de la motivación ante nuevos estímulos) facilita las reacciones sexuales: inyectar en ratas adrenalina y dopamina también acorta el período refractario.
Pero la hormona más sospechosa es la prolactina, claramente asociada a una disminución de deseo sexual, y que se segrega en grandes cantidades tras el orgasmo. Sospechando que podría ser la clave neuroquímica del período refractario, investigadores alemanes decidieron hacer pruebas con un chico de 25 años que no perdía la erección tras la eyaculación.
Porque sí, esto ocurre: hay hombres sin período refractario. Son hombres que pueden tener una relación sexual convencional, llegar al orgasmo, eyacular, y si quieren pueden continuar sin problema. No sienten hipersensibilidad en el pene ni pierden un ápice de erección. Si deciden parar, a los segundos baja. Pero si se sienten todavía estimulados, pueden retirarse tranquilamente, quitarse el preservativo, poderse otro, y proseguir como si nada. Durante la escritura de S=EX2 conocí a un chico de 30 años al que le ocurría, y varias mujeres que explican haberse encontrado con algún caso. Pero qué mayor evidencia, que el estudio alemán.
Los investigadores de la University of Essen convocaron a su laboratorio al chico alemán y nueve voluntarios de su misma edad, y con la ayuda de películas pornográficas les pidieron que se fueran masturbando. Ellos registrarían los tiempos e irían tomando muestras de prolactina. Los resultados fueron muy significativos: el chico sin período refractario se masturbó bastantes más veces (llegó a tener dos orgasmos con eyaculación separados sólo por dos minutos), y sus niveles de prolactina en sangre no se vieron alterados. En cambio en los otros voluntarios los valores de prolactina subieron sustancialmente tras el primer orgasmo, no pudieron repetir la estimulación, bajaron un poquito a los 20 minutos, y volvieron a subir después del segundo orgasmo. Junto con otros datos experimentales, los científicos alemanes publicaron una revisión concluyendo que la segregación de prolactina inducida por el orgasmo era uno de los mecanismos involucrados en el período refractario.
Estos resultados han sido matizados, y en una extensa y más actual revisión de bibliografía científica sobre el período refractario publicada en The Journal of Sexual Medicine, el grane experto en fisiología de la sexualidad Roy Levin argumenta que la hyperprolactinemia no siempre provoca falta de deseo, y que no es el principal factor. Levin cree que el rol de la oxitocina no ha sido todavía investigado, y que al modelo le falta incorporar la pérdida de actividad en algunas zonas del cerebro como la amígdala.
Mujeres con período refractario.
¡Claro que las mujeres también tienen período refractario! Obvio que ellas tras el orgasmo pueden continuar con penetración vaginal, y llegar a tener más orgasmos, pero en muchas ocasiones su clítoris también pierde flujo sanguíneo y se vuelve hipersensible, pidiendo a sus parejas que eviten la estimulación directa. Hay muy pocos estudios sobre período refractario en mujeres, pero uno canadiense publicado en 2009 pasó un cuestionario a 174 estudiantes universitarias (media de 25 años) preguntando (entre otras cuestiones):
1) “¿Tu clítoris se vuelve más sensible cuando tienes un orgasmo? (A-Si, en el momento del orgasmo; B-Sí, pero no hasta después del orgasmo; C-No)”.
2) ”Después de tener un orgasmo, ¿deseas continuar con la estimulación clitoriana directa? (A-Si, en seguida; B-Sí, pero me concentro en mi pareja; C-Si, pero necesito algún tiempo; D-No)”.
Ante la primera pregunta el 96% de las chicas respondieron la opción B y el 4% restante la C.
A la segunda pregunta sobre el deseo de continuar la excitación clitoriana el 86.2% de las chicas respondieron “D-No”. El 11,5% “C-Sí, pero necesito tiempo”, el 1.7% la “B-Sí pero me centro en él”, y sólo el 0.6% “A-Sí, en seguida”.
La hipersensibilidad del clítoris tras el orgasmo es muy frecuente en mujeres, cosa que no implica que no puedan continuar el coito y tener más orgasmos. De hecho una de las preguntas del cuestionario era “¿Cuán a menudo tienes múltiples orgasmos?”. El 6.9% respondió “siempre”; el 10.3%, “sólo con masturbación”; el 8.6%, “sólo durante el coito”; el 25.3%, “ocasionalmente”; el 21,8%, “raras veces” y el 27%, “nunca”. Sobre la pregunta “¿Cuántos orgasmos sueles tener durante el coito?” el 50,6% dijo “uno”; el 13.8%, “más de uno” y el 29.9% respondió “ninguno”. Conclusión: al menos entre las estudiantes universitarias canadienses, la anorgasmia durante el coito es más frecuente que la multiorgasmia.
De entre todas las participantes las investigadoras seleccionaron un grupo de 11 voluntarias para hacer un seguimiento más exhaustivo sobre la hipersensibilidad del clítoris, y comprobaron que la hipersensibilidad puede durar desde unos segundos a varios minutos, que en la mayoría la punta del clítoris es la que está más hipersensible, y que en masturbación la molestia es menor que en pareja porque ellas pueden regular la estimulación mejor que el amante.
La ciencia te puede explicar muchísimas cosas sobre la sexualidad humana, algunas tan o más interesantes que las encontradas en novelas eróticas. Si las fotos de títulos de artículos científicos te despiertan tanta curiosidad como las típicas de hombres o mujeres en actitud sensual, S=EX2 te va a encantar.
Comentarios
Ahora en serio ¿que cohones me estás contando?
Además ¿El cigarrito, que?