Gracias al amor de Jesús, he comprendido lo malísimo que es el tabaco y... que no, que es broma
Lo que sí es verdad, es que dejé el tabaco hace un par de semanas, y resultó mucho más fácil de lo que creía. Por eso me he animado a abrir este hilo. Si puedo ayudar a alguien más, pues mejor.
Muy por encima, yo me fumé mi primer cigarro con quince años. Me lo ofreció un niña a la que quería ligarme, así que me hice el macho y disimulé las toses. Un par de semanas más tarde tenía novia, olé, pero ya estaba enganchado al tabaco. Diez años más tarde, conseguí dejarlo durante veinte meses. Superar el mono inicial fue sencillo, pero siempre eché de menos los cigarrillos. Un día me ofrecieron un purito en una fiesta, y no pasó mucho tiempo hasta que me compré una caja. En pocas semanas, volvía a fumar casi dos paquetes de Fortuna al día...
A veces, me decía que lo sabio era dejarlo. Por salud, por dinero y por higiene. Pero en el fondo, no lo pensaba. El tabaco me gustaba demasiado, y me parecía imprescindible para relajarme o concentrarme. Si alguien me aconsejaba dejar el vicio, me producían lo mismo que las fotos de las cajetillas o las apocalípticas advertencias de los médicos: una mezcla de risa y de enfado, que yo contestaba con frases del tipo "Para sermonearme ya tengo madre" o bien "Total, todos tenemos de morir por un motivo u otro"...
Sólo a veces, muy de tanto en tanto, si de verdad pensaba en la posibilidad de dejarlo, no me sentía capaz. Precisamente, porque ya lo había dejado una vez, tenía muy en mente todos esos días pasándolo mal, como un yonqui sin héroina, comiendo como un animal para disimular el mono (llegué a engordar hasta los 87 kilos, cuando mi peso normal es de 75)... En fin, que no me creía con fuerzas para pasar por esa tortura otra vez.
Pero si me hubieran ofrecido un método mágico para dejar el tabaco en el acto, sin sentir ninguno de los efectos del síndrome de abstinencia, lo hubiese comprado en el acto.
Pues bien: ese método
existe.
Sí, ya sé que suena sospechoso. Como las técnicas vudú del Doctor Karamba. Pero, en realidad, se basan en un conocimiento profundo de cuáles son los mecanismos psicológicos de la dependencia al tabaco.
Porque fumar es algo psicólogico. Yo mismo me di cuenta que no podía estar en una reunión de más de una hora sin subirme por las paredes, loco por echar un cigarro. Pero si me mandaban al extranjero, con varias horas de vuelo más lo que tardara en facturar mi equipaje y recogerlo en destino... pues casi ni sentía el mono. Sabes que no puedes fumar, lo aceptas y punto.
Normalmente, los argumentos para dejar de fumar se basan en el miedo: hay que dejar de fumar porque mata. Eso no funciona, porque todos sabemos que el tabaco es malo, incluso antes de probar el primer cigarro. Y como ese argumento no convence, tampoco convence el propio acto de dejar el tabaco. Se afronta como enorme sacrificio. Todos conocemos ex-fumadores que años después, siguen echando en falta el tabaco...
¿No habría otra manera de enfocarlo?
En realidad, sí, si somos capaces de replantearnos ciertas ideas. Por ejemplo: ¿de verdad nos gusta el tabaco? Todos decimos que sí, que nos encanta meternos el humo en los pulmones. Pero... hay gente que les gusta el incienso o las velas aromáticas, por ejemplo, y no se encienden veinte al día. Así que igual no es cuestión de gustos, sino de estar enganchados a una droga. ¿Esa droga relaja o ayuda a concentrarse? Sí, claro que relaja. Después de pasarte toda una comida o una sesión de cine sin fumar, te quedas tremendamente a gusto y relajado una vez que puede encenderte un piti, lo que significa que...
En fin, tooodas estas ideas proceden de un señor que se animó a escribir un libro, bastante conocido (y con razón):
Enlace en Casa del Libro
Basado en el libro, y resumiendo muy bien todas sus ideas, está el siguiente documental:
http://www.youtube.com/watch?v=N3JxGr5vB5o#
Se escoja el libro o el documental, recomiendo verlos con calma y la mente abierta, procurando asimilar todo lo que nos dicen. Y, a partir de ahí, tomar una decisión.
Espero que el hilo sea de ayuda
Comentarios
Pero como plantea argumentos tan sólidos y razonados, cuando lo terminé estaba totalmente convencido. Ni siquiera seguí el consejo de apurar el último y definitivo cigarro: después de un par de caladas, le tenía verdadero asco. Y desde entonces, nada de humos
He echado de menos el cigarro en situaciones donde solía usarlo (al esperar el bus a primera hora de la mañana, después del café del mediodía...), pero más por costumbre que por verdadero mono. La ansiedad sólo duró un par de días, y fue mínima.
Según cuenta pnikosis a él -más bien a su señora- le fue de cine
Tanto en el libro como el documental lo mencionan. Precisamente, ese cigarro sienta tan "genial" porque pone fin a un prolongado periodo de abstinencia. Es, con perdón y a riesgo de que parezca un insulto, como la mierda: no tiene sentido discutir si se come ocasionalmente o de manera compulsiva. No deja de ser algo asqueroso, que no hay que hacer nunca...
Un fumador como tú, rising, es otro tema... yo no me preocuparía en exceso.
Ese aliciente tiene una efectividad parecida al de la salud... al final te puede servir (si sumas cuánto te gastas al mes y cuánto podrías hacer con ese dinero), pero no genera por sí solo un deseo de dejar de fumar. De hecho a menor renta, más se fuma.
yo deje de fumar sin planteármelo antes. fume el ultimo cigarro antes de la consulta del medico, me dijo que el injerto que me tenia que hacer se podía complicar si fumaba, cuando salí, tire el paquete y hasta hoy. hace ya 7 años. y era de paquete diario.
Lo confirmo.
Estoy de acuerdo. El problema con un ex-fumador de paquete diario es que pueda empezar con 1-2 semanales y no acabar. Pero si lo controla o se ha sido fumador ocasional toda la vida, pues vaya, problema el justo.
Pero vamos, para quien esté dejando de fumar, que menos que 5 años sin oler un cigarrillo, como tiempo prudencial para eliminar cualquier tipo de vicio.