No, esto no tiene nada que ver con el planeta rojo, aunque sí con los
rojos
Como supongo que no todo el mundo entra en el Concurso de Historia, aclaro que este hilo se me ha ocurrido a raíz de un pequeño debate que he mantenido allí con Kribi. Por por enfangar más ese hilo, he decidido abrir uno nuevo y extenderme más en el tema.
Cuando pensamos en el Frente del Este durante la Segunda Guerra Mundial en seguida nos vienen a la cabeza nombres de lugares como Kiev, Moscú, Leningrado, Sebastopol, Jarkov, Kursk y, sobre todo, Stalingrado. El nombre de Rzhev seguramente no sea de los primeros, es más, puede que ni se nos ocurra, y sin embargo esa zona fue escenario de una de las mayores y más sangrientas batallas de aquella guerra, precisamente a la vez que la de Stalingrado, que como ya hemos dicho sí es bien conocida.
La
Operación Marte fue planificada por la Stavka (Alto Mando soviético) junto a la Operación Urano. Ambas tenían objetivos similares: la destrucción de sendos ejércitos alemanes, el 6º en Stalingrado (Urano) y el 9º en el saliente de Rzhev (Marte). Se trataba de alejar a los nazis definitivamente tanto de Moscú como del Volga.
Los soviéticos planearon para después nuevas operaciones con objetivos más ambiciosos. La operación Júpiter destruiría el Grupo de Ejércitos Centro alemán, y la operación Saturno el Grupo de Ejércitos Sur (que estaba dividido a su vez en otros dos grupos: A y
. Finalmente se puso en práctica una versión reducida de la última ("Pequeño Saturno") debido al contraataque de Von Manstein para tratar de romper el cerco de Stalingrado.
El saliente de Rzhev se formó al oeste de Moscú tras la contraofensiva soviética en el invierno de 1941 a 1942:
Y así estaba el frente a mediados de noviembre de 1942 tras la ofensiva de verano alemana hacia el Cáucaso y el Volga (Operación Azul):
Los planes de la Stavka para Marte y Urano comenzaron en septiembre de 1942. Urano se desencadenó el 19 de noviembre y no sólo fue un éxito, sino que para muchos supuso el auténtico punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial en Europa. En cambio Marte, que empezó el 25 de noviembre y se prolongó durante casi un mes, fue un brutal fracaso soviético y prácticamente no se ha sabido de su existencia hasta hace unos 15 años.
Ambas operaciones eran muy equiparables, tanto en sus objetivos como en las fuerzas implicadas en ellas. De hecho, se destinaron más armas y hombres a desencadenar Marte (1,9 millones de soldados) que Urano (1,1 millones).
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http://[/img]http://img18.imageshack.us/img18/1939/operationmars1.jpg
Durante 50 años la historiografía soviética ocultó o tergiversó todo lo referente a la Operación Marte. Esto se debió a que ofensiva fracasó y a que el Ejército Rojo tuvo un número enorme de bajas: 100.000 muertos y más de 235.000 heridos. Además, los soviéticos perdieron al menos 1.600 tanques de los 1.900 destinados inicialmente a la operación. Esta cifra es superior al número total de tanques asignados por Vasilevsky para la Operación Urano (1.400).
Los alemanes por su parte perdieron 40.000 hombres.
Comparando esta operación con Urano, hay que decir que en el sector de Stalingrado los soviéticos rompieron el frente por zonas defendidas por tropas rumanas, que no estaban muy motivadas a combatir. En el saliente de Rzhev los soviéticos se enfrentaron sólo a alemanes.
La única ventaja que sacaron los soviéticos de la operación fue que los alemanes no pudieron retirar tropas de ese frente para enviarla al sur.
Walter Model, comandante del 9º Ejército alemán, el vencedor
Georgy Zhukov, el perdedor
El archifamoso general soviético Georgy Zhukov era por entonces vicecomandante supremo del Ejército Rojo y responsable por tanto de ambas operaciones. Como miembro de la Stavka participó en la planificación de las dos, pero por lo visto dirigió personalmente Marte mientras Vasilevsky se encargaba de dirigir Urano. Sin embargo, Zhukov no ha pasado a la Historia –al menos hasta hace poco- como el general derrotado en Rzhev, sino como el vencedor de Stalingrado.
De hecho, el propio Zhukov tergiversó en sus memorias toda esta historia minimizando la importancia de la Operación Marte (a la que dedica sólo unas pocas líneas, en contraste con el gran espacio que reserva a Urano), y dando a entender que no fue más que una maniobra de distracción de Urano. Ni siquiera la menciona por su nombre en clave.
De esta forma, en las crónicas de la Segunda Guerra Mundial publicadas en el siglo pasado no aparecía ninguna referencia a la Operación Marte como tal hasta que el historiador David Glantz la sacó a la luz a finales de los años noventa.
Pongo algunos ejemplos de esto que digo sacados de libros que tengo por casa:
-En su magna obra de dos tomos “La Segunda Guerra Mundial”, la única referencia que hace Raymond Cartier a la Operación Marte es la frase
“violentos ataques se suceden alrededor de Rzhev” hablando de la situación general en el Frente del Este en el invierno de 1942 a 1943 (p. 63, tomo 2, Planeta, 1966).
-En su famoso libro “Enemy at the gates. The Battle for Stalingrad” (“La batalla por Stalingrado” en castellano), publicado en 1973, la única referencia que hace William Craig a la Operación Marte es la frase
“Stalin retuvo a Zhukov en Moscú, ostensiblemente para planear un ataque de diversión al oeste de la capital a fin de hacer perder el equilibro a los alemanes” (p. 236, Planeta, 2004).
-Todavía en 1998, en su libro “Stalingrad”, el historiador Antony Beevor despacha la Operación Marte de la siguiente forma:
“Las medidas de engaño activo incluían acelerar la actividad en torno a Moscú. Los alemanes identificaron el ángulo saliente de Rzhev como el área más probable para una ofensiva soviética en noviembre” (pp. 208-209, Crítica, 2000).
Pues si los alemanes hicieron eso desde luego dieron en la diana.
Como se puede observar, en las crónicas de la Segunda Guerra Mundial la Operación Marte aparecía no como una gran batalla en la que los soviéticos intentaron cercar a un ejército alemán y fracasaron dejando tras de sí 100.000 muertos, no como una operación paralela a la que produjo el cerco del 6º Ejército en Stalingrado, sino como una serie de “violentos ataques” sin más, o como un simple “ataque de diversión” para engañar a los alemanes. Esta gran distorsión de la Historia tiene básicamente dos causas:
-La censura y las tergiversaciones de la historiografía soviética (empezando por las memorias de Zhukov).
-El hecho de que los servicios de inteligencia occidentales de la época sencillamente no se enteraran del fracaso de Zhukov en Rzhev.
En realidad, la Operación Marte no salió a la luz hasta que desapareció la Unión Soviética y se pudieron consultar sus archivos. Como ya hemos dicho, en Occidente fue el historiador David Glantz el que publicó los primeros trabajos al respecto, en especial “Zhukov's Greatest Defeat: The Red Army's Epic Disaster in Operation Mars, 1942” (1999).
Después han aparecido otros libros que sí relatan con cierto detalle la Operación Marte, como “A War to be Won”, de Williamson Murray y Allan R. Millet (2000), o “Absolute War”, de Chris Bellamy (2007). Ambos libros se han publicado en España bajo los títulos “La guerra que había que ganar” (Crítica, 2002) y “Guerra absoluta” (Ediciones B, 2011).
Para terminar señalaré una irónica paradoja en todo esto. Mientras Hitler mantuvo su determinación en defender Stalingrado hasta el fin y perdió, en el saliente de Rzhev logró una gran victoria defensiva pero justo después ordenó a sus tropas que se retiraran del mismo. De esa forma, en marzo de 1943 los soviéticos tomaron Viazma, eliminaron el saliente y se alejó así para siempre el peligro de que los alemanes lanzaran una ofensiva que pudiera amenazar Moscú.
Fuentes:
-Bellamy, Chris, “Guerra absoluta”, Ediciones B, 2011.
-Murray, Williamson y Millet, Allan R., “La guerra que había que ganar”, Crítica, 2002.
http://fmso.leavenworth.army.mil/documents/countrpt/countrpt.htm
PD: Supongo que Kribi dirá que todo esto es mentira y que la culpa de que no se supiera nada acerca de la Operación Marte durante medio siglo es de Hollywood. Como prueba aportará el
Obelisco de Rzhev, inaugurado en 1963, uno más de los muchos monumentos conmemorativos construidos en los lugares por los que pasó el Ejército soviético,
para universal exaltación, inmortal gloria y eterno recuerdo de los
valientes soldados del Ejército Rojo muertos en combate.
Que digo yo que los monumentos están muy bien, pero dejando de lado la “inmortal gloria”, a mi modo de ver el mejor homenaje que se puede rendir a esos soldados muertos es contar la historia como fue, decir la verdad, y no ocultar, tergiversar o minimizar los hechos en los que se vieron envueltos y por los que murieron, porque eso fue lo que hicieron las autoridades soviéticas durante cincuenta años. Aunque bueno, tampoco vamos a descubrir ahora lo que les importaba a las autoridades soviéticas no ya sus soldados, sino el conjunto de los ciudadanos de su país.
Saludos.
Comentarios
¿¿Mentiroso yo??
-Y escribí que fue una maniobra de diversión...
-Ha, ha... Tú sí que eres divertido, Georgy Konstantinovich...
Pues eso, que el propio Zhukov también fue censurado por el régimen soviético. Pero vamos, que si en los últimos años nos estamos enterando de unos cuantas verdades sobre el Frente del Este durante la Segunda Guerra Mundial no es debido a que antes existera la censura soviética. No, la culpa es de Hollywood