Tras la caída del muro, la hegemonía de la economía capitalista, las terceras vías socialdemócratas indistinguibles de las vías democristianas, el eje izquierda-derecha se ha ido difuminando en las tres últimas décadas hasta casi desaparecer. Y también lo hará en España que, como siempre, va unos pasos temporales por detrás del resto de Occidente.
¿Significa esto el fin de la historia, como vaticinaban algunos?
Una muestra más de que no será así es la COP25. Que parece un claro indicador de hacia donde nos dirigimos:
La COP25 cierra un texto que obliga a los países a incluir la igualdad de género en las acciones climáticas -
https://m.eldiario.es/3a02ab24_973253412/
Este nuevo eje, aún sin etiquetas, parece constituirse entorno a dos ideologías polarizadas. La primera, el pack ideológico feminista-ecologista-humanista-animalista, aquí en nuestro continente ligado al europeismo y a nivel general al internacionismo y la globalización. La segunda, la reacción al pack anterior, con una base de fuertes componentes nacionalistas, proteccionistas y, en buena parte, supersticiosos.
Ahora la pregunta es: ¿cuál de los dos modelos elegirá la clase trabajadora?
Yo lo tengo claro.
Comentarios
Y, no te equivoques, las supersticiones están uniformemente distribuidas...
Bove estará muy a favor de las políticas de género y de la laicidad, pero es absolutamente soberanista y por tanto proteccionista, antieuropeista y proteccionista. En un referéndum por el Frexit estaría votando con Lepen sin despeinarse.
Llevas razón. Aunque me gustaría hacer una diferenciación entre lo que sería el proteccionismo nacionalista (guerra económica, aranceles, fronteras fuertes) del proteccionismo social y ecologista que no necesariamente habría de estar reñido con una visión internacionalista.
Por ejemplo, la idea de localizar producción y consumo no tiene por qué hacerse en clave nacional. Y las políticas de igualdad de género tampoco. De hecho estos temas suelen tratarse en cumbres que trascienden a las naciones, y en numerosas ocasiones las compromete a tomar medidas conjuntas y globales.
Cierto. No creo que se trate ni mucho menos de un eje definido. Pero sí parece que se vislumbre un movimiento, no sólo en España, sino en todo el mundo, que está restando importancia o incluso sustituyendo la conciencia de clase, que de unas formas u otras ha venido siendo la bandera de lo que se venía denominando la izquierda durante el siglo XX, por una conciencia ecologista, feminista, pro-DDHH, e incluso defensora de los derechos de todas las especies animales. Desplazando en parte al propio ser humano del centro de las reivindicaciones políticas.
Por la otra parte se detecta una reacción, con un discurso claramente centrado en el negacionismo del cambio climático, negacionismo de la desigualdad entre hombres y mujeres (o justificación de la misma), contra la colaboración internacional (anti-ONU, anti-OTAN, anti-UE) y contra la inmigración.
Y el stablishment está dividido. El partido republicano de USA o los tories británicos se sitúan en un extremo, los partidos tradicionales españoles y alemanes, por ejemplo, en el otro. Pero claro, en Alemania, España, Francia, si los partidos tradicionales se sitúan de forma unánime en un extremo de ese eje, aparecen reacciones con nuevos líderes, y que en otros países han conseguido llegar al poder, como es el caso de Hungría, Italia o Brasil.
Veremos si ese pack difuso y contradictorio de ideas acaba polarizando más las sociedades y de qué manera influirá en el futuro de la política mundial.
Ya va siendo hora, ya
Lo que ocurre es que me da que la clase trabajadora generalmente va a optar por la cuestión del proteccionismo nacional frente a la cuestión ecológica y de derechos humanos. Sobretodo en un contexto entre-crisis.
Tampoco hay que olvidar el factor nacionalista, que cada vez ira a mas en todo el mundo, y el factor religioso, que aunque en España sea debil, al menos en publico, sigue siendo una fuerza potente en todas sus versiones religiosas.
Un saludo
Un saludo