Tras escuchar las palabras de Anguita en su conferencia de presentación de su último libro, me he convencido todavía más (si cabe) de la conveniencia de plantearse un cambio de régimen. Según su planteamiento, no se trata de ir contra la monarquía, ni de mirar con nostalgia al pasado, sino de analizar los problemas del presente para construir las bases de un futuro mejor en el que las riendas sean llevadas por los propios ciudadanos a través de las instituciones y no por las instituciones/partidos de espaldas a los ciudadanos.
Establecer una república no consiste en algo tan simple como puede ser quitar al rey y poner a un jefe de Estado elegido democráticamente, sino que representa otros valores de mayor importancia y otra forma de hacer las cosas: más democracia, más participación, más control del poder institucional, fin de la partitocracia para dar el poder soberano a la ciudadanía, cumplimiento de derechos que hoy se recogen en la Constutición que no se están cumpliendo... en fin, tampoco me quiero alargar mucho porque no tiene sentido que intente explicar yo lo que se transmite en esta obra de actualidad, que no reivindica el pasado, sino que mira al futuro, "Conversaciones sobre la Tercera República", (Ed. El Páramo, 2013), de Carmen Reina y Julio Anguita, mi próxima lectura.
Comentarios
Un planteamiento interesante. Normalmente la tesis de los pensadores de cualquier ideología suele ser que no hay que analizar los problemas del presente para construir las bases del futuro, sino mirar con nostalgia el pasado e intentar construir un futuro peor.
http://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica
Bueno, pues la necesidad de la república no viene tanto de quitar al rey como de conseguir lo que he remarcado en negrita: crear los mecanismos necesarios para eliminar abusos por parte del poder y garantizar el cumplimiento de la Constitución, pues hoy se está incumpliendo.
Sin embargo, toda la carga fiscal para rescatar a los bancos recae sobre las clases medias y bajas. Las clases altas no pagan impuestos porque se evaden mediante sociedades de inversión, economía sumergida y fuga de capitales.
Los partidos políticos que gobiernan el país, a través del abuso de poder, incumplen la ley de leyes. Sin cumplimiento de la Constitución no hay Estado de Derecho.
Por supuesto, estas reformas profundas que necesitamos van en contra de lo que persigue Anguita, ya que su proyecto político implica entregar al Estado mucho más poder del que ya tiene, lo que es incompatible con la independencia de las diversas instituciones casi por definición.
Supongo que tu razonamiento es algo así como: "Si dichas instituciones no existen, no pueden ser influenciadas".
Mira cómo echa espumarajos por la boca el tío porque el Estado no tiene el control del banco central ni de la moneda. Lo que él quiere es un Banco de España imprimiendo pesetas para regalárselas a él.
Y así con todo. Ahí tienes a Kribi, que está en contra de la independencia del poder judicial.
Los totalitarismos es lo que tienen. Arrogancia intelectual y abusos de poder nacidos de esa misma arrogancia.
El banco central forma parte del marco institucional.
El banco central forma parte del marco institucional actual. Y me repito, esto está por encima de nuestras ideas, de las de Julio Anguita, de las tuyas o de las mías. Tú y yo, y casi todo el foro, podemos ir de la mano contra el abuso de poder que se da en el actual marco institucional y jurídico. Casi todos podemos estar de acuerdo en que no es tolerable que un gobierno corrupto no esté obligado a convocar elecciones, o que el rey no pueda ser sometido a la ley, o que media Administración Pública esté plagada de cargos de confianza (o enchufados, para ser claros) que no son sino amigos o familiares de quienes dirigen el país. Cuando ese problema lo solucionemos juntos, ya debatiremos sobre ideas y proyectos, y tal vez entonces tanto a tí como a Anguita os vea en el banquillo de enfrente. Aunque con deportividad, eso siempre.
Claro, y por eso la portada del libro lleva los colores de la II República
Hables más o menos en broma, ya discutimos en el pasado que esos colores son identificativos del régimen republicano y no necesariamente la expresión de ningún deseo de volver a cometer los errores del pasado. Si te lees el libro verás que en ningún momento se hace apología del régimen de la Segunda República y que no se lanza ni una sola mirada al pasado. El libro habla sólo del presente y de una propuesta de futuro.
Hombre, es obvio. ¿A quién le gusta repetir errores? El problema es no saber identificar el error en sí, que es lo que le pasa a Anguita.
Tres colores = República
No es difícil de entender.
Planteaba una República Federal con 4 regiones federales:
- Mediterráneo y Pirineos: Cataluña, Valencia, Baleares, Aragón.
- Cantábrico: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra.
- Centro-Castilla: Castilla León, Castilla La Mancha, Madrid, Rioja
- Sur y Canarias: Andalucía, Extremadura, Murcia, Canarias (+ Ceuta, Melilla).
- Capital federal Madrid DF, como ahora pero legalizado.
Cada una de esas regiones desarrollaría una Constitución u ordenamiento propio, que debería ser compatible con una Constitución Federal de mínimos de convivencia común y de equilibrio y solidaridad. Irrealizable, pero entrañable la idea.
Pues es una buena idea. Es decir, cuanto más pequeño es el territorio, más fácil es influir políticamente a nivel individual. Y a la vez si tienes mil estados diferentes enanos, pierdes eficacia. Dividir España en 4 o 5 estados federados/confederados independientes sería práctico y democrático.
Aunque, todo hay que decirlo, si aun así seguimos supeditándonos a la dictadura económica europea de nada nos serviría.
Sí hombre, de tapadillo a ver si conseguís lo de los Países Catalanes esos sin que se note mucho.
Yo propongo una opción spanish troll: meter a Lérida y Gerona en la región 2, y Barcelona y Tarragona en la 1 xD
No los convences, convences a los ciudadanos de votar a otra cosa.
:risa:
A mí se me ocurre otra. Apuesto a que a Briz le encantaría que la capital de la región Mediterráneo y Pirineos fuese Barcelona, claro. Lo que no sé es si le gustaría la misma región pero con capital en Valencia
No es sencillo, pero al menos no dependemos de los politicuchos que han gobernado durante los últimos 35 años para ello.