A mí me ha costado decidirme.
Por un lado, están los dominantes. Los dominantes son como las notas musicales. Puedes encontrarlos en distintas escalas, es decir, igual que existen multitud de notas Re en distintas escalas, también existen multitud de personas con tendencia al liderazgo pero con distintas capacidades. Tú puedes ser una persona con madera de líder en el sentido de tener la pulsión de mandar porque las cosas se tienen que hacer como a ti te salga de los cojones y no toleras alternativa alguna, pero también puedes ser al mismo tiempo un idiota que por muy terco y muy cabezota que sea jamás logrará convencer a nadie.
Básicamente, el equilibrio de un grupo depende de las capacidades de los dominantes en relación con las capacidades de los sumisos.
El problema de los "líderes" es que cuando confluyen varios en un mismo grupo siempre se producen conflictos. Después de varias luchas y divisiones internas, se termina imponiendo aquel dominante más capaz, que no necesariamente será la persona más capaz de todo el grupo, sino simplemente la más capaz de entre los tercos cabezotas con ganas de hacer el mundo a su voluntad. Típicamente, después de haberse saldado el conflicto entre dos o más "jefecillos", los perdedores, como personas cabezonas e inadaptadas pero también perdedoras que son, terminan siendo expulsadas del grupo o bien se van ellos mismos, desmoralizados, a buscar nuevas conquistas. El proceso finaliza cuando todos los dominantes terminan llevando el control de algún grupo, quedando una especie de abanico donde se ven desde los grupos poderosos con líderes poderosos, hasta los grupos lamentables con lidercillos de chiste. Realmente, en el extremo más absoluto por el lado lamentable encontramos al típico hijo de puta con mala hostia manipulando a alguna persona acomplejada y con baja autoestima que se deja humillar con tal de tener a alguien que le guíe. Así es el mundo en el que vivimos.
Luego están los sumisos, que son los que dicen que sí sin rechistar. Esta gente sin el más mínimo nervio es la que se deja embaucar por unos y otros prototipos de líder. Es gente con juicio y capacidad de análisis como para distinguir qué planes son correctos y qué planes no, pero no tiene el más mínimo interés en pelearse con nadie por exponer sus puntos de vista. Lo único que les interesa es que haya alguien mandando que asuma las responsabilidades. Y ahí es cuando logran darme tanto asco como los primeros.
Esto es como las dinámicas de grupo. Se meten a 10 personas en una habitación a discutir un tema. Al entrevistador le importa una mierda el contenido de los razonamientos. Lo que le importa es ver cómo unas personas logran imponer su punto de vista sobre otros aunque no tengan razón. En teoría, las dinámicas de grupo se utilizan para seleccionar a la persona que se desenvuelve más de acuerdo al perfil concreto que se busca, pero en la práctica casi siempre se utilizan para seleccionar al personal más testarudo y con peor carácter. Este tipo de políticas de contratación transforman algunas organizaciones en verdaderas maquinarias de psicópatas luchando unos contra otros por el poder personal, a menudo sin límites éticos y dispuestos a vender la compañía por forrarse ellos mismos. Este tipo de compañías, a la larga, se transforman en mamotretos de hormigón que albergan a un montón de víboras y alimañas comiéndose entre ellos en su interior, y a menudo desaparecen cuando la empresa es denunciada por estafa o simplemente porque la autodestrucción ha proseguido hasta que la situación es insostenible.
Finalmente, están los rebeldes insumisos. Los que siempre lo discuten todo, que no toleran que otros asuman las responsabilidades ni tampoco que se realice la toma de decisiones al margen de ellos. Parecen dominantes porque siempre plantan cara a los líderes, pero en realidad no lo son: no tienen el más mínimo interés en imponerse ellos. Lo único que persiguen es el interés del grupo, sin perseguir llevarse ellos ningún tipo de gloria, desconfían siempre de los cantamañanas y procuran ser lo más objetivos posible.
Conclusión: hay que acabar con los dominantes. Sería igual de eficaz acabar con los sumisos, pero los sumisos son demasiado numerosos, por lo que es menos práctico ir a por ellos.
Comentarios
El enano es el que tiene mayor carácter y consigue imponer su voluntad, y no precisamente por sus buenas ideas. Es una caricatura, sí. Es una metáfora de cómo funciona el 99% del género humano. Ni que decir tiene que los Dalton son un desastre como colectivo.
Por tanto he votado a los sumisos como los más dañinos.
¡Cállate Averell!
Qué va, no faltan datos, está claro que VoidRay se cree un insumiso rebelde, que son los que le molan. En su razonamiento se le escapa que el dominante que no logra imponerse es uno de esos, y si no logra imponerse a ningún grupo es porque es un inútil y/o sus ideas son de chiste, y hasta los pobres estúpidos sumisos no lo quieren.
También se le escapa que los dominantes no lo son necesariamente por ambición, sino por naturaleza. Es decir, que tampoco buscan dominar e imponerse, ni siquiera lo habrán pensado, es algo que les sale porque quieren que las cosas se hagan bien. En conclusión, hay dos tipos de rebeldes, los que sólo son dominantes, y los que además de serlo se creen que no lo son. Estos pretenden ser otra cosa más guay, engañándose incluso a sí mismos para justificarse. Vamos, son mucho peores que los simples rebeldes-dominantes, son rebeldes-manipuladores.
¿O acaso nuestro querido amigo VoidRay, en su afán de discutirlo todo y procurar ser objetivo, acepta las opiniones y argumentos de los demás? No, siempre cree firmemente tener razón, siempre lo tiene todo clarísimo, siempre trata de imponerse, en definitiva. Por supuesto, él no quiere la gloria, no quiere ser el lider, y esto es cierto. Pero eso es porque tampoco quiere asumir la responsabilidad que viene aparejada, eso que sea cosa del grupo, cuyas ideas nunca tuvo en cuenta, y cuyo interés jamás le importó una mierda realmente. ¡Si es un individualista de cuidado!
Añado otra cosa. Un rebelde-dominante, si no logra imponerse, se convierte en sumiso o bien emigra efectivamente a otro grupo. Pero el rebelde-manipulador no, este se queda para seguir intentando imponerse, o simplemente para joder, o ambas. En cualquier caso, el resultado es que enmierda al grupo, ese cuyo interés decía perseguir. Podría emigrar y buscar un grupo en donde sentirse cómodo, si no por el bien de los demás, por el suyo propio. Pero no, se queda...
Madre mia, que repaso :risa:
Shapeley es mucho mas sutil (o soy yo que veo la maldad donde solo hay inocencia xD)
Qué coño van a tener sentido.
Las teorías del liderazgo no tienen la más mínima aplicación práctica salvo para alimentar el ego de los jefes. Hasta los años 70 más o menos dominaba la visión del estereotípico líder con fuerte presencia y carismático. Pero luego llegaron los expertillos del mundo de la estrategia. Mintzberg, Drucker, Porter y demás gentuza, que básicamente se hicieron de oro escribiendo teorías sobre management (la palabra se usa en inglés para darle caché) que todo el mundo quería oír. Por ejemplo, el mencionado Drucker es probablemente el más influyente en ese campo, y una de sus "revolucionarias" aportaciones es que cualquiera puede ser un líder con la formación adecuada. El líder puede hacerse y debe hacerse.
Corre todo un submundillo de cursos de formación para líderes, donde un montón de fulanos entrajetados se reúnen a hacer todo tipo de estupideces para ganar perspectiva, para que reflexionen, hagan "pensamiento lateral" (lateral thinking también da más caché), estén focus (poner el foco, aquí lo que da caché es la traducción española, no me preguntes por qué) en las cosas importantes, y demás subnormalidades.
El rollo clasista de gastar pasta en cursos avanzados de mangament es en realidad una excusa para más clubs cerrados y elitistas de contactos para que los pijos se perpetúen como tales tirando de endogamia de clase.
La cuestión es que siempre habrá un discurso ad hoc para cada tío que por la razón que sea llegue a ser jefe. Basta con que cada cual adopte el "estilo de gestión" que mejor se adapte a su personalidad.
No olvidemos que la administración de empresas nació a finales del siglo XIX-principios del XX por el surgimiento de la separación entre la propiedad y la gestión de los negocios. Con el fin de evitar que las familias herederas de ricos mercaderes medievales perdieran el control de la empresa, aparecieron estos autores "científicos" de la gestión para crear formación adecuada para los hijos de estos empresarios. Para que los niños ricos tuvieran una excusa para acceder al control de la empresa sin necesidad de mancharse las manos aprendiendo desde abajo el oficio del negocio como sí habían hecho sus padres.
Este tufillo asqueroso a pijerío sin fronteras es el origen del cursillo ese de chichinabo que hiciste, de todo el mundillo del management, de los MBA...
La enseñanza pública ya enseña contabilidad, análisis contable, recursos humanos, derecho del trabajo, derecho mercantil, etc. ¿Por qué razón iba una persona a necesitar hacer un MBA? ¿Porque la Universidad no enseña bien las normas de contabilidad pero en cambio el MBA sí? ¿No será más bien una cuestión de círculos y de estatus? Pues eso.
:risa:
Los dictadores/líderes y los rebeldes/individualistas.
Considerando que yo no he dicho nada de pijos, y que los has nombrado varias veces además de pretender ponerlo en mi boca, tú mismo te delatas :ilu:
Lo más gracioso es que si no fuera por tus acomplejadas conclusiones, podríamos estar de acuerdo en que esas técnicas de management son bastante chorras. No funcionan en cualquiera, para empezar, y la prueba es que nos resistimos. Seguramente tampoco seríamos propensos a la hipnosis, por decir algo que también requiere de cierta autosugestión.
Pero claro, una cosa es que me parezcan chorradas que funcionan en la gente influenciable, y otra cosa son tus análisis. Abres el tema hablando de dominantes, sumisos y rebeldes, y ahora esto. Chico, los dominantes no necesitan de esas técnicas, son los sumisos los que se ven más afectados. Vamos, que lo has mezclado todo.